Una semana más ‘The Returned’ vuelve para dejarnos sin respuestas y con más preguntas, para variar.

Si no has visto el capítulo no sigas leyendo ya que esta entrada contiene ‘spoilers’.

Muchas cosas han pasado en este capítulo y a la vez ninguna. Seguimos sin saber nada más de los retornados, aparte de que tienen hambre, no duermen y no hay forma de matarlos. Lo más impactante sin duda y que ya se atisbaba es Victor/Henry a.k.a. niño diabólico (Dylan Kingwell) y su capacidad de provocar muertes ajenas para defender a Julie (Sandrine Holt). ¿Tienen todos esa habilidad y no lo saben o sólo él? Aunque la pregunta que más intriga con respecto a este personaje tiene que ver con su muerte y su vuelta a la vida. Si volvió hace 4 años como nos cuenta Nikki (Agnes Bruckner), ¿dónde ha estado todo este tiempo? ¿Por qué el resto ha vuelto a la misma vez aunque muriesen en fechas muy diferentes mientras él lo hizo antes? ¿Qué más cosas es capaz de hacer? Lo único que está claro es que da mucho miedo este crío, más aún cuando sonríe. O lo intenta.

La que parece no saber lo que quiere es Claire (Tandi Wright), si bien al principio la vemos intimando y tan feliz cinco años atrás con Peter (Jeremy Sistro), al final acaba dándole la patada, echándolo de su casa y quedándose con Jack (Mark Pellegrino). El padre de la familia Winship no dudó en ir a por Tony (Aaron Douglas) en cuando se enteró de su intento de secuestro a Lena (Sophie Lowe) y parece un gesto que puede unir a la familia, más aún después de la reconciliación entre Lena y Camille (India Ennenga), las cuales parecen volver a entenderse como años atrás. Curiosa por cierto la milagrosa curación de Lena, pues en una sola noche su herida se ha convertido en una pequeña cicatriz. Sea lo que sea lo que le dio Adam (Rhys Ward) en el capítulo anterior: lo quiero.  Menos curioso y más dramático es el suicidio de los Koretsky. Después de la charla de Camille no es una sorpresa que decidan “reunirse” con su hijo, pero no deja de ser un nuevo palo para la joven de los Whinship, la cual empieza a verse a sí misma como un monstruo (esperemos que no conozca a Victor…)

Y luego tenemos a Rowan (Mary Elizabeth Winstead), la loca de Rowan, que sigue creyendo todo lo que le dice Tommy (Kevin Alejandro), incluido aquello de que Simon (Mat Vairo) se suicidó. Acaban de matar (otra vez) al que fue el amor de su vida y parece no importarle, más bien su dedicación es defender y ser super adorable con Tommy. Teoría loca: ¿Es probable que fuese él quien atropelló a Simon? ¿O sólo es su jugada maestra para que Rowan siga odiándolo y se quedé con él? Sea lo que sea, Simon ha vuelto de nuevo y difícilmente descansará hasta aclarar las cosas con Rowan.

Los retornados están poniendo patas arriba la vida del resto y no sabemos como puede acabar esto, lo único claro es que, por su título, el siguiente capítulo irá encaminado a la historia de Helen (Michelle Forbes) y puede darnos algunas respuestas, o eso esperamos, en torno a su idea de hacer volar por los aires la presa.

 

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