Tras la cancelación de ‘Nashville‘ teníamos la esperanza de un final con cierre para todos, pero no ha sido así. ¿Os ha gustado el supuesto último episodio de la serie?
Tras cuatro temporadas de grandes subidas y bajadas dramáticas la serie llega a su fin con muchos momentos felices para todos los espectadores pero uno terrible que nos deja con mal sabor de boca. Vayamos por partes.
En primer lugar y tras la emancipación esta temporada de Maddie (Lennon Stella), trama que nos ha hecho llorar todas nuestras lágrimas, gracias a que Deacon (Charles Esten) la salve y a la carta de Rayna (Connie Britton) la chica regresa con su familia y todo es feliz en nuestras vidas. Por fin Deacon y Rayna están casados y no hay ningún drama a la vista para ellos. Esto es un final que nos contenta mucho y que nos deja satisfechos, ya que esta pareja era un ‘endgame‘ clarísimo y sin ellos esta serie no habría sido nada.
Otro final feliz que nos provoca gran placer es que tras muchas subidas y bajadas Gunnar (Sam Palladio) y Scarlett (Clare Bowen) se besan en el escenario tras ella confesarle su amor. Debemos decir que esperábamos una pedida de mano, pero con esto nos llega para saciar nuestro interés. No dejaremos de preguntarnos si le cambiarán el nombre a su grupo, ya que ahora no son ‘ex’ pero ese final juntos es lo que siempre deseamos.
Tercer final feliz de nuestra vida es para Will (Chris Carmack) que tras hacer pública su homosexualidad se ha visto en polémica con los medios de comunicación más conservadores de EEUU. Al final le salió bien, obviamente, y no solo se lleva el favor de América, o eso damos por hecho, si no que se reconcilia con su novio. Todo esto no habría sido posible sin Luke (Will Chase) que fue un personaje odiado por todos, pero que se ha redimido en estos últimos tiempos.
Layla (Aubrey Peeples) por su parte sigue siendo una mentirosa asquerosa y como la vida no es justa a pesar de todas sus tramas y mentiras y de lo psicópata que es acaba con un éxito en su carrera. Es increíble que tras todos los dramas que le han ocurrido siga haciéndole daño a la gente tan gratuitamente.
Y la trama que nos ha dejado sin el final que deseamos es la de Juliette (Hayden Panettiere) y Avery (Jonathan Jackson), tras filtrar Layla toda la trama de Jeff (Oliver Hudson), Juliette se confiesa a los medios y abandona la gala de los Oscar por ir con su familia. Eso sí que es una gran muestra de amor. Y, cuando ya esperamos un reencuentro feliz de la pareja con su bebé y en el último minuto, nos hacen sentir timados con un ‘cliffhanger‘ que quizás nunca se solucione. Parece ser que sí que estaba previsto un final en el que la pareja acabase junta, pero han hecho esto en un intento de que alguien salve la serie de la cancelación.
No estamos nada contentos con esta decisión, cuatro temporadas han sido las justas para que la serie tuviese una duración lógica y no se alargase hasta la eternidad, nos habríamos quedado la mar de contentos con un final feliz para todos. Pero no, ahora por una salvación que probablemente no ocurra nos tenemos que quedar con un final abierto para siempre.
¿Os gustaría que la salven? ¿Ha sido inteligente hacer este final? ¿El resto de historias han acabado bien en vuestra opinión? ¿Le irá bien a Maddie en su carrera? ¿Conseguirá Will tener éxito a pesar de todos sus detractores? ¿Se casarán Gunnar y Scarlett?
Puede que jamás tengamos una respuesta o puede que sí. De momento tomémonos esto como una despedida. Aquí tenéis un hueco para comentar vuestras impresiones con nosotros.
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