Seguro que alguna vez os ha pasado. Conoces el nombre de una serie, buscas información sobre ella, te gusta, decides verte la primera temporada entera en dos días (incluso aunque cuente con más de 10 capítulos), y cuando más fans sois de ella os llega la noticia: ha sido cancelada. No hay nada peor para los seguidores de una serie que el saber que nunca más volverán a ver algo suyo, y que todas esas historias que se han quedado a medio contar, no tendrán ningún final.
Hoy en día las cadenas siguen cancelando series a diestro y siniestro, una práctica que bien sea por un problema o por otro se lleva dando desde hace bastante tiempo. Por desgracia las cancelaciones no solo se dirigen hacia series, digamos, de menor calidad o interés, si no que no hay ni un solo producto que esté a salvo de ser eliminado sin previo aviso. Lo que queremos comentar hoy son algunas de esas razones que, aunque no entendamos, hacen que una serie fracase a nivel sobre todo económico y acaben creando un vacío seriéfilo en nuestro interior que a veces es muy difícil de rellenar. Además repasaremos algunas de esas series que tenían todos los ingredientes para triunfar en la televisión pero nunca lo hicieron.
El principal problema con el que cuentan las series incluso antes de empezar a emitirse es la audiencia. El número de espectadores es el terror de todo director, guionista, productor o trabajador de cualquier otro campo televisivo que se precie. La audiencia conseguida es determinante. Ya puedes tener una serie con una calidad exquisita y una historia original o maravillosa, que si el grupo de seguidores es reducido y las ganancias no son suficientes vas a tener que buscarte otro sitio donde probar suerte, si es que puedes. Y aún dentro del cupo de series que son retiradas de la parrilla debido a la baja audiencia, que no son pocas ni mucho menos, hay algunas que salen mejor paradas que otras. Puedes encontrarte series que han tenido la oportunidad de emitir hasta tres o cuatro temporadas, como es el caso más reciente que tenemos, ‘Hannibal’, cancelada por baja audiencia y rechazada por otras cadenas por el enorme presupuesto con el que deberían contar para pagar a sus estrellas. Aunque no está todo perdido para ‘Hannibal‘, pues se comenta la posibilidad de su retorno en un par de años.
Pero no todas las series canceladas por baja audiencia consiguen mantenerse durante algunos años en antena. Hay algunas que, aun habiendo conseguido críticas buenísimas después de haber tenido como mínimo una temporada, caen en el olvido. Y aquí es donde entran esas series que duele recordar, como pueden ser ‘Tru Calling’, ‘Dollhouse’ ‘The Black Donnellys’, ‘Flashforward’ o ‘Awake’. En el caso de estas series todas carecen de un final cerrado que pueda dejar satisfechos a los fans. Y una cosa os digo, todas son series muy buenas, sobre todo ‘Awake’, una seriaza con todas las letras. Aquí a parte de la audiencia hubo problemas muy determinantes, y es que por ejemplo ‘The Black Donnellys’ fue llamada desde antes de estrenarse como sucesora de ‘The Sopranos’, serie a la que no se pareció en absoluto, y con ‘Flashforward’ pasó exactamente lo mismo, pero comparándola con ‘Lost’. Las comparaciones son odiosas y en este caso pesaron demasiado en la audiencia. ‘Awake’ fue muy aclamada entre la crítica y los fans que tenía, que no éramos pocos, pero la historia que contaba era tan compleja (y original) que no consiguió conectar con tanta gente como les hubiera gustado. Y aun siendo determinante la baja audiencia, otras como ‘Tru Calling’ o ‘Dollhouse’ tuvieron además un enemigo inesperado: la propia cadena que las emitía. ‘Dollhouse’ fue totalmente maltratada por FOX, la cual llegó incluso a quitarla de emisión durante un mes en mitad de su segunda temporada. La creación de Joss Whedon no convenció a FOX desde un primer momento y fue relegada a unos horarios malos para la audiencia. A ‘Tru Calling’ tampoco le fue bien con FOX, ya que la cadena bailó con su emisión como quiso, la canceló, la volvió a renovar y finalmente terminó por parar la producción de la segunda temporada cuando tan solo tenían 6 capítulos grabados.
