Los protagonistas de la sexta temporada de la ficción son los bebés. Tenerlos, no tenerlos, novios que se drogan, hermanos bipolares. Típicos dramas shamelesianos que nos angustian como ninguna otra serie mientras nos hacen llorar de la risa. ¿Habéis visto ya el capítul0?

Ya tenemos dos bebés en camino, de hecho, Fiona (Emmy Rossum) ya tiene hasta náuseas matutinas, pero ella tiene claro que va a abortar y que obligará a Debbie (Emma Kenney) a hacerlo con ella. Lo que no tiene tan claro es si contárselo a Sean (Dernot Mulroney), incluso si es de él o del olvidado Gus (Steve Kazee) -¿Alguien recuerda cómo lo dejaron? No clue-

Por otro lado, Ian (Cameron Monaghan) también está viviendo su propio drama por los trabajos que está teniendo que ejercer debido a sus impulsos pasados y a dejar la escuela. Todo lo que tiene en la cabeza le lleva a pelearse con Lip (Jeremy Allen White), el único Gallagher triunfador.

Después de tanto tiempo volvemos  a ver a Gus, y está ligeramente distinto. Al menos yo no le recuerdo así. De todas formas, olía mal a kilómetros, Fiona, y caíste de lleno en la trampa. Eso sí, una canción maravillosa, para el espectador claro, porque ser el objeto de esa ira tiene que ser terriblemente doloroso. Escuchar a alguien dedicarte palabras tan horribles…uf, ni me imagino como se tuvo que sentir Fiona. No sé cómo aguantó ahí dentro y callada.

El caso es que traer de vuelta al personaje para esto sabe a poco. Hubiera estado bien ver una conversación entre ellos, aunque fuera tras la canción y ver cómo nuestra Fiona desataba su ira tras haber sido insultada de tal manera. Pero bueno, siempre puede pasar en un futuro cercano. Tampoco las cosas pintan mejor con Sean, que por cierto, ¿soy la única que espera que de un momento a otro le suelte a Fiona que ella tiene la culpa de que se drogue? Cada vez me cae peor este tipo.

La matriarca de la familia no ha aguantado más y se ha derrumbado. Pero POR FIN ha hablado claro con Debbie y creo que lo que le ha dicho ha sido perfecto. Es que no puede tener un crío. ¿Cómo lo van a mantener? Si solo trabaja Fiona…Además, que Liam sigue siendo un crío y ya quieren meterle otro a la pobrecilla, que no ha tenido un respiro en toda su vida. Es imposible apoyar a Debbie en esta situación. Imposible.

Pero los problemas siguen y les llega un aviso de desahucio. Esto está que no para. Siempre pueden compartir jardín con Frank y sus amigos, supongo. O irse todos a la habitación de Lip.

También tenemos el drama personal de Kevin (Steve Howey), que con la tontería de la moto ha dejado paralítico al griego. Y claro, ahora se siente fatal. Es que vaya mala leche los guionistas…¿Acabará confesándole que fue él? Yo espero que recupere milagrosamente la movilidad o algo porque me da demasiada pena esta situación.

Y luego está Frank (William H. Macy) que sigue yendo a terapias de grupo para gente con cáncer. Frank sigue superándose a sí mismo y nos encanta. Eso sí, echamos de menos esas escenas en el hospital coqueteando con terminales. Pero al menos tuvimos un buen rato con sus instrucciones a Debbie y su buen manejo del español.

Ian está demasiado perdido, pero terminó el capítulo como un héroe. Y después fue rescatado por un bombero. ¿Nos están queriendo decir que esa es su meta en la vida ahora? Porque yo creo que con su enfermedad es algo imposible. Y no sé si sin título también. Veremos que pasa con este chico porque ha ido en picado desde la primera temporada y no dejan de pasarle cosas malas.

¿Qué os ha parecido el capítulo? ¿Abortará alguien en esa casa? ¿Confesará Kevin? ¿Conseguirá ligar Frank?