Las mentirosas están, una vez más, seguras de quién es A.D. Pero, a diferencia de ellas, nosotros ya hemos aprendido la lección, así que cuando nos plantean a Mona (Janel Parrish) como principal sospechosa no podemos hacer mucho más que dudar ante tanta certeza. Y no es por alarmar a nadie, pero solo queda UN CAPÍTULO para dar por finalizado uno de los mayores despropósitos televisivos de la historia. ¿Felices? ¿Emocionados? ¿Expectantes?
Así es, queridos amigos, el fin está cerca, más que nunca. Y esta vez es la definitiva. Todavía tenemos mil preguntas esperando respuesta (y eso sin contar las que hemos ido olvidando por el camino), y solo un capítulo insultantemente largo que promete resolverlas todas. No os diremos en la cara de quién nos reímos al escuchar eso, pero en realidad nos conformamos con que nos den una explicación medio coherente a la madre de todas las incógnitas: la identidad de A.D.
Esta semana nos hemos enterado de alguna cosa que podría pasar por interesante si no fuese porque ya todo nos da un poco igual. Es como cuando estás haciendo una maratón y alguien te ofrece una botella de agua. Pues bien, la aceptas y lo agradeces, pero lo único en lo que puedes pensar es en llegar a la meta.
La gran revelación ha sido conocer la identidad del responsable de la muerte de Charlotte (Vanessa Ray). Y, como casi todo lo que pasa en esta serie, fue un accidente. Es un poco preocupante que todos los habitantes de Rosewood vayan por la vida matando gente por accidente, pero no nos vayamos del tema. Mona es y ha sido siempre la gran protectora de las ‘liars‘. ¿Por qué? No lo sabemos, pero lo cierto es que siempre ha estado guardándoles las espaldas mientras ellas se dedicaban a sospechar de ser quien les amargaba la existencia. Pero nada más lejos de la realidad, porque fue ella la que quitó a una trastornada Charlotte del medio. Y ahora la trastornada es ella, sí, pero al fin se ha descolgado el cartel de «eterna sospechosa» del cuello.
Una vez desvelado este gran misterio, el ‘Pretty-Jumanji’ da por finalizado el juego y les da a las mentirosas las coordenadas exactas de la ubicación del cuerpo de Dunhill (Huw Collins): la falsa tumba de Charles (Vanessa Ray). Y aquí es donde todo se pone un poco raro: ellas deciden huir sin desenterrar el cuerpo y es cuando la policía las arresta y las lleva a comisaría solo para que presencien el interrogatorio que la inspectora le hace a Mary Drake (Andrea Parker), quien termina confesando el crimen de Dunhill y el de su hermana Jessica (Andrea Parker). No vamos a hablar de lo mal que está todo esto, pero ya conocemos a la policía de Rosewood y sabemos que hacen de todo menos cumplir con la ley.
Así que Spencer (Troian Bellisario), Aria (Lucy Hale), Hanna (Ashley Benson) y Emily (Shay Mitchell) se van de rositas mientras A.D huye de Rosewood dejándonos a todos con cara de póker y sin entender por qué seguimos invirtiendo minutos en una serie en la que nunca pasa nada.
Pero a falta de respuestas, buenas son esas perlitas que van soltando los protagonistas de la serie. El ganador de esta semana ha sido Ezra (Ian Harding), que estaba convencidísimo de que su ‘master’s degree’ en Literatura Americana iba a ayudarle a librar a su prometida de que la descubriesen con un cadáver en el maletero del coche. ¿Por qué, Ezra? De verdad, ¿por qué?
En fin, seguiremos aferrándonos a la idea de que no queda nada, porque en caso de que se nos vaya a dar alguna explicación, solo tendremos que esperar una semana más. Mucho ánimo a todos. No estáis solos.
PD: ¿Qué os parece que el ‘cliffhanger’ del aula en la que todas entran asustadísimas a avisar a Alison de que alguien viene a por ella, haya terminado siendo un sueño? Un despropósito, como el capítulo de la semana que viene, ya os lo vamos adelantando.
¿Qué os apetece ver la semana que viene? ¿Tenéis alguna teoría maravillosa? Cuanto más desvariéis, mejor, que eso a Marlene es lo que más le gusta. Desvariar, desvariar hasta que nada tenga sentido.
¡Contadnos!
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