Esta semana hemos vuelto a sufrir lo que hemos vivido durante muchos años en esta serie. Sí, es lo que pensáis, misma situación y mismos personajes. Sin embargo, en ‘Shondaland’ todo es posible y con una simple e inteligente escena final, nos obligan a seguir enganchados. A continuación comentamos con ‘spoilers’ el episodio de esta semana.
Esta semana hemos desperdiciado unos 30 minutos de nuestra vida con ‘Scandal’. Soy benevolente y no afirmo que todo el capítulo ha sido prescindible porque sí es cierto que en cinco minutos del principio y cinco minutos del final se nos da mucha información relevante en relación a lo que va a ocurrir en los próximos episodios; pero claro… Diez minutos de 41 no parecen suficientes, ¿verdad? …No lo son, y menos en una serie que juega con nuestras expectativas elevándolas a cada momento. Quizás este haya sido el objetivo de este capítulo, bajar nuestras expectativas al suelo para que ahora todo lo que veamos nos parezca más correcto.
Recordad que nos habíamos quedado al pie de un escándalo, se acaban de publicar fotos de Fitz (Tony Goldwin) con Olivia (Kerry Washington) en plan cariñoso. Esto sacude a la juiciosa América, y todos los medios piden explicaciones sobre la infidelidad del presidente. Si creíais que Olivia iba a sacarse un as de la manga, enfrentar a la prensa y solucionarlo, no podíais estar más equivocados. Lejos de asumir el problema y decir la frase que adoramos («consider it handled», que significa algo parecido a «considéralo solucionado»), Liv huye. Se va. Le dice a Fitz que ya le llamará y desaparece, se pone a trabajar en un caso que no consigue emitir empatía o interés de ningún tipo y lo único que sacamos en limpio es que Jake (Scott Foley) sigue siendo el refugio al que Olivia acude cuando está emocionalmente superada.
Algunos personajes dan un pasito más en la serie, un avance pequeño, pero menos es nada. Abby (Darby Stanchfield) está un poco más al mando en la serie y parece que Quinn (Katie Lowes) por fin ha perdonado a Huck (Guillermo Díaz). Cyrus (Jeff Perry) vuelve a nuestras pantallas y Elizabeth (Portia De Rossi) demuestra que está en el lugar adecuado porque es tan manipuladora como cualquiera de los trabajadores de la Casa Blanca.
Finalmente, llegamos al final de capítulo y a la situación que se nos ha repetido un montón de veces. Fitz y Liv iban a ser felices para siempre en el capítulo anterior; pero en este ya no, él llama a Olivia para decirle que enfrentará a la prensa en una entrevista con Mellie (Bellamy Young) para que todo siga siendo tan falso como antes y la prensa se calme. Olivia vuelve a su casa y, cómo no, los medios la están esperando. Alguien le pregunta si es «la otra/la querida» del presidente, y ella, a sabiendas de que desde la Casa Blanca se dará una declaración totalmente opuesta, dice que sí. Admite su relación con Fitz y nuestros ojos se abren como platos. ¿Y esta traición tan repentina? Aunque siendo justos, ¿no la traicionó también Fitz decidiendo sin ella finalizar su relación?
Un mal capítulo se arregla con un buen final, ¿no? Aún así, los seguidores no perdonamos y esperamos que los siguientes episodios nos tengan en vilo durante todo el capítulo y no jueguen sucio con el broche final con la mera intención de ganar audiencia. ¿Tú qué opinas? ¿Cómo crees que reaccionará Fitz? ¿Consideras que esta ha sido la forma de Liv de declararle la guerra (de nuevo)? ¡Coméntalo con nosotros!
Aquí te dejo el vídeo promocional del tercer episodio para aliviar un poco la espera: