Por fin ha llegado el momento en el que descubrimos qué pasó realmente en la familia Pearson hace veinte años. Ha sido en un capítulo especial emitido- para encajar con la línea de tiempo- en la noche de la Super Bowl. Hablemos de lo que ha ocurrido.

Sabíamos que el momento estaría cerca pero nos negábamos rotundamente a aceptarlo. Por fin sabemos cómo murió Jack (Milo Ventimiglia), ya que descubrimos la pasada semana que no fue concretamente EN el incendio sino a CAUSA del incendio. Ya sabemos por qué la Kate de 17 años (Hannah Zeile) se siente especialmente responsable de la muerte de su padre y por qué sentía reparo por tener otro perro. Hemos visto cómo han lidiado los chicos con la fecha, la evolución respecto al año pasado y cómo han cambiado sus vidas. Randall del presente (Sterling K. Brown) ha celebrado su fiesta y, sin comerlo ni beberlo, han recuperado a Déjà (Lyric Ross), que ha corrido a casa de los Pearsons aún no sabemos por qué. Pensábamos que tendrían un nuevo niño, pero resulta que gracias a lo que Randall ha inculcado en sus hijos, Tess (Eris Baker) crecerá para dedicarse justo a las adopciones, ayudando a niños a encontrar a sus familias.

Por su lado Kate de ahora (Chrissy Metz) y Toby (Chris Sullivan) se han enfrentado a la posibilidad de perder los recuerdos, recuerdos como la cinta por la que su padre arriesgó su vida en la que aparece cantando. Y gracias a Dios que Toby ha decidido transformar esa cinta y ponerla en la nube porque madre mía, ¡quién iba a pensar que un VHS con tanta tralla pudiera durar 20 años! Suerte que ha tenido que no se hubiera roto antes…

Por otro lado Kevin (Justin Hartley), que sigue con su dramita personal, parece estar dispuesto a superar sus problemas y dejar de hacerse la víctima. Está dispuesto a ponerse en los zapatos de adulto y empezar a lidiar con sus decisiones, la primera el recuperar a su madre, a quien tenía abandonada. Y es que no sé si es el actor o el personaje y sé que es una opinión impopular, pero toda su trama me parece totalmente innecesaria y una increíble ansia de atención.

Y la que realmente nos apena en este capítulo es el ver, aunque no sea por primera vez, la reacción de Rebecca (Mandy Moore). Sigue siendo una escena TAN poderosa… Y no solo la del coche, que ya habíamos visto, sino también la del hospital. La incredulidad en sus ojos, cada una de las diminutas expresiones en su cara… ¡Aún estamos impresionados!

¿Qué os ha parecido el capítulo? Si bien es cierto que estábamos deseando ver lo que ocurría nos ha sabido a poco, ¿verdad? ¿Qué creéis que les queda por contar ahora en el capítulo del miércoles y en el resto de la temporada?

¡Hasta el miércoles!

P.D.: ¿Os habéis fijado en las últimas palabras de Jack a su mujer?

Y P.D.2.: Mirad el trolleo a la página de Wikipedia de Inhalación de humo en inglés.

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