La vida sigue en el loft sin Jess (Zooey Deschanel) y la reciente incorporación de Reagan sigue siendo el motor de estos capítulos. Esta semana el personaje de Megan Fox se encarga de poner a los chicos en una situación más que complicada para unos indecisos como ellos. ¿Lo comentamos? Cuidado con los ‘spoilers‘.
Nadie se termina de acostumbrar a la presencia de Reagan en el loft y lo cierto es que hasta los espectadores la notamos extraña y tala vez eso sea una genialidad que han conseguido o tal vez todo lo contrario. Tanto Winston (Lamorne Morris) como Nick (Jake Johnson) siguen embelesados por la chica que, consciente, se propone divertirse volviendo locos a los chicos con una propuesta que no pueden rechazar pero solo si se pueden decidir. Casi parece una conversación de bar entre amigos en una noche de viernes: ¿Qué harías si viniera Megan Fox y nos dijera que se acostará con unos de nosotros, si es que conseguimos decidir con quién?
Eso mismo les plantea la recién llegada y aunque nunca sabremos si lo hubiera hecho y todo el mundo desconfiaba de la propuesta no han tenido más remedio que intentar llegar un acuerdo por el tan recurrente «por si acaso». Por otro lado, Schmidt (Max Greenfield) y Cece (Hannah Simone) van a su bola preparando su boda, lo que por supuesto nos ofrece momentos de lo más graciosos y que quitan todas las ganas de casarse. ¿Todas las películas y series exageran mostrando la preparación de una boda como poco menos que una guerra o es realmente así? De verdad, si alguien ha tenido que organizar alguna boda nos encantaría que nos dijerais en los comentarios vuestra opinión de cómo lo retratan en este capítulo.
Esta trama de «me voy a acostar con uno de vosotros si decidís a cuál», de entrada, parece un chiste de mal gusto pero es así, es el capítulo que nos han dado y han hecho lo mejor que han podido con él. Está claro que las decisiones son un invento del diablo y es divertido (más o menos) ver cómo los chicos de la serie que, reconozcámoslo, a nivel mental siguen en la adolescencia, se enfrentan a algo tan suculento como acostarse con esa mujer que es Reagan. Al final resulta que se deciden por Winston ya que Nick traicionó el pacto sagrado y silencioso de los preadolescentes y se enrolló con la chica que le gustaba a Winston allá por el instituto. Ya sabíamos que Winston es un ser tierno e inocente pero verlo tan indefenso igual de pequeño que de adulto hace que lo queramos aún un poco más.
La verdad es que este capítulo ha acabado siendo de los más bonitos de la temporada y es que ese momento en el que Winston habla de su compañera Aly (Nasim Pedrad) sin darse cuenta de que le gusta nos ha derretido el corazón por completo. Suponíamos que esto iba a suceder pero no pensábamos que sería tan pronto aunque como se trata de Winston y los guionistas no le dejan ser feliz la chica se acaba de echar un novio que encima es agente de animales actores, ¿puede ser más guay un trabajo? Bueno, probablemente sí pero agente de perretes y gatetes actores está muy alto en el top. Por otro lado Cece y Schmidt siguen demostrando ser la pareja perfecta aunque no tengan tanto dinero como Benjamin (David Neher) y tengan que conformarse con celebrar su boda en un almacén abandonado, algo que con un poco de imaginación y decoración puede resultar más romántico de lo que parece.
Además Nick vuelve a demostrar que no es un tipo tan superficial como quiere hacer creer a veces y prefiere seguir conquistando a Reagan hasta que ella también desee acostarse con él. La risa es algo personal y sobre qué nos hace gracia no hay nada escrito pero lo cierto es que la calidad de los gags de este capítulo sigue bastante estancada, como lleva prácticamente toda la temporada. ¿El chándal de «no tener sexo» de Nick? Como gesto hacia Reagan y demostrar sus honestas intenciones bien pero como recurso cómico ha resultado un poco triste. ¿Qué pensáis vosotros? ¿Os reís con la serie o la veis más por cariño a los personajes? Comentadnos vuestras impresiones a continuación.
