Para ser un capítulo que parecía creado con el único pretexto de ponernos en antecedentes de cara a la recta final de la temporada y para devolvernos fugazmente a uno de los personajes de los que más dolió despedirse, ‘Teen Wolf’ ha vuelto a lucirse y a darnos uno de esos capítulos que terminan con nosotros pensando en cómo conseguiremos aguantar una semana para saber qué pasa después.
Primero sucedió con el rescate de Lydia (Holland Roden), más tarde con el inminente ataque de la Bestia durante el partido de lacrosse y ahora está pasando con el “descubrimiento” de su identidad. Y añado las comillas porque no está de más dudar de todo cuando se trata de ‘Teen Wolf’. No podemos fiarnos al 100% de que Mason (Khylin Rhambo) sea la Bestia, porque sabemos de sobra que en esta serie las tornas pueden cambiar en cualquier momento: nunca nada es lo que parece.
Mi sorpresa ha sido más bien por el hecho de haber acertado en esta teoría (repito: si es que Mason resulta ser la Bestia) más que por el hecho de la revelación en sí, porque lo cierto es que Mason lleva bastantes capítulos pareciendo la mejor opción a ser el responsable de tanto caos en Beacon Hills. Después de esa escena tan extraña de la que fuimos testigos la semana pasada cuando Mason besó a Corey (Michael Johnston) nuestros detectores de peligro empezaron a funcionar más activamente, pero, ¿por qué iba Corey a hacer desaparecer con él a Mason si en ese beso se dio cuenta de que él era la Bestia? Sin embargo, y aunque eso pueda hacernos dudar sobre si Mason es o no realmente la Bestia, ¿cómo es posible que Liam (Dylan Sprayberry) sobreviva a lanzarse literalmente a las garras de ese bicho inmenso? Si tomamos como referencia la historia de Marie-Jeanne (Crystal Reed) y su hermano Sebastien (Gilles Marini) podemos aventurarnos a decir que puede que sea por el vínculo que une a Mason y Liam, más allá de que una bestia arcaica se haga con su identidad durante esos instantes. Sebastien contaba con un amigo que encubriese sus crímenes y le ayudase a ocultar su identidad y que seguía vivo a pesar de compartir habitación con él durante sus transformaciones. ¿Es posible que Mason, sin darse cuenta, reconociese a Liam y a Corey y por eso no les hiciese nada aún estando cerca de él cuando se transformaba? Solo intento dar un poco de cuerpo a las mil ideas que me rondan por la cabeza, también cabe la posibilidad de que Jeff Davis siga jugando con nuestras mentes y Mason simplemente sea un peón más en la partida de los Dread Doctors.
Su personaje es el ideal para ser la quimera definitiva porque es lo suficientemente cercano a la manada como para que nos duela pero no llega a ser lo suficientemente íntimo como para que nos lo tomemos como algo personal. Sí, en caso de que fuese él nos quitarían a un personaje entrañable y que todavía no hemos terminado de conocer, pero si desaparece del mapa lo echaremos de menos un par de semanas y después se nos pasará, y esa es la dura realidad.
Aunque seguramente no tengamos que ser tan drásticos, porque los Argent no dejan de repetir lo mismo una y otra vez: la Bestia recuperará el control total del cuerpo que no es el suyo en el momento en que recuerde quién es y de dónde viene. Es decir, mientras eso no pase, habrá esperanza para la quimera que es poseída por este Demon-Wolf, tal y como el propio Sebastien se denominaba a sí mismo, pueda vencer de alguna forma a la bestia. La pregunta es cómo.
Ha quedado claro cómo Marie-Jeanne, la primera cazadora de la estirpe de los Argent, terminó con su hermano, ahora solo falta averiguar cómo trasladar eso a más de 200 años después y que sea igual de efectivo pero, si puede ser, más esperanzador para la pobre alma que se ha visto obligada a convertirse en un bicho sanguinario. Puede que la cuestión que deberíamos estar planteándonos sea la de qué hace de Mason una quimera, porque en caso de tener esa información, Scott (Tyler Posey) y el resto podrían dar con esa parte que complementaría y podría derrotar a la Bestia de forma definitiva. El acónito, la Mountain Ash y la luna llena ya la tienen, solo les falta el elemento clave que hace que el resto de ingredientes sean relevantes.
A pesar de que Crystal Reed ha acaparado prácticamente toda la atención del capítulo, no podemos pasar por alto el grandísimo paso que ha dado Scott, porque ha revelado su secreto por todo lo alto: “sí, soy un hombre lobo y esta es mi manada, pero si podemos jugar un partido de lacrosse tan ricamente después de varios asesinatos múltiples, creo que también podremos ir juntos a clase de química sin hacer de todo esto un gran problema”. Supongo que habrá pensado algo por el estilo. El secretismo sobre la condición sobrenatural de Scott, Liam y el resto era clave en la mayoría (99%) de las tramas, ¿cómo serán las cosas a partir de ahora? ¿Cambiarán para bien o para mal? ¿Saldrán de la sombra otros adolescentes con sus propios dones sobrenaturales ahora que es prácticamente obligatorio no ser escéptico con estos temas?
¿Os ha gustado volver a ver a Crystal Reed? ¿Cómo se librarán de la Bestia de Gévaudan? ¿Tendrá que sufrir Mason las consecuencias o podrá salir de esta de alguna forma? ¿Creéis que es él o que nos tienen preparada alguna otra sorpresa? ¿Por qué Lydia piensa automáticamente en Parrish (Ryan Kelley) cuando necesita ayuda y no en Stiles y el resto? ¿POR QUÉ YA NO SE ACUERDA DE QUE STILES LE SALVÓ LA VIDA? ¿Por qué nos hacen sufrir tanto? ¿Acabaremos de ver algún capítulo de ‘Teen Wolf’ sin tener dudas?
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