Pretty Little Liars 7×10 Summer Finale: Caos y hachas

La “summer finale” de nuestras mentirosas favoritas ya ha llegado, y viene repleta de todo lo que nos gusta: casas encantadas, muertos que están vivos y vivos que están muertos. Ha sido una buena forma de cerrar la primera mitad de la última temporada de ‘Pretty Little Liars’, llegando a límites surrealistas no antes vistos. Por supuesto, nos encanta. Por supuesto, hemos sufrido cada minuto. Oremos.

Como siempre, no hay un lugar correcto por el que empezar, porque ha sido un capítulo caótico hasta decir basta. El problema ha sido el enfoque, que durante la primera mitad del capítulo ha sido la trama de Hanna (Ashley Benson) y Noel Kahn (Brant Dougherty), y sólo en los últimos minutos han decidido algo de claridad. No es raro en ‘PLL’, pero aún así no está mal quejarse: no hay nada de satisfactorio tener una revelación al final del último capítulo del año cuando la teoría lleva gestándose semanas.

Todo el mundo había averiguado que Spencer (Troian Bellisario) era la hija perdida de Mary Drake (Andrea Parker) antes del capítulo de hoy. De hecho, cuando salieron las imágenes promocionales antes del comienzo de la temporada en internet fluyó esta idea, ya fuera por el parecido entre ambas o los impresionantes niveles de observación de los fans. Así que no, Mary, tu revelación entre llantos no nos ha sorprendido nada, sobre todo después de esas escenas inconexas melancólicas de Spence mirando fotos de cuando era niña. ¿Dónde están tus padres, cari? Al parecer más cerca de lo que pensábamos.

Noel Kahn, Jenna (Tammin Sursok) y compañía (¿supongo?) han formado el equipo más aburrido de villanos de toda la serie, todo para que ni siquiera fueran Uber -A. Trabajaban de autónomos, haciendo daño por aquí y llamadas peligrosas por allá pero todo por amor al arte. Todo lo que rodea a esta pareja es frustrante cuanto menos, porque es a lo que más tiempo hemos dedicado estas últimas semanas y lo que menos hemos solucionado ésta. Hemos cortado por lo sano (jeje, ¿lo pilláis? qué turbio), pero no por mucho tiempo.

Caleb (Tyler Blackburn) dice tener información definitiva contra Noel, pero la única en tener iniciativa es la sufridora Hanna, con flashes de su estrés post-traumático canalizando su violencia. El hecho de que estaría dispuesta a capturar a Noel e incluso apuñalarle dice mucho del extremo al que le ha llevado esta situación. Personalmente, me encanta que haya llegado hasta aquí, aunque la resolución no fue buena (¿por qué le dejas sólo con tu cámara, tía? ¿En qué piensas?), porque es lo que llevo esperando AÑOS que hagan las Mentirosas: coger las riendas y actuar instintiva y peligrosamente.

Sin embargo, el plan de Hanna dependía de un eje esencial: que Noel fuera el hijo perdido de Mary, y al descubrir que no era así, la fantasía se rompe, y damos paso al remordimiento y, cómo no, a Mona (Janel Parrish). Gracias, dioses de Freeform, por traernos de vuelta al único personaje con dos dedos de frente y astucia necesarios para sobrevivir en Rosewood (y en el mundo). Sin embargo, esta semana ha subido en la lista de sospechosos, ¿no creéis? Es la única que sabía el paradero de Noel antes de éste escapar y se involucra en el plan de las Mentirosas de manera muy pasiva. ¿Esconde algo?

Cuando el capítulo empieza a tomar forma de verdad es cuando el plan climático se nos presenta: Noel ha escapado, tiene la cámara de Hanna, y quiere su pendrive de vuelta. Ese pendrive es la clave de toda la temporada, aunque no sé muy bien por qué. Es un elemento que abre heridas aún tiernas del secuestro de las chicas, pero sobre todo pone en evidencia a Noel abriendo otra línea de discusión que no hace falta. Es completamente innecesario que Noel hubiera sido parte del grupo que torturó a las chicas junto con Charlotte (Vanessa Ray), y simplemente marca un camino rápido y desorganizado en el que poder justificar asesinarle. Decapitarle. Es que, de verdad… esta serie… No mentían cuando nos dijeron que este capítulo tendría la muerte más violenta hasta el momento, pero no nos dijeron lo gracioso que iba a ser. Sin duda, premio a la muerte más certera: nadie va a creer que Noel sigue vivo, y al menos eso es un respiro.

El drama en la casa no acaba ahí, sin embargo, porque Jenna está disparando ciega (literal) y persiguiendo a Spencer, dispuesta a acabar con ella si Mary no hubiese aparecido (¿de dónde? ni idea, me da igual, todo me da igual). Así que así nos quedamos, sabiendo algunas cosas más que antes pero no mucho más:

– Ezra (Ian Harding) y su ex perdida es un drama que no necesitamos, pero bueno.

– Ni Noel, ni Jenna ni Mary son A.D. – Esa persona tiene ahora en su poder a Jenna.

– Mary Drake es la madre biológica de Spece… ok.

– Noel Kahn está muertito, a ver quién carga con la culpa.

– Nuestros sospechosos se limitan a Wren (Julian Morris) que está confirmado para la temporada 7B y Melissa que simplemente tiene cara de mala, y ¿Mona?

Sinceramente, ha sido un capítulo mediocre, pero no todos los capítulos mediocres pueden decir que han tenido cabezas rodando. Ni al mejor personaje de la serie a punto de morir en la última escena. Personalmente, doy gracias de que esta serie se vaya a acabar ya, porque no me da para teorizar sobre tanto caos. Ojalá Uber -A sea Dios, y Rosewood sea una metáfora de nuestra sociedad en decadencia, y en realidad haya un discurso marxista escondido entre tanto drama ‘new adult’ y escenas de sexo incómodas bajo la luz de una chimenea en verano. Ojalá. Sólo digo esto. Os dejo el resto a vosotros, que no puedo más.

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