El engaño y la traición están a la orden del día en ‘The Shannara Chronicles’ y este capítulo no iba a ser menos. Amberle (Poppy Drayton) y compañía tienen que enfrentarse a un enemigo inesperado, pero no todas son malas noticias: ¡por fin un capítulo en el que ella y Eretria (Ivana Baquero) no intentan matarse mutuamente!
La serie que más fantasía derrocha ahora mismo en televisión pasa el ecuador de su primera temporada con muchas historias abiertas a las que no les faltan problemas por todos lados, incluso ¿muertes? que no sabemos muy bien como tomarnos. El demonio infiltrado por Dagda Mor (Jed Brophy) en el palacio elfo consigue hacerse pasar por Eventine (John Rhys-Davies) sin levantar ninguna sospecha y ganándose la total y absoluta confianza de Arion (Daniel MacPherson), el cual cada vez hace más méritos para no merecerse en el futuro esa corona que tanto quiere. De un momento para otro su padre ha dejado de confiar en Allanon (Manu Bennett), así si más, y no solo eso si no que engaña a todos para poder encontrar un arma que, según lo dicho por el druida, ayudará a Dagda Mor en su afán de acabar con todo. Así pues, Arion es incapaz de plantearse dudas sobre el cambio de opinión de su padre y ¿asesina? a Allanon, o al menos eso es lo que parece, pero el hecho de que el cuerpo de este desaparezca sin dejar rastro nos lleva a la duda de si realmente esta muerto o si sus poderes han conseguido salvarle. Por el bien de todos y del propio Arion, más vale que la magia haga efecto y esté sano y salvo recuperándose lejos de allí, de verdad.
Pero a pesar de lo grave de la situación alrededor de Ellcrys, hay dos frentes abiertos aparte que no se quedan ni mucho menos atrás. Amberle y el resto de su grupo consiguen llegar a Pykon, un lugar del que no se decía nada bueno pero que a primera vista parece bastante acogedor. Aún así ya sabéis lo que se dice, no puedes fiarte de las apariencias, pero ni siquiera Wil (Austin Butler), muy desconfiado al principio, es capaz de evitar que caigan en la trampa. Remo consigue hacer a todos prisioneros y, después de conocer la identidad de Amberle (que no ha estado muy avispada ahí, sinceramente) no duda ni un segundo en torturarla. Para su desgracia, Mag (Anais Shand) se alía con Wil y entre ambos consiguen detenerle antes de que le haga un daño mayor a Amberle.
Mientras todo esto ocurre, el triángulo amoroso (y totalmente innecesario) entre Wil, Amberle y Eretria va un paso más allá cuando esta última intenta seducir a Amberle sin demasiado éxito, y está a punto de significar una nueva disputa cuando Wil y Amberle se besan, después de que este la salve de Remo. A pesar de todo en esta ocasión Eretria no se deja llevar por el descontento de la situación y decide quedarse con ellos cuando Cephelo (James Remar) intenta dejarlos atrás. La sorprendente aparición del mismo demonio con el que se enfrentaron en el capítulo anterior acaba con Crispin (James Trevena-Brown) muerto, Wil, Eretria y Amberle cayendo al vacío y Cephalo traicionándolos de la forma más ruin posible. ¿Conseguirán salir los tres de esta sin problemas? ¿Tendrá Cephelo por fin algún día el castigo que se merece? Y volviendo al conflicto amoroso que se traen entre manos (muy oportuno todo con la situación fin-del-mundo que está ocurriendo sí), ¿seguirán dando bandazos unos y otros o veremos esto solucionado pronto? Además nos asalta de algo que ocurre justo antes de que lleguen a Pykon, más concretamente cuando deciden cambiar de rumbo e ir por allí. ¿Por qué Wil deja una marca de sangre en un árbol? ¿A quién le está dejando el rastro del camino que están siguiendo?
Pero este capítulo también ha servido como punto de inicio a lo que puede ser una coalición de razas contra Dagda Mor, más aún después de haber visto el verdadero potencial del demonio. Ander (Aaron Jakubenko) y Tilton (Emilia Burns) parecían haber perdido la confianza después de que Slanter (Jared Turner) los dejase tirados en medio de la nada, a pesar de la insistencia de Ander en no ser hostiles con el gnomo. Pero Slanter por muy asesino que sea no parece tonto, y tras observar con sus propios ojos el poder que tiene Dagda Mor no duda en volver a por ellos para firmar la paz y luchar contra el enemigo común. ¿Se unirán todas las razas en esta guerra que se avecina? ¿Serán capaces de enfrentarse al ejército de Dagda Mor? Y lo más importante aquí: ¿Descubrirá alguien que el verdadero Eventine ha muerto antes de que sea demasiado tarde?
Muchas preguntas y muchos problemas se plantean para los cuatro capítulos que restan de temporada, con amigos convirtiéndose en enemigos en el momento menos adecuado y enemigos convirtiéndose en amigos cuando más se les necesita. ¿Qué os ha parecido el capítulo?
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