Mitad de la temporada 3B de ‘The Fosters’: Dramas familiares

La familia Foster vive en un drama constante, y por cruel que suene, nosotros amamos sufrir ese drama con ellos.

¿Comentamos lo que ha pasado desde que arrancó esta segunda tanda de capítulos de a 3ª temporada hasta el decimosexto capítulo?

 

Las que pasan por el mayor bache en la serie son Lena (Sherri Saum) y Stef (Teri Polo), y ya no me refiero al cáncer de esta última (aunque sea la razón principal de que la situación sea la que es), pero es muy probable que esta sea la temporada en la que menos escenas entrañables hemos visto entre ellas. Es chocante porque en ‘The Fosters’ los momentos difíciles siempre han sido los que desencadenaban las mayores ñoñerías de la serie, pero ahora, pasando por el peor momento del que hemos sido testigos (y sumándose a la “infidelidad” de Lena y el accidente de los mellizos), no vemos los gestos que tan claro dejaban lo perfectas que son la una para la otra.

Ellas siguen esforzándose, pero lo hacen siendo conscientes de que se están esforzando, por mucho que echen mano del ‘tough love’ para justificarse. De cualquier forma, estamos hablando de Lena y Stef, así que no creo que haga falta que crucemos los dedos por que hagan la vista gorda a algunas de las cosas que las atormentan y terminen siendo tan empalagosas como acostumbraban a ser de vez en cuando.

La sorpresa de esta temporada está siendo Jesus (Noah Centineo). Afortunadamente, los guionistas han decidido dejar de centrar su personaje en los líos amorosos para darle un trasfondo mucho más serio y que, sin lugar a dudas, llama mucho más nuestra atención. Aunque sus recientes problemas con el alcohol pueden parecer lo más precipitado del mundo, es posible que sea una pista sobre la realidad que lo llevó de vuelta a casa, porque el asunto de las drogas fue tocado con tantísima dejadez que no sería raro que fuese simplemente una forma de cerrar la historia de forma momentánea para volver a abrirla más tarde y de manera más dramática. Y que Jesús resulte ser un alcohólico sería todo lo dramático posible.

La historia con su padre tampoco ha alcanzado la importancia que puede llegar a alcanzar, pero el potencial está ahí, y ahora que Mariana (Cierra Ramirez) también ha cruzado miradas con él no está de más asumir que el punto álgido de esta historia todavía está por llegar. Ya pasó con Ana (Alexandra Barreto), ella no quería saber nada de sus hijos hasta que Mariana hizo lo imposible por que cambiase de parecer. Sería maravilloso que pasase lo mismo con Gabe (Brandon Quinn), Jesus está pidiendo a gritos una figura paterna.

Y precisamente lo contrario está sucediendo con Mariana. Siempre nos hablan de su potencial, pero nunca lo aprovechan. Mariana siempre tiene muchos proyectos y sabemos de sobra que es la más inteligente de sus hermanos, pero, a pesar de lo constante y dedicada que es en todo lo que hace, eso siempre queda en un segundo plano cuando aparece un hombre con intención de llamar su atención. Su nueva relación no empezó con buen pie y todavía no sabemos qué sentir al respecto, pero después de ver todo el empeño que él pone en que Mariana le dé una oportunidad tras otra, lo menos que podemos decir es que el chico tiene el interés suficiente como para que Mariana se las conceda.

Brandon (David Lambert) y Callie (Maia Mitchell) siguen siendo el foco de todas las miradas. Ya pocos entienden cuales son las intenciones de los guionistas al intentar hacer creíble esta relación, pero habrá que aguantarse porque no parecen dispuestos a dejar de intentarlo. Los dos han pasado página y, aún así, no dejan de mirarse intensamente y pillarse en situaciones comprometidas cuando ni siquiera viene a cuento. Hasta ellos mismos están aburridos de su relación, han rehecho sus vidas y son felices con sus nuevas historias, ¿por qué no dejar de lado una trama que ya ha dado de sí todo lo que podía dar? Basta.

Monte (Annika Marks) también ha dado que hablar este último capítulo. Llevaba haciendo cosas raras desde que Lena le rechazó, y si no entendíamos a qué venía esa fijación con Sally (Pepi Sonuga), después de esta semana lo vemos todo muy claro. Al final ha resultado que ese parecido físico no era simple casualidad: Monte estaba reflejando sus frustraciones con respecto a Lena en la alumna, siendo más amable de la cuenta y terminando traspasando la terrible barrera que la ha llevado a besarla. Al menos Sally no se ha callado y ha tenido la valentía de contárselo a Lena, porque si una situación ya horrible de por sí podría haber terminado muchísimo peor.

¿Creéis que se interesará Gabe por sus hijos? ¿Os cansa Brallie tanto como a mí? ¿Qué medidas tomará Lena con Monte? ¿Por qué nos están privando durante tanto tiempo de Jonnor? ¿Qué esperáis ver de aquí a que acabe la temporada?

Os dejo con la promo del siguiente episodio:

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Isabel Bienzobas
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