Crazy Ex-Girlfriend 3×13 Season Finale: Nothing is ever anyone’s fault

El final de temporada de ‘Crazy Ex-Girlfriend‘ nos ha dejado con un ‘cliffhanger‘ muy astuto que puede dar lugar a muchas interpretaciones si la serie es renovada por una cuarta temporada. La temporada en la que más se ha dado importancia a la salud mental de la protagonista cierra el círculo de autoconocimiento sin perder el humor negro que le caracteriza.

Tras el angustioso capítulo anterior con la presencia de Trent (Paul Welsh) chantajeando a Rebecca (Rachel Bloom) y esta volviendo a las andadas para encontrar la ayuda de Paula (Donna Lynne Champlin) es normal que en este episodio la protagonista no pueda dejar de pensar en eso y en el psicópata que puede que le siga persiguiendo, lo que cree que es a causa de la culpa que siente. Asímismo, mientras se acerca el momento del parto Heather (Vella Lovell) empieza a tener los miedos normales de la situación y Darryl (Peter Whitefeather) echa de menos a White Josh (David Hull) .
Un final de temporada no sería posible si la embarazada no diera a luz, por lo que vemos a la hija de Darryl, de momento «Hebecca», y cómo White Josh (al que deberíamos empezar a llamar Josh, ya que tiene más protagonismo que el Josh «principal» (Vincent Rodriguez III)) se enternece con la recién nacida y empezamos a vislumbrar una más que posible reconciliación de esta pareja que nos da la vida.
Mientras tanto Nathaniel (Scott Michael Foster) sigue su feliz relación con Mona (Lyndon Smith) porque no deja de convencerse de que es la chica ideal para él a pesar de que no la quiera, por lo que organiza una fiesta para celebrar su mudanza a la que claramente no invita a Rebecca por motivos más que obvios.El problema real llega cuando la presencia de Trent deja de ser una imaginación de Rebecca para ser una realidad que, además, le amenaza con matar a Nathaniel en la fiesta. Así que su llegada a la terraza de la pareja causa miradas y comentarios propios por el historial de Rebecca y cuando acaba tirando a Trent del edificio para proteger a Nathaniel nadie le cree y acaba detenida.
Esto es algo que, si la serie quería ser realista, tenía que suceder en algún momento, porque no se pueden infringir tantísimas leyes sin afrontar consecuencias legales. Además, no podemos pensar que no pueden mandar a Rebecca a prisión porque ya hemos visto como ‘Crazy Ex-Girlfriend‘ se reconstruía en cualquier escenario y conseguía ser brillante gracias a los guionistas, que no se achantan ante tramas que les hagan salir de la zona de confort que saben que agrada a los espectadores.
En las dos primeras temporadas la inestabilidad mental de Rebecca se trató como algo bastante cómico y casi frívolo, como la chica que no está bien de la cabeza y persigue a su ex de la adolescencia, pero en esta temporada han decidido introducirse en los trastornos mentales más allá de los temas puntuales en los que su enfermedad le hace centrarse, que es lo que era su obsesión con Josh. A lo largo de estos trece capítulos hemos visto cómo se trataba, cómo decidía mejorar y hacer las cosas adecuadas, pedir perdón a las personas afectadas e intentar recuperarse junto a sus amigos. Pero la alegría no le ha durado mucho a la abogada porque el pasado siempre tiene que volver a molestar y el regreso de Trent ha sido la gota que ha colmado el vaso y ha puesto a Rebecca, esta vez como acusada, delante de una jueza.
Puede ser super interesante ver hacia dónde llevan la próxima temporada (que ojalá haya), ya sea con Rebecca en la cárcel, haciendo servicios comunitarios o incluso siendo absuelta y/o recuperando su vida normal, tal vez tras un salto temporal. Seguro que Rachel Bloom ya sabe perfectamente a dónde quiere llevar las nuevas historias de Rebecca y esperemos que la CW vuelva a confiar en ella y en una serie que resulta muy necesaria por los temas de los que habla y por atreverse a hacer humor con eso (y con Hitler, que ya es decir). ‘Crazy Ex-Girlfriend‘ está consiguiendo hacer muchas cosas que se creían imposibles en las networks americanas y no se puede negar que si no le da los datos de audiencia deseados, al menos le concede cierto prestigio y oportunidades de ganar premios a la cadena.
¿Qué os ha parecido a vosotros esta temporada? ¿y esta ‘season finale‘? ¿creéis que en una futura temporada nos darían imágenes de Rebecca en la cárcel o decidirán seguir con su vida en West Covina? Esperamos vuestros comentarios a continuación y esperemos que este no haya sido el final para una serie tan interesante.

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