El penúltimo capítulo de la temporada no decepciona, de hecho, aunque parecía imposible, ha superado todas las expectativas con una historia graciosa y que, una vez más, nos ha llegado al corazón. A continuación vamos a hablar de qué ha tenido este “Divacel” que nos ha gustado tanto.
Paquita (Brays Efe) sigue con su empeño de convertir a Mariona Terés en una estrella y es que cuando a Paquita se le mete algo entre ceja y ceja hace absolutamente todo lo que está en su mano para hacerlo realidad. Así pues por fin le ponemos cara a su querido Paco Cerdeña que no es otro que nuestro Andrés Pajares al que acude la representante tras enterarse de que produce la nueva película de Eduardo Casanova y después de ser maltratada por la directora de casting, Violeta Gil (Ana Milán).
En el cuarto capítulo de una serie ya es difícil sorprender de semejante manera al espectador pero si alguien se esperaba que el capítulo empezase con un número musical de Magüi (Belén Cuesta) absolutamente adorable y con el que cualquier persona que haya tenido un ‘crush‘ se habrá sentido identificado por favor que le quite el puesto a Esperanza Gracia. Magüi es un personaje que nos ganó desde el primer momento por su timidez y su amor secreto por Álex (de Lucas) además de por su desconocimiento de la carpeta de spam, claro, pero poco a poco se ha ido creciendo hasta convertirse en la ‘sidekick‘ ideal de Paquita combinándose a la perfección para hacer que PS Management vuelva a estar en lo más alto.Por si Pajares y Milán fueran poco en este capítulo también hemos podido disfrutar de la extraordinaria Yolanda Ramos que además de vender de maravilla el “Divacel” se ha ligado a Lidia San José sin parpadear. ¿Cómo no nos va a gustar ‘Paquita Salas‘? ¿Desde cuándo no vemos una serie, y no digamos española, tan inclusiva? Otro capítulo que nos ha vuelto a mostrar los tejemanejes del mundillo del espectáculo, que por mucho que se quiera a veces la meritocracia no es suficiente y cuando eso pasa Paquita da el callo por sus representados.‘Paquita Salas‘ está rompiendo moldes y aunque sea una pena que todos estemos alucinando al ver que se trata de un producto nacional esperemos que sea el primero de muchos, de una nueva forma de entender la ficción en este país tanto en cuanto a riesgos y temas que tratar como en duración de los episodios ya que esta serie nos regala 20 minutos de los cuales no sobra ni un solo segundo. Se nota el mimo que han puesto sus creadores (Javier Calvo y Javier Ambrossi) y se agradece la libertad que se intuye que les han dado en Flooxer para hacer la serie que querían y que los espectadores también queríamos. Nos queda solo un episodio para despedirnos de Paquita pero no nos cabe duda de que será espectacular y nos dejará con muchísimas ganas de más. ¿A vosotros qué os ha parecido? ¿Os habéis puesto ya el número musical inicial de tono de llamada en el móvil? ¿No os gustaría ser Violeta Gil para contratar a Mariona en todo lo que pudierais?