Francia comienza a sumirse en la violencia sin control debido a una lucha de fe mientras que en la corte siguen los chantajes y los misterios de sus habitantes. Si no has visto el episodio ten cuidado porque este post contendrá ‘spoilers‘.
Las tensiones entre protestantes y católicos siguen creciendo cada vez más en el seno de Francia y tampoco ayuda que Francis (Toby Regbo) diera permiso al Vaticano para tomarla con todo aquel que no se declarara católico. Los protestantes traman un plan para avivar aún más esta discordia entre ambas creencias y para ello usan a la mismísima corona. Es por ello que los errores de Francis no cesan, está tan desesperado por mantener a salvo su secreto y proteger así a sus seres queridos que no deja de fallarle una y otra vez a su país, y con ello a su mujer.
Creo que ya sabiendo que Narcisse (Craig Parker) tiene argumentos para acabar con Mary (Adelaide Kane) también ya es hora de que le cuente que fue él quien mató a su padre y que sea la Reina quien le ayude a acabar con ese problema, porque está claro que ella es la inteligente del matrimonio. La chica sigue acercándose a Lord Conde (Sean Teale) a medida que se aleja de su marido y no me extraña ya que con él se siente comprendida y tenida en cuenta, que es lo que necesita una mujer tan fuerte y con las ideas bien puestas como es Mary. Sin embargo reconozco que a mí este nuevo miembro de la Corte sigue sin darme buena espina ya que no dejo de sospechar que tiene alguna que otra intención oculta, tal vez algo relacionado con su anterior posibilidad de haberse convertido en Rey como comentó Catherine (Megan Follows) en el episodio anterior.
Lo que está claro es que en palacio nada es lo que parece y hay que pensar las cosas desde el máximo número de ángulos posibles ya que tampoco veo a Narcisse tan peligroso como nos quieren hacer creer. Sí, está chantajeando al Rey y se está llevando a Lola (Anna Popplewell) a su terreno con mentiras y proposiciones indecentes pero tampoco vamos a creernos que es lo peor que se ha hecho en la familia real. Me interesa mucho cómo va a seguir evolucionando su personaje y su relación con Lola ya que me parece de lo más interesante que ha traído esta temporada aunque me temo que cerrarán el tema del protestantismo contra el catolicismo de manera poco satisfactoria y realista como nos tiene acostumbrados una serie en la que la peste se erradica en una semana.
Por otro lado la Reina Madre, Catherine, sigue perdiendo poco a poco la cabeza por culpa de la llegada de su hija Claude (Rose Williams) y por fin descubrimos qué es lo que tanto le atormentaba y es que fue la propia Claude siendo aún una niña la que mató a sus hermanas solo por celos. Desde luego Claude hoy en día sería objeto digno del programa ‘Hermano Mayor’ porque tiene todo lo necesario y sabiendo lo que pasó en el pasado es entendible la forma en la que ha ido madurando Catherine, incluso demasiado benévolamente. Es cierto que en realidad quiere apartar a su hija de la Corte por el dolor que le causa ver, aunque solo sea en su imaginación, a las niñas pero ¿alguien se lo puede reprochar? Si la muerte de un hijo debe ser una carga terrible cuando dicha pérdida viene dada por otra de tus niñas debe llevar a un punto cercano a la locura. Por suerte Claude cuenta con el favor de su hermano Bash que intercede por ella y su matrimonio no deseado que sinceramente, como él mismo
opina, es lo mejor que le puede pasar.
En general ha sido un capítulo bastante entretenido en el que hemos podido apreciar el cambio que está dando Francis, impulsado por sus miedos más que por otra cosa y espero que Mary todavía pueda llegar a él y hacerle volver a sus cabales antes de que sea demasiado tarde y se convierta en un Rey corrupto e injusto como lo fue su padre. ¿A vosotros qué os ha parecido el episodio? ¿Os gusta cómo están llevando esta temporada? A continuación podréis ver la promo del próximo episodio que no veremos hasta la primera semana de diciembre.