Si alguno se ha quedado dormido viendo el último episodio de ‘The Walking Dead’, está completamente justificado. ¿Qué mejor que dar un papel protagonista al personaje con menos carisma de toda la serie, Tara (Alanna Masterson), y poner de secundario al siguiente en la lista por la cola, Heath (Corey Hawkins), para hacer un episodio en el que no pase nada? De eso venimos a hablar a continuación.
Va a ser un reto juntar un número adecuado de palabras al respecto de unos cuarenta y nueve minutos rodeados y rellenos de absolutamente nada, pero nos gustan los retos. Lo que no les gusta a los guionistas de ‘The Walking Dead’, ya desde hace demasiados episodios, es narrar la acción en varios lugares al mismo tiempo. Y sentían la necesidad, vete tú a saber por qué, de darle minutos a Tara. Así que la combinación de ambos factores resulta en el capítulo presente. Que se ha cargado a Heath porque no aportaba nada en la serie y porque el actor se va a ’24: Legacy’.
No es que nos importe, pero es que tampoco nos importaba este viaje de vuelta de Tara. Igual si esto lo hubiésemos sabido antes de conocer a Negan (Jeffrey Dean Morgan) y sus métodos, igual y solo igual hubiese ayudado a acrecentar la figura del personaje, pero una vez descubierto el pastel y visto de la forma mas gráfica posible como pera no cabe ninguna justificación para presentarnos a todo un grupo de personajes nuevo para ver cómo son las consecuencias de encontrarte con él. No hay nada que no sepamos tras el episodio de esta semana, ni ninguna nueva incógnita.
Si aún fuésemos capaces de decir que nos desvivíamos por el personaje de Tara y que estábamos en un estado de perpetua inquietud por su paradero, podría caber cierta justificación de cara al ‘fan-service’. Pero, seamos realistas, ¿quién es un fan de Tara? La mayoría ni nos acordábamos que este personaje se había ido hasta que hemos visto que así era. Para un personaje que si se podían sacar de en medio con facilidad – bueno, no, que este es de los de las cuotas LGTB – y van y lo mantienen para gusto de nadie.
Por no aportar, ni siquiera da una carga dramática relevante en su conclusión, en la que simplemente vemos cómo la protagonista de ocasión se apena por la muerte de su interés romántico. Una que se ha producido como hace más de un año para los espectadores y de la que, con todo lo que ha sucedido entre medias, prácticamente tampoco nos acordábamos. La falta de ideas en una temporada que se supone que ha de ser de auge como la presente, algo que está muy puesto en cuestión, es demasiado patente. Gastar el sexto episodio de la séptima temporada en esto no sirve para más que para ganar tiempo.
Para no sabemos qué, en verdad, porque lo que al espectador le interesa ver y al guionista le interesa contar es el enfrentamiento de los habitantes de Alexandria, Hilltop y, quien sabe, una facción de Salvadores liderada por Dwight (Austin Amelio) contra toda la banda de Negan. Sin embargo, en lugar de una evolución constante y prometedora hacia dicho evento lo que obtenemos es esto. Casi una hora de Tara, sus penas y sus alegrías. Llega un punto en el que no se espera nada y, aún así, se sale decepcionado.
Culpa nuestra, por aguantar.
3 comments
