La segunda temporada de ‘Wayward Pines’ por fin ha llegado a nuestros televisores, situada tiempo después de los hechos con los que acabó su predecesora y con una situación bastante complicada en el último lugar habitado por la raza humana.

Y tal y cómo pasó cuando esta serie comenzó hace un año, por el momento es complicado saber qué pensar sobre la historia que quieren contarnos. ‘Wayward Pines’ ha comenzado su segunda temporada con la ya conocida Primera Generación ejerciendo como líderes de Wayward y con un ya más crecidito Ben (Charlie Tahan) erigiéndose como el líder de quienes se resisten y se rebelan contra quienes mandan en el lugar.

Dentro de todo este conflicto es donde aparece Theo (Jason Patric), un doctor que al igual que pasó con Ethan (Matt Dillon), no sabe qué está haciendo allí ni por qué, pero no le gusta nada de nada. Gracias a él podemos ver cual ha sido el destino de Kate (Carla Gugino), herida en su lucha contra la Primera Generación, salvada por el doctor y finalmente asesinada por su propio miedo. Kate, un personaje que en la primera temporada fue de los más fuertes contra Pilcher (Toby Jones) y los suyos, que fue un pilar sobre el que apoyar la rebelión que se produjo, ahora decide quitarse la vida porque no quiere formar parte de un mundo en el que sea el enemigo quien gobierne. Kate se da por vencida en el primer capítulo, y así ‘Wayward Pines’ nos da la primera colleja en la frente que no sabemos ni cómo tomarnos. 

En esta ocasión no tenemos a Pilcher , si no a Jason (Tom Stevens) y Kerry (Kacey Rohl) como cabezas pensantes de la Primera Generación. Uno parece ser sincero en su idea por querer preservar la humanidad aunque no tanto en sus formas, mientras la otra se ha dedicado a llevar a Theo de un lugar a otro como ya hizo Pam (Melissa Leo) con Ethan en la primera temporada, transmitiéndonos ese mismo sentimiento de «miedito» que nos transmitía la antigua enfermera de Wayward Pines antes de cambiarse de bando. A pesar de todo, es la única que opina que Theo debería quedarse en Wayward y defiende la idea de que la Primera Generación debe parar de herir a los rebeldes. 

Otra que de la que no nos hemos podido librar para desgracia de quienes quieren vivir en paz en Wayward Pines es Megan (Hope Davis), postrada en una silla de ruedas pero siendo incluso más ‘creepy’ de lo que ya era tiempo atrás, y para colmo intentando asesinar a la futura suicida de Kate. Desde luego de enemigos no va corta la cosa en esta ciudad. 

Por el lado rebelde solo hemos podido ver a un Ben más adulto y descuidado que nunca entregándose a la Primera Generación, pero ni rastro de Theresa Burke (Shannyn Sossamon) o Pam, quienes al final de la primera temporada parecían estar del mismo lado que Kate y compañía pero de quien no sabemos absolutamente nada. El papel de Theo y Rebecca (Nimrat Kaur) en esta nueva historia aún es difícil de emplazar, pero da la impresión de que ambos serán algo así como los nuevos Burke, o al menos lo intentarán si Theo consigue escapar de los abbies junto a Ben y Xander (Josh Helman). 

¿Qué os ha parecido el regreso de una de las series que más sorprendieron el año pasado? ¿Creéis que está a la altura de su anterior temporada o que es demasiado pronto para juzgarla?