Between 1×03: Las cosas se ponen feas en Pretty Lake

En el nuevo capítulo de ‘Between’ los habitantes de Pretty Lake siguen sin poder abandonar la ciudad debido a la cuarentena, llevándoles a situaciones demasiado tensas para el gusto de todos.

Si no has visto el capítulo no sigas leyendo ya que esta entrada contiene ‘spoilers’.

Además de la libertad en Pretty Lake están perdiendo también la cordura. El capítulo empieza con la noticia de que han encontrado “una extraña sustancia” en el aire de la ciudad y que por ello no pueden levantar la cuarentena, ya que sigue presente. Supongo que en esta serie el gobierno americano ha descubierto como mantener EL AIRE estático en un sitio sin que se mueva. Cuarentena ambiental podríamos llamarla.

Obviamente esto no sienta bien a nadie, especialmente a Chuck (Justin Kelly) el cual si bien solía ser al menos un poco civilizado, ahora ha decidido ser la ley del pueblo e imponerla por su cuenta. Sin tan siquiera preguntar hace a Ronnie (Kyle Mac) responsable tanto del incendio del supermercado como del asesinato de su hermana, por lo que no duda en ir a por él a su casa, a oscuras, en plena noche. Gran plan. Pero la suerte parece estar del lado de Ronnie y Pat (Jim Watson) dado que el corte de luz se produce justo cuando Chuck estaba a punto de perder los nervios. O de intentarlo. ¿Por qué han cortado la energía? ¿Ha sido el gobierno? La única razón por la que han podido hacerlo es simple: quieren acabar con ellos. Sin energía la comida pronto escaseará, la incomunicación les pasará factura y no podrán aguantar mucho por su cuenta.

La realidad le da un golpe en la cara a Chuck cuando por fin descubre que Ronnie no fue culpable de ninguno de los cargos de los que le acusaba, pero lejos de comportarse como personas con sentido común en una ciudad sitiada y al borde de la desaparición, ambos deciden que ese es precisamente el mejor momento para declararse la guerra mutuamente.

Hasta el momento Gord (Ryan Allen) había demostrado ser el único con mentalidad adulta de entre todos los supervivientes, pero se preocupa tanto en estar pendiente de todo que se le olvida lo más básico. Hola, has dejado a tu hermana de 12 años sola en una granja durante horas… ¡no pasa nada! ¡Voy a seguir metiéndome en problemas! Por si fuera poco su testarudez casi le cuesta un disgusto mayor tras el tiroteo. Hijo mío, tan difícil no era pedir algo de ayuda. Lo mejor que podría hacer es quedarse en su granja con Franny (Shailyn Pierre-Dixon), sus animales y sus cultivos y no meterse en las revueltas de la ciudad. Pero es Gord, sabemos que no lo hará.

Precisamente en la granja se ha vivido la situación más absurda del capítulo: Franny VS Mr Tiger. Nadie se veía venir que el tigre escaparía en cuanto vimos al crío dándoles de comer, ¿verdad? Volviendo a la granja, entiendo que Franny es todavía una niña pequeña pero, ¿tan difícil era quedarse en casa y esperar a Gord? No, mejor voy a hacer mis quehaceres de la granja, sabiendo que hay un tigre por aquí suelto. Sobre el cual por cierto no hablan los hermanos cuando se reencuentran al final del capítulo, más bien de lo duro y honrado que es trabajar en la granja. Menos mal que por alguna fuerza divina una de las balas que Franny “disparó” impactó en el pobre animal, el cual por cierto estando en una granja LLENA de animales ha decidido perseguir a la niña en lugar de comerse alguna vaca. Quizás los animales también están sufriendo algún tipo de daño psicológico con la cuarentena. Quién sabe.

Llegados a este punto es hora de sacar a la palestra a la reina del baile, la felicidad hecha persona: Wiley (Jennette McCurdy). Entendemos que todo lo que te ha pasado, tanto lo del bebé como la cuarentena son cosas jodidas, pero hija, tampoco hace falta pasearse por las calles como si te hubieran roto el Wifi y encima fastidiando a todo ser que intenta ayudarte. El pobre Adam (Jesse Carere) ve el cielo abierto cuando por fin Wiley corresponde sus sentimientos, pero lejos de la realidad esta alegría no le dura ni un solo capítulo entero. Por enésima vez la muchacha decide renegar de su hijo para escapar con él, topándose con el nuevo mecanismo de defensa del ejército: un campo de minas. Para asegurarse de que es cierto a Adam no se le ocurre otra forma que sacrificar la mochila de Wiley, sin preguntar qué hay siquiera. De todos modos el ejército no parece excesivamente preocupado por quien se escape, ya que aparte de dejar zonas sin vigilancia y permitir que dos personas atraviesen la “valla electrificada”, no acuden al lugar de la explosión de la mina para ver qué ha pasado. Viva el ejército.

Con la frustración reflejada en su rostro (si es que alguna vez no la tuvo) Wiley se rebela contra el mundo y toma el camino que le da la gana: hacerle daño al único que se ha preocupado por ella, Adam; hacerle daño a la única que se ha preocupado por su bebé, Melissa (Brooke Palsson) y encima quitárselo; y apuntarse a una excursión con Ronnie a su casa.

La paciencia de los habitantes de Pretty Lake está cada vez más debilitada y los problemas no dejan de surgir. No sé lo que harán cuando tengan problemas de verdad como escasez total de alimentos o agua, o cuando haga más frío y no tengan energía para poder calentarse.

Y el colmo de los colmos, Mark (Jack Murray) ha hecho acto de aparición en la ciudad llamándose a sí mismo Santa Claus. ¿Cuáles serán sus intenciones? ¿Intentará quitarle el puesto a Chuck como mandamás autoimpuesto?

¿Qué os ha parecido el capítulo? Aún nos quedan otros tres por ver de esta primera temporada de ‘Between’ y todo indica que la cosa va a estar bastante movidita en Pretty Lake. Os dejamos como siempre la promo del próximo episodio.

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Bea
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