‘Teen Wolf‘ empieza 2017 apelando al recuerdo, trayendo consigo a fantasmas-no-tan-muertos del pasado, pueblos en los que no querría vivir ni la Niña de la Curva y una trama que empieza a hacerse pesada aunque solo llevemos 6 capítulos de ella.
Comentemos.
A pesar de su longevidad, ‘Teen Wolf‘ no ha sabido llevar del todo mal las idas y venidas de sus personajes principales, la incursión de otros nuevos en sus tramas intentando dar relevo a los que se marcharon (con más o menos éxito a juicio de cada uno), villanos insulsos o con tramas sin sentido pero que al final nos enganchan y nos tienen a todos montando teorías a cada cual más retorcida.
Al contrario que en otras temporadas, este no es el caso. Estamos en el recta final, y ahora es el momento de dejarse llevar y simplemente disfrutar de los últimos capítulos de una serie que lo dio todo en la tercera temporada y se vino cayendo por su propio peso en las temporadas que le siguieron hasta llegar a día de hoy. Con unos Cazadores Fantasma que simplemente se dedican a vaciar pueblos y la única incógnita es cómo sacar a Stiles (Dylan O’Brien) de donde quiera que esté atrapado.
No obstante, estar ante una serie sobrenatural no significa que debamos aceptar todo lo que nos echen sin llevarnos las manos a la cabeza y gritar QUÉ MAMARRACHADA ME ESTÁS INTENTANDO COLAR cuando hacen cosas como traer a Theo (Cody Christian) de donde quiera que estuviese tan fácilmente como clavar la espada de Kira (Arden Cho) en el suelo y ya. Espada que también aparece de manera muy rándom porque obviamente la madre de Kira la tenía, Liam (Dylan Sprayberry) y Hayden (Victoria Moroles) tienen su número de teléfono, la llaman y ella reaparece como si toda su familia jamás hubiese hecho bomba de humo, se le da sin problema pero no sin antes decirles una cosa tríptica -siempre tiene que haber cosas trípticas- y luego vuelve a hacer bomba de humo otra vez.
Que digo yo, está bien volver a ver a personajes pasados, pero ya que los traéis, traedlos con una lógica o una preparación. Porque eso de volver de un agujero negro arrastrado por su hermana muerta, estar ahí ¿meses? y volver de una pieza sin que nadie si quiera le haga una pregunta al respecto es, cuánto menos, curioso. Pero bueno, Jeff Davis sabrá lo que hace.
De momento ha sabido encajar bastante bien la medio-baja de Dylan O’Brien, se le echa en falta en el equipo principal ahora formado tan solo por Scott (Tyler Posey), Malia (Shelley Hennig) y Lydia (Holland Roden), quién tras 6 temporadas, ha empezado a coger un poco de tan merecido protagonismo. Ahora ya no se queda mirando a las cosas sin hacer nada, ¡si no que hace algo! ¡es ella la que está moviendo a la manada! ¡por fin! Está pillando el liderazgo que tanto se merece aún habiendo tantos personajes y tramas secundarias alrededor. Y es que en este capítulo se nos ha revelado algo que ya sospechábamos: los Cazadores Fantasma no pueden atraparla. Por lo que intuimos que ella es la única que puede llegar hasta donde está Stiles, salvarle y luego que se casen. Todos queremos que se casen. Hasta han entrado en nuestra lista de mejores ships de 2016 y casi ni se han tocado. Con eso lo decimos todo.
La pregunta del millón es qué pasará cuando Stiles vuelva al mundo real, ¿su madre se desvanecerá sin más? ¿es una persona? ¿o una ilusión como el niño de la banshee de la ciudad olvidada creada por los Cazadores? Lo más probable es que sea esto último y es algo que me imagino que se irá explorando a lo largo de los próximos capítulos, porque la presencia de Stiles es inminente, si bien dudo que O’Brien reaparezca de manera regular tan pronto, todos en Beacon Hills están empezando a recordarle y eso -CREO- que desmantelará un poco los planes de los Jinetes, quizá incluso sea la brecha por que la Lydia pueda colarse de alguna manera y salvarle.
Ahora solo nos queda seguir viendo y esperar que el momento llegue, porque llegará tarde o temprano. Mientras podremos entretenernos viendo cómo Malia intenta no matar a Theo y cómo éste va a trabajar con la mascota-profesor de los Dread Doctors que curiosamente se ha sacado un título docente de la manga y se dedica a construir cosas para atrapar a fantasmas milenarios con sus sobrenaturales alumnos.
Todo muy normal.