This is us 2×15: Celebrando a Jack

Esta semana hemos tenido doble ración de ‘This is us’ y tras el maravilloso episodio que nos dejó la noche de la Super Bowl volvemos a leernos en miércoles. ¿Comentamos lo sucedido?

Esta vez, todo el episodio ha estado localizado en el pasado, combinando imágenes de la infancia de los Pearson con los momentos inmediatamente posteriores a la muerte de Jack (Milo Ventimiglia). Sabíamos que este momento llegaría, lo sabíamos desde el principio, pero ni si quiera eso lo ha hecho un poquito más fácil.

Mientras se despiden de su padre, las tensiones entre Randall (Niles Fitch) y Kevin (Logan Shroyer) siguen creciendo, enfrentándose esta vez por el reloj de Jack. Esta situación provoca un gran estrés en Rebecca (Mandy Moore), quien se siente culpable por no haber estado ahí en el momento de la muerte de su marido. Pero ni ella ni nadie podría haber imaginado que Jack se iría así, tan de repente, cuando ya parecía a salvo. Además, no se ve capaz de seguir con su vida y cuidando a sus hijos sin el apoyo incondicional de Jack.

Por su parte, la que siente una gran culpabilidad que ya hemos visto que no desaparecerá en el futuro es Kate (Chrissy Metz). Si su padre no hubiese vuelto a entrar para rescatar a su perro no habría inhalado más humo que los demás y no habría sufrido ese ataque al corazón.

Toda esta situación en la familia, en la que nadie sabe cómo comportarse ni qué hacer para superar su dolor, trae consigo la vuelta del Dr. (Gerald McRaney). Él es quien nos revela que Jack acudió a verle de cuando en cuando buscando consejos sobre sus hijos y hace comprender a Rebecca que ella podrá superar esto.

Antes de morir, Jack había comprado entradas para que toda la familia fuese al concierto de Bruce Springsteen. Y, tras tirar parte de sus cenizas en el árbol en el que Kevin (Justin Hartley) se despedía de su padre en el pasado capítulo deciden acudir al concierto como una forma de celebración hacia él.

Todos estos momentos han venido acompañados de ‘flashbacks’ de la familia, siempre relacionados con el coche que les hemos visto conducir. Así hemos presenciado cómo Jack convenció al vendedor del concesionario para que le hiciera un buen precio y poder llevarse el coche que volvía loco a sus hijos, como apoyaba a su mujer en un momento en el que llegaron a pensar que ella podría tener un tumor cerebral (y empezando así la magia del árbol), cómo enseñaba a Randall y a Kevin a conducir o incluso cómo ayudaba a Kate a saltarse clases para acudir a una firma de discos. Hasta hemos tenido una mención a su hermano, cuya historia aún no conocemos pero estamos muy intrigados.

Jack ha sido todo para esos niños y para nosotros, a pesar de mostrarnos a menudo sus imperfecciones. Menos mal que se trata de una serie con saltos en el tiempo y podremos seguir disfrutando de él, porque no hubiésemos podido soportar su pérdida definitiva.

Ahora tendremos un par de semanas de descanso antes de embarcarnos en la recta final. No sabemos cómo será pero sí sabemos una cosa, nos hará llorar y disfrutar a partes iguales.

Y a vosotros, ¿qué os ha parecido el capítulo? ¿Os ha gustado tanto como a nosotros? ¿Habéis llorado tanto como nosotros? ¡Animaos a dejarnos vuestras impresiones en los comentarios!

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Raquel
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