Tras muchos meses de espera, ‘The Flash‘ ha vuelto a nuestras vidas con un capítulo lleno de novedades, acción y, sobre todo, emoción. Mucha emoción. De esa que te deja feliz y triste a partes iguales. De esa que intenta romperte el corazón pero no lo consigue del todo. De esa… bueno, mejor hablemos de ello con un poco más de calma a continuación porque hay varios temas que tenemos que comentar.
‘The Flash‘ ha jugado con nuestros sentimientos desde el principio de los tiempos, es una de sus cartas más poderosas y ha sabido jugarla a la perfección una vez más en esta ‘season premiere‘. No obstante, también contamos con 23 capítulos de experiencia a nuestras espaladas y, aunque a Greg Berlanti y compañía sean plenamente conscientes de que estamos muy implicados con ‘The Flash‘ y sus personajes, hay ciertos detalles que se ven venir de lejos, más que nada porque es algo que nos han intentado colar en otra ocasión. Sí, me estoy refiriendo a todo lo que concierne a Ronnie Raymond (Robbie Amell). Porque resulta que el hombre que salvó Central City no era Barry Allen (Grant Gustin) como todos estábamos pensando.
Por segunda vez, Raymond se sacrifica para salvar a su amada y a toda la ciudad de una catástrofe inminente y, por segunda vez, su cuerpo ha vuelto a desaparecer sin dejar rastro. ¿No habíamos visto esto antes? ¿No es todo demasiado conveniente? Firestorm sigue siendo una parte muy importante de ‘The Flash‘, pero gracias a los compromisos laborales del pequeño de los Amell, había que sacar a Ronnie de en medio… pero no para siempre, porque todos estamos de acuerdo en que va a volver tal y como lo hizo la primera vez, ¿no? Un movimiento inteligente, pero previsible, así queda explicado por qué Robbie Amell no forma parte del elenco de ‘Legends Of Tomorrow‘ ni ‘The Flash‘ mientras que su otra mitad, Victor Garber, está a tiempo completo.
Sin embargo, la desaparición de Ronnie abre las puertas a una de las tramas principales (y más interesantes) que se van a desarrollar durante esta segunda temporada: otras Tierras. De hecho, ya se ha confirmado que veremos Tierra 2, lugar donde muy probablemente se encuentre Ronnie en estos momentos, y, también, lugar de procedencia de otra de las grandes novedades: Jay Garrick (Teddy Sears), el Flash original y futuro mentor de Barry que hace acto de presencia al final del capítulo.
Por otro lado, también me atrevo a pensar que los viajes entre Tierras explicarían por qué Tom Cavanagh sigue siendo regular cuando sus dos personajes fallecieron en la temporada anterior, ¿es posible que Dr. Wells vuelva a la vida de alguna forma? ¿o que viaje de vuelta desde otra realidad? Si su presencia va a seguir siendo constante y en todos los capítulos… ambas parecen las únicas opciones que tienen sentido.
Además, todo parece indicar que estos viajes se van a empezar a hacer pronto, si Jay Garrick aparece justo ahora es por algo, y todo apunta que ese algo ya tiene nombre, un nombre que hemos estado escuchando durante todo el verano: Zoom, el gran antagonista de la temporada, descrito por los responsables de la serie como un villano “aterrador e increíblemente rápido, mucho más que Flash y Reverse Flash y que pondrá a Barry en más de un aprieto“. Suficiente información como para mantenernos en vilo hasta que haga acto de presencia.
Pero más allá de todas estas novedades, y las que todavía no hemos visto, el Team Flash ha crecido a un nivel personal muy grande desde la aparición y posterior desaparición de la “singularidad” en Central City. El acto heroico de Ronnie ha pasado factura a todos pero de maneras muy diferentes, las más destacadas, como es lógico, son las de Caitlin (Danielle Panabaker) y Barry. Y lo más curioso es que ambos han reaccionado exactamente igual: separándose de sus seres queridos.
Para Caitlin ya es la segunda vez que esto sucede, esta casi que peor porque se ha llegado a quedar sin noche de bodas, pero Barry ha afrontado el “sacrificio” de su amigo de una forma distinta a lo acostumbrado, aunque también entendible.
No obstante, Barry ha vivido mucha tragedia en su vida y ha sabido apoyarse en sus seres queridos para superarla, sabe que necesita a su familia y amigos tanto como él los necesita a ellos, y apartándolos de su vida no va a conseguir que dejen de morir, más bien todo lo contrario. Y lo que es lo mismo, el Team Flash no es nada sin Flash y viceversa, porque el salvar a inocentes ya se ha convertido en un hobbie para todos y una necesidad para una ciudad que está constantemente bajo ataque, al igual que su vecina Star City, pero las diferencias entre ‘Arrow‘ y ‘The Flash‘ han vuelto a saltar en este mismo tema, ya que lo que a Oliver Queen (Stephen Amell) le ha llevado 3 años entender, Barry lo ha hecho en 6 meses, not bad.
Por otro lado, Barry y Caitlin no han sido los únicos en madurar emocionalmente durante todo este tiempo, la pérdida de Eddie (Rick Cosnett) ha hecho mella en Iris (Candice Patton), no se nota tanto pero sí que ha cambiado y parece haber sentado ¡por fin! la cabeza; Cisco (Carlos Valdes), por su parte, está pasando por una serie de cambios de los que ya le advirtió Dr. Wells cuando se despidió de él, su transición a metahumano es cuestión de tiempo y la visión que ha tenido en este capítulo junto a Atom Smasher puede (o no) ser una pista de hacia dónde nos quieren llevar en el futuro; Joe (Jesse L. Martin) ha sabido darle espacio a su hijo adoptivo y lo ha vuelto a recibir con los brazos abiertos una vez éste se dio cuenta del error que ha cometido al separarse de su familia; incluso un recién liberado Henry Allen (John Wesley Shipp) ha decidido marcharse por el bienestar de su hijo en vez de quedarse a disfrutar de una nueva vida junto a él.
Y yo no sé vosotros pero las escenas Joe-Barry Barry-Henry me matan muy lentamente.
En resumen, y para finalizar, ¿ha sido un buen inicio de temporada? Desde luego, y lo que está por llegar promete superar con creces todo lo que vimos durante la primera temporada, ¿preparados? ¡Yo ya lo estoy! 😉
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