Como era de esperar ‘Westworld’ no defrauda con el paso de los capítulos tras un inicio de temporada que nos está regalando justo lo que prometía tras el piloto: sorpresas y situaciones que cada vez se vuelven más peligrosas para todos.
Dolores (Evan Rachel Wood) vuelve a erigirse como gran protagonista de ‘Westworld’ después de que otros como Maeve (Thandie Newton) o William (Jimmi Simpson) lo hiciesen en el episodio de la pasada semana. Su historia con Teddy (James Marsden) y su padre la hemos visto en más de una ocasión, pero Dolores está evolucionando hasta el punto de conocer con antelación todo lo que va a ocurrir, como si su ¿mente? tuviese presentes todos los guiones escritos en ella y le fuese avisando de qué es lo siguiente. Bernard (Jeffrey Wright) hace caso omiso a las palabras de Ford (Anthony Hopkins), y aun sabiendo que Dolores no “funciona” como debería deja que esta continúe tal cual, con la esperanza de ver hasta donde es capaz de llegar.
Pero tal como vimos con Maeve, esto no es solo cosa de Dolores, pues la propia Maeve continua teniendo recuerdos de lo que vivió en las entrañas del parque donde fue consciente por primera vez de quién era, de qué le rodeaba. ¿Cuántos más serán capaces de recordar cosas?
Y aquí es donde nace la cuestión que nos empezamos a plantear. ¿Por qué está ocurriendo esto en Westworld? ¿Bernard no solo está otorgándole libertad a Dolores? ¿Hay algún tipo de boicot dentro del propio parque? En esta ocasión hemos visto a Ford tratar a los personajes como robots sin ningún tipo de conciencia pero, ¿realmente son así?
Sin duda el final del capítulo es algo que nos lleva a todavía más confusión de la que ya teníamos: ¿cómo es posible que no obedezcan las órdenes que les han mandado? El ataque a Stubbs (Luke Hemsworth) y Elsie (Shannon Woodward) y posterior suicidio es algo que no podíamos esperarnos de ninguna de las maneras, enseñándonos que la evolución que estas criaturas están viviendo puede parecerse más a una revolución que a un proceso evolutivo. Uno de los enigmas que rodean a este comportamiento es el antiguo compañero de Ford, Arnold. ¿Cómo es posible que su código exista si murió tiempo atrás? ¿Y si realmente no está muerto y anda detrás de todo? ¿Y por qué han llegado a tallar la constelación de orion en piedras si no deberían siquiera interesarse por ello?
Y mientras tanto, en medio de todo este percal se encuentra William, quizás de los pocos huéspedes que haya en el lugar que se comporta lo más humanamente posible, y ha ido a dar precisamente con Dolores, algo que puede llevarle a vivir una aventura impresionante o una historia para nada agradable. ¿Serán capaces de hacer algo en Westworld para parar esta ola de rebeliones? ¿O para cuando todos se den cuenta, ya será demasiado tarde?
Muchas preguntas las que nos hace plantearnos ‘Westworld’ con tan solo tres capítulos a sus espaldas y prácticamente toda la temporada por delante. ¿Qué os ha parecido el de esta semana? ¿Amáis ya la serie tanto como nosotros?
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