La serie continua intentando volver a sus orígenes durante el comienzo de la sexta temporada y volvemos a ver una cara familiar. La historia de Cinderella (Jessy Schram) no estaba del todo bien contada y la protagonista decide arreglar lo que no hizo en su día.
No es ninguna novedad que la serie haya perdido un poco el rumbo. En su nueva temporada estamos viendo como intenta volver a esas primeras temporadas donde descubríamos las historias «reales» tras los cuentos. Ahora, descubrimos que los héroes también tienen secretos y también hacen cosas no muy recomendables, y la Evil Queen (Lana Parrilla) ha llegado para desmoronar todas las historias y destrozar los finales felices.
Aprovechando esto revive el viejo estilo de la serie y con ello vuelven a cobrar protagonismo algunos personajes olvidados como Archie (Raphael Sbarge) o Whale (David Anders). Este capítulo ha querido relacionar el drama que está viviendo Emma (Jennifer Morrison) con la historia sin contar de Cinderella.
Parece ser que La Tierra de las Historias Sin Contar es el lugar al que los personajes huyen para poder ser felices. Es una especie de Storybrooke durante la maldición, el tiempo no pasa por los que están allí y viven sin tener que enfrentarse a sus miserias.
Allí se fue una de las hermanastras de Cinderella para poder vivir su amor con el lacayo del príncipe, pero la cosa se torció por culpa de la princesa y acabó allí con la malvada madrastra. Ella aprovecha que ahora todos estos personajes están en su ciudad para arreglar el error que cometió.
La salvadora sigue sin contarle a nadie más que a Archie el drama sobre su visión y futura muerte, lo que le está ocasionando mucha falta de seguridad sobre sí misma y su futuro con Hook (Collin O’Donoghue) y problemas a la hora de emplear la magia.
Toda esta historia es sin duda la más aburrida de la trama y puede ser que de la serie entera. Repetir prácticamente todo lo que pasó en la quinta temporada con los mismos personajes es algo muy cansino, pero vamos a tener que comérnoslo con patatas una vez más e intentar sentirnos intrigados.
Porque, ¿quién está bajo la capucha? ¿Es realmente Regina, es el ‘yo malvado’ de Emma? No nos han dado más información sobre esto así que no queda más que seguir especulando.
Si algo se disfruta en estos capítulos es a la Evil Queen. Madre mía. Qué diferencia. De nuevo un verdadero villano, e imaginarla con Jekyll (Hank Harris) hace que se me caiga la baba. Dos personajes sin un gramo de bondad en su interior planeando destruir a Emma y a los Charming. Suena a gloria.
Sabemos de hace tiempo que si esta serie vive es gracias a los villanos. Los héroes son tan sosos y empalagosos que no gustan. Es más, que Snow (Ginnifer Goodwin) se plantee vivir una vida normal dando clases y creando universidades es bastante sorprendente cuando hace cuatro capítulos la vimos sufrir porque echaba de menos la acción y ser una heroína. Ahora, todo lo contrario. ¿Qué pasa aquí? Ayer te vi luchar con un palo contra un espadachín experto embarazada de, yo que sé, 7 meses, porque se supone que querías volver a ser esa Snow que trepaba árboles y peleaba contra malos, pero hoy solo quieres enseñar. Me pierdo.
Charming (Josh Dallas) sí que parece que va a darle algo de caña a la trama después de haberle mentido a su mujer y buscando un poco de venganza. A ver si es verdad. Explotar que todos los héroes tienen su parte oscura, incluso los Charming, podría ser algo bueno y derivar en algo interesante si se sabe aprovechar.
Ahora nos queda ver qué pasa con Jekyll fuera de la cárcel, con Rumple (Robert Carlyle) fuera de juego sin hacer de las suyas hace falta alguien que la esté liando por ahí.
¿Que os ha parecido el episodio a vosotros? ¿Os ha gustado la historia de Cinderella? ¿Queréis ver más historias ocultas?
