Si con los dos primeros capítulos de ‘Paquita Salas‘ conocimos al que sería nuestro nuevo personaje favorito de la temporada seriéfila el tercer episodio confirma que esta serie es algo que no teníamos hasta ahora y que hacía mucha falta en nuestro país; una comedia desternillante que además llegue al corazón de mil maneras distintas en cada entrega. A continuación vamos a comentar este “Hasta Navarrete” que os adelantamos que también nos ha encantado.
Después de reclutar, de manera tan original como es Paquita (Brays Efe), a Mariona Terés toca trabajar para demostrarle al mundo lo que vale por lo que la representante hace una excepción y permite que se grabe un casting para una serie europea en la oficina. En este capítulo el ajetreo en PS Management dura poco ya que tras una misteriosa llamada Paquita se marcha hacia su pueblo natal, Navarrete.
Después de algún encuentro con vecinos de toda la vida conocemos a Fina, la madre de Paquita, interpretada por Alicia Hermida, y descubrimos el verdadero motivo de la visita a Navarrete. El camino hacia el estrellato no es fácil y en el pasado Paquita utilizó una estrategia, que recuerda un poco al polémico caso de Anna Allen, por la cual Clara (Claudia Traisac), una de sus representadas declaró haber hecho gran cantidad de trabajos en Hollywood a pesar de que la realidad era bien distinta y cuando estalló el escándalo la chica se recluyó en el pueblo a cuidar de la madre de Paquita. Ahora, olvidado lo sucedido, Clara es elegida para protagonizar una serie de televisión que no le hace tanta ilusión como cabría esperar.
Este capítulo nos da a conocer un poco más de la vida personal de Paquita, su infancia y su situación familiar. Es inexplicable cómo Javier Calvo y Javier Ambrossi consiguen condensar en tan solo 22 minutos una historia tan graciosa, tierna, reivindicativa y coherente como llevan haciendo ya en los tres episodios de la serie. No solo siguen reivindicando la diversidad en el mundo audiovisual sino que también nos acercan a la dura realidad que se puede esconder tras el aparentemente perfecto mundo de la farándula y es que ver a la madre de Paquita sin reconocerla ha sido un mazazo no solo para su hija sino también para todos los espectadores. Además conocemos a Sonia, un personaje que sin duda pasará a ser de los más maravillosos de la serie y que estamos deseando ver en próximos capítulos (o temporadas, porque lo que son capítulos de la primera temporada queda uno solo. Lloremos).
Pero sin duda la lección que he aprendido de este viaje a Navarrete es que el triunfo es mucho más duro de lo que los que no nos dedicamos a ese mundo pensaríamos y que a veces hace trizas los sueños de muchísimas personas que irradian talento por los cuatro costados. Clara es una persona que ha luchado por ello todo lo que ha podido y a la que la crudeza del mundillo ha podido hasta dejar de lado esa ilusión por una vida más tranquila en la que la humillación pública no sea el pan de cada día. Es tan duro desear algo que tanta gente desea…
Otra vez la música, la realización, el guión, las actuaciones y absolutamente todos los elementos de la serie han estado en sintonía para dejar claro que lo de Paquita Salas no ha sido un éxito fortuito ni fugaz sino que es fruto del talento de todo el equipo y que seguirá dándonos alegrías tanto tiempo como ellos quieran porque, desde luego, el público quiere Paquita para rato. ¿Qué os ha parecido a vosotros este tercer capítulo? ¿Cuál ha sido vuestro momento favorito? ¿Creéis que Mariona conseguirá el papel en la serie europea? ¿Se sabe algo de Carlos, el chiquito de los Borgia?