Esta temporada han coincidido el estreno de dos series de temática bastante similar como son ‘Victoria’ y ‘The Crown’. La primera fue emitida en televisión por ITV mientras que la segunda se trata de una producción original de Netflix pero para cualquiera que haya visionado ambas estará de acuerdo en que bien podría haberse tratado de productos paralelos o creados por las mismas personas. Esta semana comentamos qué tienen ambas series que las hacen tan parecidas pero también hablamos de sus diferencias.
Es normal, pensaréis, que dos series que cuentan historias sobre reinas que ascendieron al trono de Reino Unido jóvenes se cuenten de manera parecida porque también la Historia se ha encargado de relacionarlas. Sin embargo las similitudes van más allá que las simples casualidades sino que a veces asistimos a escenas casi calcadas y diálogos idénticos. Tengamos en cuenta que las historias tienen lugar con más de un siglo de diferencia y llama mucho la atención las situaciones tan parecidas a las que tatarabuela y nieta tuvieron que hacer frente y que no se quedan solo en el parecido visual.
Gran parte de la culpa de que ambas historias se parezcan tanto entre sí la tienen las estrictas tradiciones y cuestiones de protocolo que bañan todo lo relacionado con la corona y que hacen que todo siga igual que hace cientos de años a pesar de que la sociedad no sea la misma en absoluto. Lo que las dos ficciones muestran de manera inequívoca es que, para sus protagonistas, el deber hacia la corona está por encima de todo. Tanto Victoria (Jenna Coleman) como Isabel II (Claire Foy) han tenido la suerte o la desgracia de que la corona haya caído en sus cabezas y lo cierto es que, quieran o no, van a tener que dedicar su vida a la causa llegándose a traicionar a sí mismas y a las personas que las rodean en multitud de ocasiones. Estas primeras temporadas de las dos series nos presentan una introducción a ambos reinados, cómo las dos mujeres han de luchar por ser tomadas en serio en un mundo tan dominado por los hombres.
Aunque ambas reinas coinciden en ascender al trono a una edad temprana es cierto que Victoria lo hace siendo prácticamente una niña y desde el principio siente la presión de encontrar el marido perfecto y de ofrecer un heredero para la corona mientras que Isabel puede disfrutar de una juventud más normal y comienza a reinar siendo una mujer casada y con hijos pero, a diferencia de Victoria, muy abrumada por su situación y por lo que ella consideraba una falta de educación para enfrentarse a importantes temas que pondrían en juego el futuro de su país. Sin embargo ambas coinciden en los problemas con sus respectivos maridos aunque difieren en la manera de afrontarlos ya que si Victoria era una devota esposa antes que Reina y luchaba porque su marido no se sintiera menos que ella Isabel tenía claro que la corona va por delante de todo, incluso de su matrimonio.
Una de las similitudes entre estas dos series que más llaman la atención es sin duda la voluntad de mostrar los sacrificios que ambas monarcas tienen que hacer debido a una posición que ni siquiera han elegido. Sin duda, los momentos que más sensación de familiaridad provocan en los espectadores de las dos ficciones son aquellos en que las reinas hacen promesas que por más que quieren y por más que sean la Reina de Inglaterra no son capaces de cumplir, provocando una frustración de lo más peculiar. Dan por tanto una visión bastante pesimista de las capacidades de la corona que se presenta como una institución que lucha únicamente por mantenerse viva y que más que asegurar la paz y un Gobierno adecuado solo sigue las normas establecidas. Más allá de las similitudes y diferencias entre ‘The Crown‘ y ‘Victoria‘ ambas son propuestas muy entretenidas, con buenas actuaciones y con lecciones valiosas de Historia que nos acercan a la vida privada de personajes tan mitificados como son las reinas. Además de sus disputas familiares o incluso con el personal que las rodea y cómo lidian con su posición y con su condición de mujeres jóvenes en un cargo de poder en una sociedad que, a pesar de tener un año de diferencia, sigue dominada por hombres con egos de lo más vulnerables.