Between 1×04: La tensión se apodera de Pretty Lake

En ‘Between’ la trama en teoría principal de la serie, algo parecido a un virus que mata a toda persona mayor de 22 años, queda aparcada en el capítulo de esta semana para dejar sitio a las diferentes formas de vivir la cuarentena de los chavales de Pretty Lake.

Si no has visto el capítulo no sigas leyendo ya que esta entrada contiene ‘spoilers’.

Si la semana pasada comentábamos que los chicos de Pretty Lake empezaban a perder la cordura, en esta sin duda se confirma de que la están perdiendo totalmente. Y no solo ellos, si no la serie en sí.

El ‘flashback’ con el que da inicio el episodio nos muestra Amy (Shailene Garnett) justo un año antes, cumpliendo 21 años. Su por entonces pareja, Evan (Nicholas Rose), le pide matrimonio y acto seguido fallece delante de ella, de la misma forma que todos los mayores de 22 años han muerto en Pretty Lake. Ojo. Un año antes. El virus no lleva ni un mes en Pretty Lake, pero Evan murió ya por culpa de eso un año antes. Que alguien me lo explique: ¿murió más gente a parte de él? ¿A nadie le extrañó que un chaval presumiblemente saludable muriese de una forma tan extraña? ¿Los guionistas de la serie han perdido también la cordura o creen que la hemos perdido nosotros? Sea lo que sea, unimos este ‘flashback’ a la larga listas de cosas absurdas que ocurren en Pretty Lake.

Precisamente con Amy hemos aprendido que aunque no tuviera los 22 cumplidos cuando las muertes empezaron a ocurrir no va a salvarse de la quema. La pobre profesora fallece al final del episodio justo delante de Adam (Jesse Carere), el cual por cierto de repente con todo lo que descubrió en capítulos anteriores ahora parece más preocupado en… ¿beber? ¿Wiley? ¿Su corazón roto? Hijo mio, eres el más listo de ese pueblo, o al menos lo pareces, actúa como tal por favor.

La otra cara de la moneda sin duda es Chuck (Justin Kelly), la prueba viviente de que el dinero no te da neuronas. A la primera que le tocan un poco la moral ya saca la pistola y empieza a disparar, por no hablar de su obsesión con hacerse respetar. Amarrar a un poste durante horas a un niño diabético solo porque ha hecho cosa de niños (bueno, de niños de Pretty Lake, porque están todos desquiciados) no dice mucho de ti ni del respeto ni de nada. Y por si no tuviera suficiente con las dos meteduras de pata que ha tenido en menos de 5 minutos, es capaz también de despreciar al único que sería capaz de ayudarle sin partirle la cara, Gord (Ryan Allen). En mi feudo interior empiezo a llamar a esto «Chuckadas», porque no tiene pinta de que el chaval asiente un poco la cabeza y deje de creerse el rey del mambo.

El intento de engaño de la serie en este capítulo ha sido hacernos creer que Pat (Jim Watson) asesinó a Lana (Niamh Wilson). Primero fue Ronnie (Kyle Mac) el que se salvó de la quema por unos ‘whatsapps’, y ahora su hermano que muy listo él se guardó la nota de suicidio de Lana, de la cual supongo todos conocerían la letra que tenía porque solo con verla ya sabían a ciencia cierta que era real. Precisamente con ellos es con quien tiene problemas Wiley (Jennette McCurdy), que no hay que desearle mal a nadie pero es que no puede ser más absurda tomando decisiones. Primero se va a casa de ellos a dormir a pesar de todo lo que tienen alrededor y de su mala fama, y luego decide irse con el chulito del pueblo de caza. Y beber con él, para más inri, ella, con un niño recién nacido que supongo comerá aire. Para colmo Pat le pide un favor al final del capítulo del que no sabemos nada ni de qué trata, ¿tendrá algo que ver con Ronnie y su facilidad por ponerse violento? Vaya drama.

Y por si no tuviéramos bastante con chulos, niñatos y absurdos, también tenemos al mentiroso. Mark (Jack Murray) se lo ha montado de maravilla para quedarse con el bar de Stacey (Samantha Munro). Que por cierto, aplauso en la cara para ella: viene el pijo del pueblo a decirte que te vayas de TU PROPIO BAR y te vas sin rechistar. ¡Ole tú! En fin, Mark, era cuestión de tiempo que Ellen (Sarah Podemski) diese con él. Precisamente la policía ha sido lo más interesante del capítulo. ¿21 años? ¡QUÉ ME ESTÁS CONTANDO! No te lo crees ni tú maja. De hecho la mentira le dura 20 segundos, el tiempo que tarda en descubrirse como cómplice de todo lo que está ocurriendo en Pretty Lake. ¿Alguna teoría a estas alturas sobre quien ha provocado todas esas muertes o qué es lo que está pasando?

A pesar de la buena noticia que supone el retorno de la energía, cruzaremos los dedos para que los chicos de Pretty Lake empiecen a comportarse como deberían comportarse en una situación así y dejen a un lado las mamarrachadas en las que ocupan sus días de cuarentena. Eso y que por favor Wiley deje de deambular de un lado para otro y deje que Adam le ayude, porque falta le hace. ¿Qué opinión tenéis de la serie tras cuatro episodios?

Os dejamos como siempre la promo del siguiente capítulo.

Bea
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