“The Vampire Diaries” ha llegado al final de una era y, en este capítulo se ha notado. La despedida de Nina Dobrev ha sigo el enfoque principal, y aunque fuera necesario, no ha cerrado la temporada de la forma que se merecía. Si aún no lo has visto, a partir de aquí hay MUCHOS ‘spoilers’.
La temporada en general ha sido frustrante en el mejor de los casos, y aburrida en el peor. Y este capítulo ha dejado mucho que desear. Quizás sea porque la segunda mitad de esta sexta temporada ha tenido una nube lluviosa encima llamada “Nina Dobrev se pira” que ha dirigido muchas (si no todas) de las tramas según afectarían a su personaje. Pero es la tradición de “TVD”, ¿no? La serie es simplemente el diario de Elena Gilbert, por lo que todo debería girar en torno a ella. Sí, este capítulo, su despedida, debería girar en torno a ella, pero lo han hecho tan mal que hasta los momentos más emotivos no han podido disfrutarse como tal.
Empezamos el capítulo con las secuelas del ataque de Kai (Chris Wood) en la boda de Jo (Jodi Lyn O’Keefe) y Alaric (Matthew Davis). Porque es lo que pasó, ¿no? ¿Hubo una casi-boda trágica donde asesinaron a la novia y sus gemelos aún en su útero? Nah, qué va, si todo esto era una fiesta por Elena la ahora humana y sólo la hirieron a ella. Por eso no viene ninguna ambulancia ni coche patrulla; por eso después de que Elena lleve horas limpita y tranquila en coma en una cama de hospital el clan Génesis y compañía siguen moribundos en la iglesia. POR ESO Alaric sigue abrazando a su mujer ensangrentada y muerta sin que nadie le ayude. Acaba el capítulo y sigo esperando que den un veredicto real y médico sobre Jo. No es posible que en un capítulo dedicado al final de muchas vidas no tengan ni un segundo para llorar por quien fue el amor de Alaric en la última temporada, sobre todo tratándose de un capítulo que transcurre el día de su boda. Sabemos que a los protas de la serie poco les importa el clan de los brujos, pero ¿nadie más en esa sala merecía ayuda médica? Estos detalles no favorecen en absoluto a lo que podría haber sido un final justo para todos.
Porque Tyler (Michael Trevino) también se ha despedido de la serie, ¿no? Era evidente que su despedida no iba a ser ni la mitad de emotiva que la de Elena, pero en medio de la masacre su despedida ha sido sorprendente – ¿sigue vivo? Han conseguido en el último momento darle un poco de trauma personal que le va a marcar de por vida, matando a su novia para convertirse en hombre lobo… ¿Guay? ¿Podría haber matado a cualquiera de los otros Géminis de la zona? ¿O matar a su churri de una forma menos dolorosa que asfixiándola? ¿Quién escribió esto? Ah, sí, los mismos que han matado a Jo y la han metido en un maletero de coche. Algo sí está claro, aunque lobo-Tyler consiguiera salvar a Alaric en el aparcamiento, su futuro nos da bastante igual, ¿o no? P.D.: Jo va a seguir viva después de pensarlo un poco, porque Julie Plec es mala malísima, pero no tanto como destruir a Alaric así, ¿no? Pensemos en eso, durmamos tranquilos.
Una de las tragedias de toda esta situación es la ironía que rodea al personaje de Damon (Ian Somerhalder) y su relación predestinada con Elena. A punto de tenerlo todo (¡todo! Vida humana, hijos y casa en los suburbios incluida) se lo arrebatan todo. Sólo doy gracias porque éste esperase a tomarse la cura, porque al menos la tragedia de “viviré sesenta años esperándote” está muy en línea con la parejita de oro y compensa un poco el horror del capítulo. Pero ahora que Elena no está, ¿cómo vivirá esos sesenta años? Y decimos sesenta muy felices, pero yo espero que Bon-Bon (Kat Graham) llegue a los 110 vivita y coleando (es bruja, vale). Pero, tengamos la opinión que tengamos de Damon, este capítulo ha redimido hasta el último recuerdo de su pasado criminal. No sólo ha escogido a su amiga antes que a Elena, lo cual es casi tan revolucionario para la serie que parece demasiado orquestado para su despedida, si no que ha matado al Big Bad con un manotazo mortal. De verdad, ¿alguna vez hemos visto una muerte tan fuerte y gore? Colleja y cabeza fuera cual Barbie. ¡Magnífico!
