Este verano está siendo un tiempo de descubrimiento de series en lugares insospechados. Ante el hastío generalizado con respecto a la segunda temporada de ‘True Detective’, que se une a la incapacidad de tanto HBO como de Showtime y demás competidoras para conseguir que alguno de sus dramas llame demasiado la atención, cadenas como Lifetime con ‘UnReal’ o TNT con ‘Mr. Robot’ son las que se están llevando los titulares. Comentamos el episodio de esta última, con posibilidad de ‘spoilers’, a continuación.
Lo que la pérdida de un ser querido puede despertar en una persona es tan intenso como variado. A algunos les puede sumir en una depresión mientras que a otros les puede llevar a hacer actos que jamás realizarían normalmente en episodios de manía. A una persona con la psique tan compleja como la de Elliot (Rami Malek) parecen haberle sucedido ambas cosas. Pero su vecina, traficante y amante ya no está y los planes de fsociety deben seguir, así que es el momento de Mr. Robot (Christian Slater) para tomar el mando de las operaciones.
Esta es la primera vez que vemos al que nosotros creemos que es el ‘alter ego’ del protagonista actuar independiente, sin este último estar en las inmediaciones para darnos a entender que pueda ser alguna personalidad disociada de este. Sin embargo todos sus interlocutores no parecen dirigirse a Mr. Robot de forma muy distinta a como lo hacen con Elliot, así que para nada hemos descartado esa seria posibilidad. El próximo episodio parece querer darnos alguna que otra respuesta en esa línea, veremos por dónde salen.
Quienes no parecen poder salir de sus propios pozos son Angela (Portia Doubleday) y Tyrell (Martim Wallström). La primera al menos parece conseguir ciertas respuestas ante la muerte de sus padres por primera vez en décadas. Quizá no sean las más satisfactorias ni las que permitan poder cerrar esa gran herida, pero si unas que le permiten poner caras y contexto al momento en el que unos ejecutivos avariciosos decidieron que el posible riesgo a las vidas humanas por los vertidos químicos era aceptable económicamente. O al menos la primera vez que escucha admitirlo.
El segundo sin embargo no hace más que abrir nuevos interrogantes en su propia vida. Ahora que sus impulsos le han llevado a asesinar a la esposa de su rival laboral, una a la que finalmente sí que había conseguido seducir, un nuevo horizonte de incertidumbre se vislumbra para este. Todavía queda por saber cómo entronca esto con la trama principal de la serie, ya que salvo dos encuentros ocasionales hasta el momento no ha habido mayor interacción con el protagonista, pero está siendo tan enigmática como esta.
Una que por primera vez es admitida en voz alta por Elliot a otro personaje, en este caso a su psiquiatra Krista (Gloria Reuben). Si decíamos que la pérdida puede llevar a las personas a hacer cosas inesperadas, esta es una de ellas. Nunca creímos que veríamos al protagonista admitir esta vida secreta suya, pero aquí está ante nosotros. La soledad es un enemigo muy poderoso y, por una vez, ha podido con el hacktivista.
No dejéis de ver la serie y de contarnos qué os parece, ¿vale?