Cuando mantienes una mentira durante tanto tiempo existen dos opciones: o te explota en la cara de la peor manera posible o terminas volviéndote loco y creyéndote esa mentira como si fuese la única posibilidad factible. Y a Liza (Sutton Foster) le están pasando un poco las dos cosas.
Si la primera temporada trataba sobre Liza intentando superar cada obstáculo que se le presentaba en su nueva vida como millennial, esta temporada trata sobre lo mismo pero siendo Josh (Nico Tortorella) quien sufre las constantes idas y venidas que supone guardar un secreto de tanta magnitud. Temíamos el momento en que se enterase del secreto de su novia porque no sabíamos cómo reaccionaría ni qué sería de esta pareja tan entrañable, pero después de ver cómo Josh daba la talla una y otra vez, esforzándose al máximo por que Liza no se comiese la cabeza más de la cuenta y por que todo siguiese como había ido hasta ese momento, no tenemos dudas de que Josh es un ser magnífico y en peligro de extinción que debería existir en la vida de cada persona.
Liza ha sido muy egoísta esta semana, y es muy peligrosa la forma en que cada vez se desenvuelve de forma más cómoda en esa vida que se ha inventado. No solo está más cómoda, sino que se la cree hasta el punto de dejar que sus amigas echen en cara a Josh haber olvidado la existencia de su novia en su entrevista sin ni siquiera hacer ver que las cosas no habían ido por ese camino. Estás fingiendo una vida entera, Liza, no creo que te resulte muy difícil dar con una excusa mínimamente creíble.
Entiendo que la intención de la protagonista desde el principio fuese conseguir un trabajo que se le negaba por haber estado tanto tiempo inactiva, pero el momento en el que tus actos están haciendo daño a una persona que te preocupa es el momento en el que tienes que parar y reequilibrar tu balanza de prioridades. Amo a Josh y amo a Liza, pero creo que ni él es lo mejor para Liza ni ella es lo mejor para él, al menos no mientras su relación se vea condicionada por una mentira. Aunque es inevitable que su relación también cambie en el momento en el que Liza decida sincerarse, y no tiene que ser necesariamente para bien.
Kelsey (Hilary Duff) ha tenido esta semana el protagonismo que no tuvo la anterior, y ha decidido que comprometerse con Thad (Dan Amboyer) después de haber roto con él por ser demasiado infantil y no valorarla lo suficiente (y no es la primera vez que esto pasa, creo recordad) era la mejor idea que se le podría haber ocurrido. ¿Qué os ha parecido esta decisión? ¿Se ha dejado llevar Kelsey por la magia del momento y volverán pronto sus dudas o Thad realmente está dispuesto a comportarse como la persona que ella cree que es? ¿No os parece evidente que Kelsey merece a alguien muchísimo mejor? Recemos por que Liza le haga ver la luz.
¿Entendéis que Josh se haya cansado del juego de Liza o creéis que debería darle todavía más margen? ¿Cómo creéis que reaccionará Kelsey cuando sepa el secreto de Liza?
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