Kai ha sido, sin duda, lo único que ha podido salvar esta temporada, y por mucho dolor y sufrimiento que haya traído, odiarle ha sido lo mejorcito del capítulo. Y le han despedido bien, ¿no? El genio loco acaba su vida como un Vampi-brujo que no morirá de un ataque de hombre-lobo, ha asesinado a toda su familia y ha creado un hechizo infalible que rompe las vidas de dos personas de forma casi permanente. Pedazo de personaje, ¿no? Que cayera sin esperárselo ha sido satisfactorio cuanto menos, después de hacer todo el mal que podría. Hemos llegado a lo más profundo de este personaje, hemos visto hasta el interior de su cuerpo, y ya era hora. ¿Qué os ha parecido su muerte?
Vale, vamos a lo importante. Elena. Por favor, pregunta seria, ¿cuántos preferíais la muerte de Elena antes que este coma eterno? Se puede argumentar que ambas opiniones son válidas, porque este coma reconforta a todos los personajes de la serie (¡QUE SIGUEN VIVOS!) y les sube la autoestima un poco, dándoles esperanza y quitándoles algo de la sensación de culpa. Así, Caroline (Candice Accola) no va a tener que desenchufar su humanidad, Jeremy (Steven R. McQueen) no va a darle a la bebida, y Damon va a soñar con su vuelta y los coches voladores que tendremos para entonces. Pero hay algo que no sé si han explicado (por favor, comentemos estas dudas porque los agujeros negros en el mundo de “TVD” son lo peor): ¿el cuerpo de Elena no va a hacerse mayor según pasa el tiempo? Ya es humana, ¿van a pasar sesenta años y ella va a estar sin patas de gallo? ¿Cómo puede vivir/dormir encerrada en un ataúd sin estar enchufada a una máquina que le de de comer/beber/atrofia muscular? ¿El hechizo de Kai es tan avanzado que tiene todo esto pensado?
La mitad del capítulo lo forman lo que parecen ‘flashbacks’ entre Elena y sus BFFs que acaban siendo escenas soñadas en realidad virtual o algo así. Consiguen que así Elena se despida de todos de forma personalizada, dándoles consejos tan buenos como “Siempre te vi siendo poli” a Matt (Zach Roerig), o teniendo un ’sleepover’ con sus dos mejores amigas. De estas escenas la más bonita es la que tiene con Bonnie, recreando la primera vez que ésta le enseño a Elena sus poderes. Pero el resto se quedan algo cortas o redundantes… ¿Qué os ha parecido?
Bueno, Steroline tiene sus momentos también, porque Caroline queriendo estar sola no es válido para nadie. Y así nos quedamos, como si Stefan hubiese cantado una de “When you’re ready come and get it, nananana” al lado de la hoguera, medio metiéndola prisa medio no para empezar su relación. Porque TODAS las relaciones platónicas entre chicos y chicas tienen que acabar en romance, está clarísimo. Aún así, su charla al final del capítulo es bonita y también despide bien a Elena, quien fue la que le trajo de vuelta a su hermano, a quien necesita más que a nadie. Bonito.
El futuro de la serie es muy, muy incierto. Tan incierto que nos ponen una escena ‘flashforward’ de Mystics Falls que puede ser lo más ambiguo del mundo para dejarnos claro que no tienen ni idea de lo que van a hacer. ¿Distopía vampírica? Ahora que los famosos herejes están en casa, ¿arderá el mundo con sus mega-poderes? Sin el clan Géminis estamos en peligro y la ruinosa Mystics Falls seguro que tiene que ver algo con ellos. (Y Damon qué se cree en esa última escena, ¿Batman?) Por favor, si nos llevamos algo de este capítulo que sea el mensaje de texto de: TY WEREWOLF KAI VAMPIRE. Eso sí es un sms efectivo señores.
¿Qué os ha parecido este final de temporada? ¿El final de Elena? ¿La muerte de tanta gente? ¿En especial Jo? ¿Cómo véis el futuro de los personajes que quedan? ¿POR QUÉ no ha habido reencuentro entre Bon-Bon y Tonto-Jer? ¿Por qué no convierten a Bonnie en vampira y así muere y Elena revive? ¡Comentemos mucho abajo!
19 comments