Cuando la misión de los protagonistas de ‘Shannara’ no había hecho más que empezar, su viaje se llena de imprevistos y, con inesperado final, este último capítulo nos deja a todos descolocados. Si aún no has visto el último capítulo, mejor que no sigas leyendo, ya que esta entrada podría contener spoilers.

En un flashback 10 años atrás, una pequeña Amberle (Poppy Drayton) juega frente al Ellcrys con Lorin (Mattias Inwood) cuando la niña se atreve a apoyar la mano en el árbol, revelándole aterradoras visiones. Cuando se lo cuenta a su padre, el príncipe Aine (Roy Snow), sospecha que algo se acerca, y es entonces cuando acude al encuentro de su padre, el rey Eventine (John Rhys-Davis). Sin embargo, un grupo de gnomos, aparentemente parte de la rebelión, asesinan al príncipe.

De vuelta al presente, Amberle, acompañada por Wil (Austin Butler) y una esposada Eretria (Ivana Baquero), es asaltada por Cephalo (James Remar), quien pretende hacerse de nuevo con las piedras élficas.

 

Esos flashbacks de hace diez años nos han desvelado lo que serán, sin duda, las bases de muchas de las acciones de los personajes en el presente. La familia real es digna de un párrafo para sí sola. Los tres príncipes, Aine, Ander (Aaron Jakubenko) y Arion (Daniel McPherson), herederos al trono; Aine animaba a su hija Amberle ya desde pequeña a convertirse en una de los Elegidos, a pesar de que nunca se había seleccionado a un hombre; Ander mantenía una relación con la actual comandante Tilton (Emilia Burns), y Arion, era igual que en el presente: un amargado obsesionado con el reinado de su padre. La muerte de Aine a mano de los gnomos trastorna al rey, y eso ha quedado muy claro. Lo que no sabemos es que pudo pasar entre la comandante y Ander para que su relación terminase y esta acabase en brazos del siniestro Arion…

Por otro lado, está claro que lo de Amberle venía de fábrica, y que estaba destinado a la misión que el Ellcrys le asignó. Y que su padre sabía que si hija tenía algo especial.

 

La travesía que Amberle emprende, acompañada de sus compañeros de viaje se ve alterada cuando Cephalo y su gente quieren recuperar las piedras élficas de Wil, y, de paso, liberar a su hija. Lo que tarda en hacerlo menos de cinco minutos. Los elfos otra cosa no, pero poco hábiles lo son un rato largo. Y, si a eso le sumamos la presencia de Wil… la pobre Amberle no va a durar dos telediarios viva.

Finalmente, es la persona que menos se esperaba la princesa élfica que les ayudase la que les libera, y no es otra que Eretria. La pobre niña está desesperada por librarse de su padre, quien, por lo que parece, da su brazo a torcer, y echa una mano a Wil y a Amberle cuando los demonios empiezan a perseguirles por le bosque.

Pero estas alianzas no son lo que más nos sorprenden del capítulo. La muerte del rey Eventine a manos de un cambiante es lo que desencadenará la trama a partir de ahora. El reino de los elfos se encuentra sometido a las órdenes de un demonio, y, con el rey fuera de juego, ¿cuánto tardarán los príncipes herederos en intentar recuperar su trono?

¿A vosotros qué os ha parecido el capítulo? ¿Os ha gustado? ¿Qué opináis de las alianzas de Eretria y Cephalo? ¿Oculta algo el príncipe Arion? ¿Debería el príncipe Ander reaccionar ante la obsesión de su hermano por convertirse en rey? ¡Animaros a comentar el capítulo con nosotros!

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