Sam (Jared Padalecki) y Dean (Jensen Ackles) llevan toda su vida luchando contra monstruos, pero a veces surge algo y aparecen nuevas especies de seres fantásticos que no conocíamos, incluso aunque nos pareciera imposible.
Esta semana tocan los amigos invisibles. Los de verdad. Resulta que los niños no tienen una imaginación muy desarrollada sino un ser folclórico a su lado: ¡los Zanna! A pesar de que no hemos visto a la Oscuridad esta semana, algo que seguimos sin perdonar a las temporadas de tantos capítulos de ‘Supernatural‘, el capítulo ha tenido un buen nivel en su conjunto. ¿Nos hubiera gustado más haber sabido de este amigo invisible previamente? Sí. ¿Nos hubiera gustado ver a un joven Sam que ya hubiéramos visto? Sí. ¿Nos hubiera gustado ver a Castiel (Misha Collins)? También. Pero no se le pueden pedir jamones al cerdo (me acabo de inventar esa expresión). Los creadores de esta
ficción parecen haber alcanzado el tope de dificultad en la trama añadiendo las visiones de Sam y son incapaces de mantener cierta intriga con contenido en todos los capítulos. Aunque tiene sentido, todos tenemos claro llegados a este punto que seguimos viendo ‘Supernatural‘ por muchos más temas que por calidad, porque sino no lo haríamos.
El capítulo ha estado dirigido por un favorito de los fans, Richard Speight Jr, que interpretaba al arcángel Gabriel. A pesar de que esto no significa mucho para los que simplemente vemos la serie (si no lo lees no te enteras de quién dirigía el capítulo), nos produce cierta nostalgia que este personaje al que tanto cariño le tenemos siga presente en la serie aunque sea de esta manera tan poco… «presencial».
Antes de que comenzara la temporada, el Speight aseguró que, para él, cuando Gabriel no negaba ni afirmaba su muerte a Castiel en la temporada pasada quedaba más que claro que el arcángel no había muerto y que estaba por ahí en algún sitio. Al fin y al cabo, si Dios resucita a Sam y Dean e incluso Castiel constantemente, ¿por qué no hacerlo con Gabriel?
Volviendo al capítulo, podemos decir que este tenía algo de especial respecto al resto de lo que hemos visto en esta temporada y en temporadas anteriores. Yo, personalmente, no recuerdo haber tenido amigos imaginarios, pero es algo tan normal que la mayoría de la población tiene que haber sentido un vínculo especial con el episodio. Por otro lado, tuvieras o no tuvieras amigos imaginarios tienes que llorar con este capítulo porque la actuación de Reesy (Anja Savcic) ha sido rompecorazonadora.
Por último, como suele ocurrir en los capítulos de esta serie, hemos terminado con una conversación profunda entre Sam y Dean. Sam sigue convencido de que es Dios quien le está mandado visiones de la cárcel en el infierno, pero la verdad es que al pequeño de los Winchester siempre le ha gustado sentirse más importante de lo que le corresponde, tiene unos aires de grandeza que su hermano mayor no tiene. ¿Creéis que puede ser verdaderamente Dios hablando a Sam? ¿Y por qué a Sam? ¿Y por qué la celda? ¿Por qué Lucifer? Aunque tendría sentido que Lucifer (Mark Pellegrino) tuviera información sobre Amara (Samantha Isler) y nos gustaría volver a verle en la serie, nos parece un poco forzado que Sam tenga que volver a meterse ahí. Además, ¿cómo?
Bueno, lo más jarto de todo es la promo de la semana que viene (aunque ya sabemos que aunque las promos prometan mucho al final solo son eso… Promos.
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