Los personajes de ‘Orphan Black’ han tenido que lidiar esta semana con todos los cambios que implicó el episodio de la semana pasada. Ningún cambio de dirección es rápido, sobre todo cuando es obligado.
La muerte de Kendall (Alison Steadman) fue un golpe para todos. Siobhan (Maria Doyle Kennedy) ha perdido a su madre una vez más y los clones se han quedado sin el, de momento, único camino que les llevase a conseguir una cura para su enfermedad. Y, por supuesto, cada uno encaja el golpe como puede.
Mientras Siobhan culpa a Sarah (Tatiana Maslany) por los últimos acontecimientos, Sarah decide que la mejor forma de evitar sentirse terriblemente mal por la forma en que todo se ha resuelto es retomando esos viejos hábitos que tan poca productividad aportaron a su vida en su día.
Sigue siendo muy interesante esa comparación de personajes entre Sarah y Beth (Tatiana Maslany), porque probablemente son los clones más parecidos entre sí psicológicamente, y precisamente por eso da tanto miedo ver a Sarah repetir los patrones por los que Beth ya pasó. Ser quien lleve el peso de la lucha en sus hombros, tener que responsabilizarse por cada paso en falso y sentirse culpable por no ver la luz al final de un túnel que parece infinito. Pero hay algo con lo que Beth no contaba, y ese es Felix (Jordan Gavaris). Si no llega a ser por su oportuna aparición, la semana que viene ‘Orphan Black’ tendría que habernos contado una historia muy diferente. Pero podemos estar tranquilos, porque parece que lo único que Sarah necesitaba era tomarse un respiro a su manera, un apretón de manos de Siobhan y un par de visitas mentales de Beth para darse cuenta de que sin ella las cosas solo pueden ir a peor.
Cosima (Tatiana Maslany) también ha estado a punto de cometer una locura, y una vez más ha sido Felix el encargado de solucionarlo. No entendemos cómo a Felix se le puede pasar por alto anunciar a todo el mundo a los cuatro vientos que Krystal (Tatiana Maslany) vio cómo Delphine (Évelyne Brochu) salía viva de aquel aparcamiento, pero se lo perdonamos porque ya ha hecho bastante salvando dos vidas en el mismo capítulo.
Es muy comprensible que todos los clones estén al borde de la desesperación y barajen cualquier opción, por terrible que suene, como posible solución, pero querer meterse en la boca un gusano repugnante y con intenciones cuestionables teniendo como única información que actúa de forma impredecible y diferente en cada persona no es algo que a Cosima suela parecerle buena idea. Que le traigan ya de vuelta a Delphine antes de que pierda la cabeza del todo, gracias.
Por supuesto, ‘Orphan Black’ siempre se cobra las buenas noticias, así que nos han resucitado a Delphine pero nos han enviado a Donnie (Kristian Bruun) a la cárcel. Hace ya mucho tiempo de aquella maravillosa campaña electoral de métodos poco legales, pero el matrimonio Hendrix lleva muchísimo tiempo librándose de las peores situaciones, así que, que su aventura con las drogas les explotase en la cara era solo cuestión de tiempo.
¿Quién se llevó a Delphine del aparcamiento? ¿Dónde está? ¿Para qué ha contactado Mika (Tatiana Maslany) con Kira (Skyler Wexler)? ¿No os da Kira un poco de miedo? ¿Cuánto durará Donnie en la cárcel? ¿Qué significan esas visiones que tiene Rachel (Tatiana Maslany) con un cisne? ¿Qué más dones guarda ese nuevo ojo además de devolverle a Rachel la vista?
¡Comentemos!
PD: ¿No os ha parecido una auténtica maravilla la combinación del arresto de Donnie con la sintonía del cumpleaños feliz de fondo? Viva ‘Orphan Black’.