‘The Whispers’ cierra su primera temporada con un cliffhanger impresionante y un cambio muy interesante en la trama principal. Ya sabemos qué es Drill, pero esta semana sabemos cuál es su verdadero objetivo… más o menos. A partir de aquí habrá spoilers.
La semana pasada Drill lanzó una llamada a su panda de la forma más apocalíptica-americana posible, a través de la hija del presidente y en “National TV”, código para “la hemos liado pardísima”. Y todos sabíamos que esta llamada en grupo cambiaría las cosas, pero ¿las ha cambiado como pensábamos? A mitad del capítulo nos paramos a pensar y es impresionante cuánto ha cambiado la serie desde el piloto – ¿en qué momento empezó a tratar con problemas de esta magnitud? Lo positivo: Lily Rabe y los niños actores (o adultos en cuerpos de niños, no sé, pero WOW) salvan la historia y la hacen creíble y emotiva. Lo negativo: a los americanos les pasan cosas malas, y a veces son tan malas que son incomprensibles.
Y es que no han parado de PASAR COSAS en este capítulo. El clímax llegó la semana pasada y en este casi no podemos resolver todo lo que aún queda por averiguar. El país está en crisis y la gente se empieza a movilizar (porque una niña ha gritado en directo), sin saber muy bien por qué, y Drill (o él y sus amigos) empieza a poseer a todos los niños y ex-niños con los que contactó. Así, de repente, el Club de Fans de Drill se junta para llevar a cabo su plan. Pero ¿cuál es su plan, exactamente? ¿Por qué cada niño tiene una posición exacta en la que situarse? ¿Y por qué ahora, de repente, hay suficiente poder para poseerlos a todos y TAMBIÉN a los adultos? Los adultos deben de ser lo más tonto de EEUU, porque siguen encandilados con el alienígena eléctrico, pero ¿por qué Drill no contactó con ellos en un primer momento? Así podría recoger a los niños de forma más sencilla, ¿no? Y ¿por qué secuestran a los Bennigans? ¿De verdad son la amenaza más grande para Drill? Pues chico, vete a otro país, que anda que no tienes a mano… Ay, las dudas de esta serie, cómo las echaremos de menos.
Pero lo intentan. Intentan dar sentido a todo lo que no lo tiene. Los tatuajes de Sean (Milo Ventimiglia), el foco de atención tan importante al comienzo de la temporada, vuelve a ser de utilidad. ¿Pero son útiles de verdad? El número, 11215, marca la señal con la cual Drill llamó a sus amiguitos, y la espiral tatuada también mostraba dónde se situarían los niños. Esta información es útil hasta cierto punto, porque ¿por qué querría Drill darle esa información? No ayudan a avanzar la historia porque no se responden a las preguntas que llevamos formulando desde el comienzo.
La serie comenzó con temática sobrenatural, pero ha terminado lidiando con una posible invasión alienígena, recogiendo a todos los niños de Drill de paseo en su nave espacial. Vale, bien. Durante estas últimas semanas hemos tenido que analizar las difíciles problemáticas morales de matar o no matar a un niño, aunque lleve dentro al espíritu demoníaco de un alienígena perdido, y esta semana lo tiran todo por la ventana dejando que secuestren a todos los discípulos del maldito alíen. Pero ¡eh! que no han sido los humanos. Que ha sido Drill quien ha carbonizado el cuerpo de CasanDrill (Kayden Magnuson) mientras Claire (Lily Rabe) y Wes (Barry Sloane) se quedaban en shock. “Debéis de estar dispuestos a sacrificar.” Y los niños se vuelven locos.
Es interesante pensar en la cantidad de poder que mueven estos seres desconocidos y por qué enfocan su ira/plan en el área que rodea a los protagonistas. Por qué y cómo la mujer del agente Rollins era una ex-Drilliana es algo incomprensible y absolutamente inútil para su personaje o la trama. También esta Wes, quién de repente tiene más fuerza que un grupo de adultos sanos controlados mentalmente por un alíen en el espacio, porque sí. Y al final hay heridos, muertes y secuestros de niños y más caos del necesario. ¿Qué creen que podrían haber hecho mejor, los humanos adultos? El único sacrificio lo hace Claire, llevando a cabo el plan más estúpido y comprensible del capítulo. Llegan las naves, con sus típicos focos de luz y Claire y los niños se van. Y sigue dejándonos con la pregunta – ¿por qué?
¿Qué os ha parecido el final de la temporada? ¿Creéis también que Claire podría haber salido del halo de luz a tiempo? ¿O estaba sacrificándose a propósito? Y, lo más importante: ¿para qué creéis que quiere Drill a tantos humanos? ¿Los ha sacrificado a todos para mandar una señal? Si así fuera, no tendría por qué haberles escogido tan específicamente, ¿no? En fin. Ha sido un capítulo emotivo a ratos, en tensión y entretenido por lo general y que deja la puerta bien abierta a una segunda temporada. ¿La veríais? ¡Comentemos!
PD: Espero que estéis tan ofendidos como yo con el hecho de que, de tres personajes adultos femeninos en toda la serie, dos hayan muerto y a otra la hayan abducido…