La aburrida y lentísima segunda temporada de ‘Scream Queens’ está llegando a su fin (gracias a los cielos), y ni con esas consigue mejorar un poquito en lo mala que se ha convertido. Si aún no habéis visto el capítulo, no sigáis leyendo, esta entrada podría contener spoilers.
Cuando creíamos que habíamos vivido las suficientes tonterías esta temporada, a los señores guionistas no se les ocurre mejor idea que introducir una emisión en vivo e intentar convertir a las Chanels en estrellas. Todo esto con la llegada de la doctora Lovin (Brooke Shields), quien parece sentir una inexplicable fascinación por las falsas estudiantes de medicina.
Y mientras Chanel (Emma Roberts) y sus minions se preparan para pasar un examen que decidirá si pueden realizar la cirujía en directo, los asesinos confabulan en secreto. Bueno, lo de en secreto, es una forma de decir. Con la reciente incorporación de Wes () a los bichitos verdes, están empeñados en acabar con las tres Chanels (como si les molestasen), hasta que Hester (Lea Michele), quien milagrosamente campa a sus anchas por el hospital, los descubre, y decide declararse líder de los asesinos.
Es así como Hester planea que Wes, Cassidy (Taylor Lautner) y la doctora Hoffel (Kristie Alley) acaben con la vida de las tres protagonistas, obviamente aún sedienta de venganza desde la pasada temporada, por que, sino, otra explicación no tiene que tengan tanto empeño en cargarse a las tres personas más inútiles de la serie. A todo esto, nos enteramos que Wes es el padre de Hester, aunque a él le importa tanto como a nosotros.
Y mientras Wes y Hoffel parecen dispuestos a cumplir con el cometido de Hester, Cassidy tiene más problemas, y es que sus sentimientos por Chanel#3 (Billie Lourd) se interponen en su trabajo de asesino.
Finalmente, las Chanels pasan un examen dificílisimo (haciendo trampas, casi todas), consiguen hacer la cirujía en directo y, por si fuera poco, les ofrecen tener su propio programa de televisión. ¿Casi nada, eh? Sin embargo, en el grupo de los asesinos, las cosas no van tan bien, y es que después de que Wes intentase envenenar a Chanel (de quien, supuestamente, se encargaría Hoffel), la doctora y Cassidy terminan con él arrojándole a una piscina de aceite hirviendo. Porque ellos lo valen.
De verdad esta temporada no ha habido por donde cogerla. Una trama sin sentido, unos personajes que han perdido el poco encanto que tenían, unos asesinos muy predecibles, todo esto sumado a una falta de interés por parte del público. La verdad, esperemos no tener que volver a ver la serie la temporada que viene.
¿A vosotros qué os ha parecido? ¿Os ha gustado? ¿Cancelarán la serie o la renovarán? ¿Qué pasará en el final de la temporada? ¡Animaros a comentar vuestras impresiones con nosotros!
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