Este episodio ha sido una introducción para lo que esperamos que sea un gran episodio final de invierno o ‘Winter Finale’. La trama episódica se ha planteado bien pero hay demasiadas cosas importantes en el punto de mira como para darle importancia a eso, ¿no creéis? Además, la relación entre Olivia (Kerry Washington) y Fitz (Tony Goldwin) se pone a prueba en este capítulo. Comentemos.
Realmente, no han pasado demasiadas cosas en este capítulo. No ha estado mal de ritmo porque la trama episódica, con la tregua entre EEUU y un país asiático en la cual entra en juego una posible alarma nuclear y demás, se ha planteado bien y se ha resuelto de forma coherente e interesante. Sin embargo, como hemos comentado en las últimas semanas, los guionistas parecen olvidarse de que hay algo más cociéndose en ‘Scandal’ y realmente no centran la acción en las tramas adecuadas.
La captura de Olivia se produce en cuestión de minutos. El hecho de que Rosen (Joshua Malina) sepa que ella está detrás de la «huida» de Papá Pope (Joe Morton) nos coge totalmente desprevenidos. Si hubiéramos tenido esta trama presente durante todo el episodio, podría haber servido como punto de inflexión y sorpresa; pero se ha tratado por encima, de puntillas, a pesar de que tiene mucha relevancia para la serie a nivel de historia y de relación entre los personajes.
Mellie (Bellamy Young) aparece unos segundos y parece que su trama ha concluido… ¿Y con ella el personaje? ¿Qué pasará con la ex Primera Dama ahora? ¿No volveremos a saber nada de ella? Otro error bastante grave, ya que Mellie se había presentado como uno de los personajes más potentes últimamente. Por fin estaba decidida y dispuesta a tomar medidas para hacer su propia carrera y alcanzar el éxito… Y todo se ha desinflado sin demasiado sentido.
Al final, Papá Pope está en manos de Huck (Guillermo Díaz), a pesar de que éste le había dicho a Jake (Scott Foley) que se iba a desentender de ‘command’ y todo lo relacionado con él… ¿Qué creéis que oculta el antiguo recluta de B613?
Por último, lo más interesante ha sido la brecha que se produce en la relación entre Olivia y Fitz ante el descubrimiento de que Liv ha colaborado en la huida de su padre. En un primer momento todos podíamos llegar a pensar que este sería motivo suficiente para que la relación entre ambos llegase a su fin. Pues no; Fitz quiere a Liv de vuelta cuanto antes y sin consecuencias, una actitud protectora y ridícula que ya aburre. Lo que sí resulta interesante y digno de reflexión es el trato final del presidente hacia Olivia… ¿No os ha recordado un poco a Rowan? Fitz impone a Liv su nueva vivienda con el pretexto de protegerla y cuidarla mientras ella se muestra reticente a la idea. ¿Qué está pasando?
La semana que viene tendremos el último capítulo antes de las vacaciones de Navidad, lo que se conoce como final de invierno o ‘Winter Finale’. Normalmente, en ‘Shondaland’ esto significa máxima intriga y absoluta incertidumbre, dejándonos siempre con ganas de más. A pesar de que todo apunta a que no será así (al menos, no como el año pasado con el secuestro de Olivia), ¿creéis que conseguirán sorprendernos?