¿Se os ha hecho eterna la espera semanal para ver en acción a los Shelby? El fin de semana llega, y con él ‘Peaky Blinders’, así que dejemos de lamentarnos porque vuelve a tocar esperar y comentemos nuestras impresiones sobre el episodio. Y si aun no lo has visto, recuerda que a partir de aquí hay ‘spoilers’.





El plan de Tommy (Cillian Murphy) de aliarse con los judíos no tardó en llegar a oídos de Sabini, que solo piensa en acabar con Thomas. El líder de los Peaky, por su parte, planea comprar un caballo para ampliar su negocio y participar en las carreras, lo que les alejaría del punto de mira de la policía.

Por su parte, Polly (Helen McCory) parece querer alejarse del mundillo turbio en el que están metidos para alejar así a su recién recuperado hijo, Michael (Finn Cole). Vemos el lado materno de Pol, pero también vemos que a su pequeñín -ya no tan pequeñín- le gusta más ese mundillo que a un tonto un lápiz.

Así es que no pierde el tiempo para ir de excursión con sus nuevos primos, donde los Shelby se agencian una yegua de $2,000 y Thomas el número de una mujer que parece que será importante en el transcurso de los próximos episodios. Y de paso también acabaron con un cadáver, en manos de, ¡cómo no!, Arthur (Paul Anderson).

Parece ser que el «tokio» no le viene nada bien al mayor de los Shelby, que cada vez está más descontrolado y cada vez es más difícil pararle los pies, pese al gesto de buena voluntad y «arrepentimiento» que habíamos visto minutos antes. También es verdad que este chico intentó matarle. Y que no dijo su nombre, sino el de Thomas. ¿Por qué nadie quiere matar al pobre Arthur?

A Solomons (Tom Hardy) le hemos visto poco tiempo en pantalla, pero lo intensos y maravillosos que han sido los minutos en los que ha estado han bastado para impresionar al público y dejarnos con unas ganas locas de conocer más de este judío y saber por qué hay que tenerle miedo.

Más de lo mismo pasa con Sabini. Aparece fugazmente, pero no pasa inadvertido para nadie, sea amigo o enemigo (si es que tiene amigos). Lo que queda claro es que su objetivo es Tommy y no va a descansar hasta acabar con él. Y si no que le pregunten al pobre chaval de la cárcel, aunque no creo que pueda hablar mucho…

El que es un misterio es Michael, que acaba de llegar pero ya quiere meter sus narices hasta el fondo en los asuntos de los Shelby. Y para ellos la familia es familia, ¡pero es que acaba de llegar! Y tiene 17 años. ¿Nos fiamos o qué? De momento sí, No queremos ver mal a Polly.

Por desgracia, ya estamos a mitad de temporada. ¿Cómo acabarán las cosas?
¿Qué os ha parecido el episodio? ¿Qué pensáis de Michael? ¿Os gusta la alianza Shelby-Solomons?

Paloma, j