Conocemos esta semana los orígenes de la pareja de villanos de esta temporada, aunque bien podríamos decir que realmente solo uno de ellos es considerado realmente como tal. ¡Comentemos los hechos!
Parece ser que DeVoe (Neil Sandilands) y Marlize (Kim Engelbrecht) se conocieron en un interesante debate sobre la ética y el uso de la tecnología, en el que ya desde buen principio chocaban con puntos de vista muy distintos. Mientras ella creía que la culpa era del uso que el ser humano hacía de la tecnología, y no de esta misma per se, él se orientaba más a la creencia de que la mera presencia de invenciones y tecnología lastaba a la humanidad.
A pesar de todo, dos mentes tan preclaras y brillantes estaban destinadas a terminar juntas, como nos van mostrando a lo largo de distintos recuerdos de Marlize, convenciéndonos de que realmente hacían buena pareja. En la actualidad, sin embargo, las cosas son bastante diferentes, y es que ella, harta de ser manipulada y ninguneada, dice haber perdido a su marido, al que amaba, a costa de The Thinker. Así pues, no nos sorprende la decisión que toma, y nos atrevemos a decir que este giro inesperado no estaba en los cálculos de Clifford y es quien precisamente hará descarrilar sus planes ayudando de alguna forma al Team Flash. Como bien apunta Marlize, usando las palabras de su esposo: ‘No eres nada sin mí’.
Por otro lado, parece ser que Harry (Tom Cavanagh) tiene sus propios problemas: el constante uso de la Thinking Cap hace que su mente ya no sea lo que era, y sus ideas se están perdiendo poco a poco. Suponemos que esta trama y su conexión con las intenciones de DeVoe se acabarán cruzando de alguna forma, y tampoco nos da buena espina el hecho de que Wells haya encontrado la habitación secreta y se haya reencontrado con Gideon. ¿Volveremos a ver al Wells villano de la primera temporada? ¿Es posible que sus funciones neuronales motoras acaben siendo también lastradas por el abuso de materia oscura y acabe de alguna forma en silla de ruedas? Sería una manera de rescatar a aquel villano pero de otra forma. En todo caso, esto es solamente una teoría, pero la posibilidad está ahí.
Cisco (Carlos Valdes), por su parte, tiene problemas en el paraíso. Ante la difícil decisión de irse o no a ejercer de Breacher en la Tierra-17, se abre una brecha (no pun intended) en su relación con Gypsy (Jessica Camacho). No tardan en descubrir que no solo no están en la misma página, sino que están en distintos universos (literalmente en este caso), y a pesar de que ambos piensan lo mismo, que no desean que Cisco acabe trabajando de Breacher en otra Tierra, los motivos que los conducen a esa decisión son bien opuestos. Él quiere más tiempo para ellos, a solas, sin las constantes idas y venidas. Ella está cómoda en ese estado de relación casi casual. Así pues, la ruptura es la consecuencia de esto. Con lo que le costó a Cisco hallar una pareja con la que se compenetrara tan bien a lo largo de cuatro temporadas…
Mientras tanto, seguimos sin Killer Frost (Danielle Panabaker), y esperemos que lo recuperen pronto de alguna manera, puesto que el equipo está bastante tocado ya, sin sus poderes gélidos, con Cisco a medio gas por la ruptura, Harry afectado mentalmente y la ausencia de Ralph.
¡Os dejamos con el avance del próximo episodio! Mientras, contadnos qué os ha parecido el episodio y si ya tenéis claro quién es esa misteriosa chica que se presenta en casa con un regalo para el bebé. ¿Seguimos pensando que es la futura hija de Barry (Grant Gustin) y Iris (Candice Patton)?