Tras 6 capítulos ‘The 100’ no solo sigue generando muchas preguntas alrededor de todas las tramas que se han ido desarrollando en esta tercera temporada, si no que además tiene de habilidad de generar aún más cuando contesta algunas de las que ya venían formuladas de antes. Por si fuera poco, la serie empieza a aficionarse a los ‘cliffhanger’ para dejarnos sin uñas durante una semana entera.
La semana pasada acabábamos casi tirándonos de los pelos cuando Raven (Lindsey Morgan) vio a Alie (Erica Cerra) delante de sus narices tras tomarse una de las mágicas «pastillas» de Jaha (Isaiah Washington). Como era de esperar, este soplo de aire fresco (y un tanto drogadicto) le ha dado un cambio de cara brutal a Raven, un personaje al que no veíamos sonreír y ser feliz desde prácticamente el primer capítulo en el que apareció. Nos alegramos que su dolor haya desaparecido, pero no exactamente por la forma en que lo ha conseguido. El propio Jaha, tras la insistencia de Abby (Paige Turco), dice que dichas pastillas no son más que un inhibidor del dolor que actúa sobre el cerebro, pero el hecho de que no recuerde a su propio hijo ya es motivo suficiente para pensar que la droga de Alie es mucho más que eso (por no hablar del hecho de que al tomarla te puedes ir a una ciudad super futurista, claro).
Pero por si el misterio alrededor de la milagrosa droga no fuese poco, la historia de Alie va más allá. Algo que ya nos empezamos a preguntar al final de la temporada pasada cuando Jaha descubrió la bomba, y aún más cuando Murphy (Richard Harmon) vio los vídeos donde hablaban del fin del mundo causado por Alie. La colorada inteligencia artificial busca una versión actualizada de sí misma, algo que por lo dicho por Raven acerca de las segundas versiones podríamos suponer que dicha versión no es más que el arma con el que vencer a Alie. Si la primera versión de Alie fue la que destruyó el mundo no es de extrañar que se construyese otra que acabase con la primera, y probablemente de ahí venga tanto la insistencia como las mentiras tanto de Alie como de Jaha. PERO eso no es todo. Su supuesta creadora, Beca, a la que vimos en uno de esos vídeos, resulta haber sido habitante del arca, más concretamente de una décimo tercera estación de la que solo unos pocos privilegiados, como Jaha, tienen algo de información. Además el hecho de que dicha estación fuese ¿expulsada? (o eso parece según lo que cuenta) del arca nos mete de lleno en otra incógnita aún más grande: Polis. La estación, llamada Polaris, está relacionada con Titus (Neil Sandilands). Si si, la mano derecha de Lexa (Alycia Debnam-Carey) en la capital del mundo grounder, y cuyo nombre obivamente proviene del nombre de dicha estación. Aquí es cuando nuestra mente explota por completo. ¿Qué relación tienen los grounders con Polaris y con el arca? ¿Y Titus? ¿Conoce Lexa todo esto? ¿Sabe algo sobre la Ciudad de la Luz? Muchas preguntas que esperamos vayan contestándose porque el misterio alrededor de Alie no deja de crecer.
Mientras tanto en Arkadia siguen con el mismo plan. Kane (Henry Ian Cusick), Abby, Miller (Jarod Joseph) y Octavia (Marie Avgeropoulos) haciendo la guerra por su cuenta contra Pike (Michael Beach) y los suyos. Bellamy (Bob Morley) sigue en su posición de idolatrar al nuevo canciller y siendo su marioneta preferida, mientras el resto se buscan la vida como pueden intentando ayudar a los grounders de cualquier manera posible. En esta ocasión es Octavia de nuevo la que acaba en el punto de mira de Pike por avisar de una nueva masacre antes de que esta ocurriese, provocando así que los grounders se defiendan y acaben con la vida de Monroe (Katie Stuart). La pobre tiene que aguantar por un lado las payasadas de su hermano, al cual más le valdría darle cuatro tortazos para ver si espabila, y por otro lado tiene que hacer frente a los grounders que apenas confían en ella. O lo hacen pero no les gusta. Así pues Octavia acaba capturada con la idea de ser llevada a Polis, donde podemos ir diciendo ya que no le pasará nada más cuando Lexa e incluso Indra (Adina Porter) confían en ella. El punto negativo de esta trama es Monty (Christopher Larkin), quien parece haber acusado demasiado la falta de su madre durante tanto tiempo y ahora está apoyando a Pike solo por estar con ella. ¿Recapacitarán algún día él y Bellamy o los damos ya por perdidos?
Precisamente en Polis es el otro lugar en el que se centra el capítulo, con una Lexa revelando que quienes mandaron antes que ella le hablan en sueños, avisándole sobre la mala idea que es no ir a la guerra. La aparición de Emerson (Toby Levins) hace que las ideas de Clarke (Eliza Taylor) que han convencido a Lexa se tambaleen, ya que mucho hablar de hacer la paz y no la guerra pero ella es la primera que quiere venganza contra Emerson. Aún así finalmente Wanheda recapacita y decide no matar a Emerson delante de un numeroso grupo de grounders, provocando quizás un punto a favor de Lexa y de sus ideas de paz, buscando la aprobación de su pueblo.
Con todas estas incógnitas, preguntas, guerras y luchas nos deja ‘The 100’ una semana más con la sensación de que el capítulo ha sido demasiado corto como para tener que esperar otros 7 días. Para variar, dicho sea de paso, porque esta temporada está siendo bastante común que esta serie nos deje a cuadros.
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