‘The Royals‘ ha vuelto con la mamarrachada muy subida esta temporada, pero nos encanta cuando una serie coge fuerza y se enorgullece de ser tal cosa. La semana pasada con el asunto del juguete sexual de la reina (Elizabeth Hurley) y de las “tretas” del rey (Jake Maskall) la cosa fue mucho peor, pero esta semana tampoco podemos quejarnos.
Sí, tenía que pasar así porque sino la serie no tiene sentido: justo cuando nos revelan quién es el interés amoroso del príncipe perdido en una isla -aka Robert (Max Brown)-, nos enteramos de que ese mismo interés amoroso es el que se está tirando el otro príncipe, #KingLiam (William Moseley), y que Robert vuelve. Lo peor es que el pobre se ha hecho sus teorías de cómo va a ser su vuelta pero es que no tiene ni idea de que se va a encontrar, ¿quién podría imaginarse algo así? El chaval ni siquiera sabe que su padre está muerto.
Eso sí, la trama muy al estilo ‘Arrow‘ pero sin coronas de por medio tiene todas las de convertirse en el culebrçon del año -siempre detrás de ‘Empire’, claro-.
En cambio Eleanor (Alexandra Park) sigue a su bola y a su ritmo, ¿os imagináis que al final acaba siendo ella la reina? Mientras marea a Jasper (Tom Austen), que nunca jamás nos gustó para ella, se autotortura y al mismo tiempo intenta salir de las drogas y de la autoflagelación a la que se estaba sometiendo. Eso sí, todo con tranquilidad, porque ya verás tú que risa si un día aparece con una sobredosis en el palacio, ¿es que a nadie le importa la salud de esta chica?
Desde luego no parece importarle a Jasper que, mientras intenta “ganar su corazón” parece estar haciéndole un favor… A ver, Jasper, hijo mío, a nadie le importa tu opinión o a quién le des codazos en la cara.
Pero nada, Eleanor continúa su idealización de la historia de amor fallida desde el principio, ahora con un ejemplo histórico de porqué su relación puede salir bien. Eleanor, reina, ¡puedes hacerlo mejor! Pero nada, ella sigue empeñada en hacerse un Effy de ‘Skins‘…
Pero desde luego lo más mamarracho de la serie sigue siendo Cyrus, que va a un talk show para decir que tiene cáncer y que se va a morir, todo vestido de violeta como si fuera el Joker y tratando el tema de la manera más fría de la historia. Aunque más frío aún es el presentador, que con los dos ******* que Cyrus no tiene le pregunta si lo hace para ganarse el cariño del público.
Esta trama, mientras, suena igual que ‘Empire‘, ¿os acordáis? Parece que ‘The Royals’ bebe de todas las series del mundo para no tener que inventarse nada nuevo, que estaría bien por una vez.
Esta tercera temproada, de todas maneras, tiene mucho mejor pinta que la anterior, que no consiguió enganchar como lo había conseguido la primera. Con la vuelta de su majestad Robert veremos como las cosas se sacuden y revuelven aún más en el palacio y, ¿quizás cierta rivalidad entre hermanos? No nos gustaría mucho, queremos más bien algo de hermandad para que ellos tres sean al mismo tiempo los reyes de Inglaterra… ¿o es que eso no es posible?
Nos vemos la semana que viene con más royals y, a ser posible, con más tramas telenovelescas.