Decimos adiós a una serie que desde el principio estaba condenada no solo por la audiencia sino también por la propia cadena que en algún momento le dio luz verde. La historia de los mensajeros ha llegado a su fin pero tenemos que hablar de lo que ha pasado en el último episodio. Ten cuidado si no lo has visto porque a continuación encontrarás ‘spoilers‘.
El último capítulo de esta accidentada serie no se ha sentido como un final, todo lo que ha pasado en los últimos minutos ha sido muy precipitado y enfocado a una continuación, lo cual es siempre un error y en el caso de ‘The Messengers‘, aún más.
Sabíamos qué pretendían hacer los jinetes del Apocalipsis pero no sabíamos dónde ni cómo exactamente lo iban a llevar a cabo y para ello entran en juego las visiones de Joshua (Jon Fletcher) que aunque fallan más que una escopeta de feria acaban guiando a los mensajeros hacia su destino de algún modo. Así pues la lucha entre el bien y el mal no parece estar demasiado equilibrada ya que hasta el Hombre (Diogo Morgado)es derrotado en medio segundo por los malvados jinetes.
Los caminos de Dios son misteriosos, dicen y parece que así es porque pese a las visiones y demás tareas que parecía haberle encomendado a los mensajeros al final no han sido realmente sus acciones los que han detenido la apertura del quinto sello. ¿Han conseguido los mensajeros parar el Apocalipsis? Sí y no. No porque realmente solo se han dejado matar para parar el lanzamiento de los drones y no han tenido éxito porque los pobres han tenido la gran idea de hacer un escudo humano pero no han escudado a nadie realmente, todos querían llegar y, evidentemente, ninguno lo ha hecho. Al final ha sido el mismo Dios el que ha tenido que remangarse y ponerse manos a la obra para detener la lluvia de los drones, o para convertirla en lluvia milagrosa más bien porque no solo ha detenido el quinto sello sino que ha provocado milagros a diestro y siniestro. «Leo (Justin Bruening), levántate y anda» le ha faltado decir a Dios desde las alturas pero el hecho es que el padre de Michael (Zeb Sanders) ha recuperado la sensibilidad en las piernas y a su hijo todo en un día, mejor que Navidad.
Además, por supuesto la «lluvia milagrosa» ha sanado las heridas de bala de nuestros ángeles y se han levantado como si nada hubiera pasado y es que es probable que ellos realmente creyeran en la intervención divina, con lo cual nunca arriesgaron realmente sus vidas. Por lo tanto los mensajeros sí que han colaborado en la detención de la ruptura del sello con sus intenciones, con su fe, que ya sabemos que para Dios es lo realmente importante por lo que ha decidido darles una oportunidad y también porque parece que su trabajo no está realmente acabado. Los demás mensajeros de la Historia siempre habían perdido a algún miembro para la causa pero parece que el séptimo grupo de ángeles son el ojito derecho del gran tipo.
No ha sido un mal último episodio para nada, pero el problema ha sido justamente la esperanza de los creadores en su renovación y su interés en dejar este capítulo enfocado a la producción de una segunda temporada. Tenemos a Amy (Madison Dellamea), el adorable anticristo guiada por su «padre» para la destrucción del arcángel Michael que, efectivamente, es el hijo recientemente recuperado de Vera (Shantel VanSanten). ‘The Messengers‘ ha resultado ser una magnífica representación moderna de la Biblia y seguramente si se le hubiera dado la oportunidad de una continuación habríamos acabado viendo a todos los míticos personajes llevando cazadoras de cuero y zapatos de tacón. Visto de ese modo hasta da pena que se acabe porque ¿quién no querría ver a Jesús y a María Magdalena en los tiempos modernos? La verdad es que las sagradas escrituras adaptadas a la pantalla y a los tiempos que corren podrían haber sido de lo más interesantes si hubiera contado con mejores guionistas porque lo cierto es que esta serie se ha tambaleado mucho durante sus trece capítulos.
Desde el primer episodio todos los que seguimos asiduamente las series de ‘The CW‘ en los últimos tiempos nos llevamos un buen chasco al ver que la ‘The Messengers‘ seguía la línea del pasado del canal en vez de la novedosa y excitante veda que abrieron series como ‘The 100‘ o ‘Jane The Virgin‘. Su planteamiento era bastante correcto y hemos visto en 13 episodios suficientes ‘plot twists‘ para que se nos diera la vuelta la cabeza como a Amy pero en todo momento ha habido algo que fallaba y que hacía que cada capítulo pareciera una broma de mal gusto, un quiero y no puedo básicamente. Ahora solo nos queda despedirnos de nuestros siete mensajeros y encomendarnos a Dios porque estos ángeles no van a volver para salvar a la humanidad de los males que la acechan. Y a ti, ¿qué te ha parecido la serie en general? ¿te ha gustado este final o hubieras preferido uno más cerrado? Esperamos tus opiniones en la sección de comentarios.
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