Y aunque la audiencia también ha tenido parte de culpa, hay algunos casos en los que existen otros factores mucho más determinantes para provocar que una serie desaparezca de la parrilla. Y aquí pongo dos ejemplos muy claros: ‘Jericho’ y ‘Person of Interest’. Cuando hablamos de ‘Jericho’ hablamos de una serie que hizo bastante ruido cuando se estrenó, y no era precisamente bueno el ruido que hacía. Contaba la historia de un pueblo ficticio que sobrevivía al ataque nuclear masivo que recibía Estados Unidos. Esto fue algo que no gustó en el pueblo americano, y fue motivo suficiente para que no quisieran ni verla. A pesar de sus bajos niveles de audiencia, el fandom de la serie consiguió que CBS confirmase una segunda temporada de 7 capítulos después de enviar cartas masivamente a la directora de dicha cadena con un solo objeto en su interior: nueces (parecido a lo que se hizo para intentar salvar ‘Verónica Mars’).
Un caso aparte es el de ‘Person of Interest’, a la que podríamos bautizar como la serie más infravalorada del siglo XXI. Una de las razones que hacen que esta serie no sea tan conocida y aclamada como debería es su primera temporada, demasiado convencional como para ganarse a un buen número de seguidores. Muchos somos los que la abandonamos tras ver una docena de capítulos porque pensábamos que no iría a ninguna parte, y luego nos hemos dado cuenta del error en el que caímos al no seguirla. A lo largo de sus cuatro temporadas ‘Person of Interest’ no ha tenido malos datos de audiencia, pero tampoco son suficientemente buenos como para que CBS quiera mantenerla durante más temporadas, menos aún si le añadimos que no es una producción precisamente barata y que en CBS gusta mucho lo episódico y típico, nada de series complejas. A día de hoy queda por emitir su 5ª temporada, de la cual no se tiene noticia alguna ni se sabe si será emitida, mientras que sus propios creadores buscan otra cadena (suena con fuerza Netflix sobre todo) donde poder continuar con su historia.
Pero también hay casos de series que se han quedado en nada más que un muy buen recuerdo por otros factores muy diferentes a la audiencia. Ejemplos de esto son, sin duda, dos de las mejores series que se hicieron en 2013 y que aún nos rompe el corazón recordarlas: ‘In the Flesh’ y ‘Utopia’. En ambas las razones de cancelación son excesivamente extrañas, ya que tanto una como la otra gozaban de un buen número de seguidores y un buen rating. ‘In the Flesh’, serie que contaba la historia de muertos que regresan a la vida en forma de zombies pero con consciencia y razonamiento, fue cancelada por BBC porque, según ellos, no podían producir más de una serie al año y ya tenían otra en mente. Lo raro es que en su horario fue sustituida por un reality de… zombies. Su cancelación fue todo un golpe en la cara para sus seguidores, aún después de que la serie ganase incluso un BAFTA. Se habla de un remake por parte de HBO que ojalá se haga realidad.
Y luego está ‘Utopia’. Novedosa, única, sangrienta y llena de conspiraciones, ‘Utopia’ contaba con un gran número de seguidores no solo en UK, lugar de donde salió, sino en todo el mundo, hasta el punto de convertirse en una serie de culto. Channel 4, la cadena a la que pertenecía, decidió no renovarla tras su segunda temporada porque querían hacer espacio a otras producciones, algo que sonó a excusa barata para ocultar otras razones. Se hablaba mucho de lo real que parecía toda la conspiración sobre la que iba la serie, el mal lugar en el que se dejaba a gobiernos y demás instituciones y además, daba la casualidad de que trataba con muy pocos tapujos el tema del ébola, muy presente por esas fechas. La realidad de su cancelación no la sabremos nunca, pero la idea de que lo que querían era censurar todo lo que contaba la serie es a día de hoy la razón más hablada entre sus fans.
Hay otras muchas series que se han quedado sin espacio en este post, como pueden ser ‘Roma’, ‘Veronica Mars’, ‘Alphas’, ‘Traveler’, ‘Firefly’…pero no nos olvidamos de ellas, porque nos dieron muy buenos momentos televisivos. No todo depende de la audiencia como hemos visto, pero lo único que podemos hacer ahora mismo es cruzar los dedos porque nuestras series favoritas cuenten con el beneplácito tanto de los espectadores como de sus propias cadenas y no volvamos a vivir casos como los que hemos mencionado en este post. Pero es que ser amante de las series… ¡es tan gratificante como duro!