Mucho ha cambiado en Mystic Falls y las vidas de sus habitantes desde que dejamos el pueblo en la primavera. Y no sólo se debe a que muchos tienen ahora la sana costumbre de escribir un diario (y narrárnoslo con su voz en off), sino porque los nuevos personajes sobrenaturales de la serie están cortando mucho el rollo. Pero… ¿para bien o para mal?
La chocante realidad de que Elena (Nina Dobrev) ya no está en la vida de los personajes les ha afectado de distinta manera a todos, pero con la llegada de la séptima temporada el único que sigue sintiendo el dolor como si fuera el primer día es Damon (Ian Somerhalder). Eclipsado por los traumas de Alaric (Matt Davis) y la culpa/buena intención de Bonnie (Kat Graham), el trío calavera se va de viaje para olvidar y parece que lo han conseguido, más o menos. Esto es lo que deseábamos: una transición al universo después de Elena donde el peso de las tramas no cayera sobre los hombros de su cuerpo lánguido encerrado en una tumba. Queríamos una nueva fase para los vampiros de provincia a los que hemos cogido cariño pero que quizás nos empezaban a aburrir. Y aunque no ha faltado emoción, confesiones, violencia e incluso amor (¿amor post-Delena? ¿puede ser verdad?), la vuelta no ha sido cuán satisfactoria como nos merecíamos. Pero es un comienzo.
Sigamos hablando del equipo Ric-BonBon-DrunkDamon, de interraíl por Europa (más o menos) en lo que parece una despedida de solteros con trasfondo macabro donde la bruja hace de mamá anti-resacas. Quien quiera un ‘spin-off’ de estos tres, que levante la mano. Pero no todo son borracheras con té y tardes en terrazas en Amsterdam, porque cada uno tiene muchas cosas que resolver esta temporada. Elena vive en las disputas entre Bonnie y Damon, completamente de esperar, completamente adecuadas. Sí, queremos ver a Damon dudar antes de salvar a Bonnie pero salvarla finalmente. Sí, queremos ver a Bonnie resurgir y mantener el recuerdo de Elena intacto en su desarrollo personal, la larga vida que le queda – algo que su amiga querría también, ¿no creéis? Esto lleva su amistad a un punto de inflexión que no podría haber surgido con anterioridad y que, con suerte, sólo hará que mejore la dinámica y conexión entre ambos. Y hasta cierto punto incluso el comportamiento de Alaric es comprensible, ¿no? Es lo que toca después de vivir rodeado de magia y seres sobrenaturales toda tu vida: crees que tienes la piedra filosofal, y lo fuerte puede que sea cierto. La gema rosa se podría convertir en el protagonista inerte de la temporada, como lo fue la cura en su momento: el símbolo del lado bueno de la magia, a pesar del sufrimiento.
El resto del equipo también ha pasado página y de forma incluso literal, apuntando sus memorias en cuadernos que al despertar Elena deberá engullir para enterarse de lo que pasó allá el año 2015 con sus amigos. Personalmente preferiría ver una película que leer sesenta años de cotilleos, pero es un sentimiento bonito que rinde homenaje a la protagonista de las pasadas seis temporadas a la vez que hace referencia al título y comienzo de la serie. A través de Caroline recapitulamos lo que ha pasado en nuestra ausencia, y a partir de ahí se empieza a entrever cómo cubrirán el agujero con forma de Nina Dobrev que está en el centro de la ciudad.
Los Herejes, también conocidos como los atractivos vampibrujos recién despertados de la siesta, siguiendo (a medias) las órdenes de Lily Salvatore (Annie Wesching) se van de vacaciones al encantador pueblo de Mystics Falls. En busca de sangre y venganza, interrumpen maleducadamente la graduación de los prometedores futuros policías de la zona, dejando como único superviviente humano al ser mortal con mayor suerte del mundo: el encantador Matt (Zach Roerig). La panda sedienta no viene sin razón, Matt y Caroline les intentan matar con una bomba ‘homemade’ (receta dada vía teléfono por El Manitas Saltzman), sin preocuparse en comprobar si su hazaña había sido efectiva. Una escena entretenida, por cierto, recordando a la introducción de los Originales, con Caroline sacrificando su chaqueta vaquera por el mal de todos. Estos enfrontamientos dan pie al nuevo Mystics Falls: sin humanos. Este éxodo llevado a cabo por un par de vampiros equipados tan sólo con sus ojos hechizantes deja un poco de desear, pudiendo ver huecos en todo el plan. ¿Por qué Matt, el único humano de la zona, patrulla la ciudad vacía? ¿Al menos ya es jefe de policía? ¿Cuánto tiempo deberá estar la ciudad vacía hasta que el resto del mundo piense en indagar? ¿No pueden los Herejes irse a otro pueblo a causar jaleo? El cómo lidiará nuestro grupo con los vampibrujos será el eje de la temporada y seguro que lo hacen realmente entretenido porque no todos tienen la misma idea. ¿Qué creéis que ocurrirá?
¿Qué os ha parecido lo nuevo de “The Vampire Diaries”? ¿Qué opináis del beso de Steroline? ¿Y del lado que ha elegido Enzo (Michael Malarkey)? Será el nuevo villano de la temporada? ¿Y cómo creéis que Ric lidiará con su plan de resucitar a Jo? ¡Ah! ¿Y esos ‘flashforward/backs’ que hemos tenido? ¿A que se deben? ¡Comentemos! (Y os dejamos la promo del próximo capítulo.)
P.D: Muy a favor de la pareja entre las dos vampibrujas – ¡estáis en el siglo XXI, podéis daros la mano!
5 comments