La séptima temporada de ‘Modern Family’, que arrancó con fuerza en su estreno la semana pasada, se desinfla un poco en este segundo capítulo. Si aún no lo habéis visto, no sigáis leyendo, porque esta entrada contendrá spoilers del nuevo episodio.
Alex (Ariel Winter) decide adelantar su día de partida hacia la Universidad sin decírselo a sus padres, para ahorrarse todo el proceso de despedida que sus progenitores tenían preparado. En cambio, pide a Hayley (Sarah Hyland) que la acompañe hasta su nuevo hogar. Además, los Dunphy ven como otro de sus polluelos quiere escapar del nido, cuando Luke (Nolan Gould) empieza a experimentar esa fase adolescente del cambio de imagen.
Por su parte, los Tucker-Pritchett se preparan para el partido de fútbol de Lily (Aubrey Anderson-Emmons), a la espera de que toda su familia acuda al evento. Pero parece que ni los Dunphy ni los Pritchett-Delgado tienen intención de ir al partido de la niña.
Tan altas nos pusieron las expectativas con el primer capítulo de esta nueva temporada que nos hemos llevado un chasco esta semana con el nuevo capítulo. En general, ha sido un episodio con una trama un poco dispersa, aunque entendemos el mensaje de fondo, apenas hemos vivido momentos divertidos, y la emoción que querían transmitirnos con la partida de Alex, ha quedado bastante sosa.
Como bien ha dicho Alex, su Universidad se encuentra a tan sólo 30 minutos de su casa, por lo que suponemos que no vamos a despedirnos de su personaje, al contrario, quizás vengan tramas más frescas para ella, ubicadas en el campus de su nuevo hogar. Una cosa está clara, si conservan al personaje de Maisie (Chloe Csengery), la compañera de habitación de Alex, vamos a vivir momentos muy divertidos.
La despedida de la mediana de los Dunphy, el momento que ha sido, probablemente, el más tierno, ha sido ese abrazo que han compartido Hayley y Alex. A pesar de que se lleven como el perro y el gato, ahora empiezan a ser más cercanas, y Alex, por más que quiera hacer creer a sus padres que es muy madura y que no los va a echar de menos, está claro que sí lo hará.
En cuanto a la trama compartida entre Phil (Ty Burrell) y Luke… Ha sido decepcionante. Son dos personajes que, si por separado gustan, juntos hacen una combinación perfecta. Y, sin embargo, el propósito de la trama entre ellos, que era recordarnos que tanto Phil como Claire (Julie Bowen) se enfrentan al síndrome del «nido vacío», ha quedado en la sombra con el giro que le han dado al personaje de Luke. Esperemos que abandone ese rollo «hipster chungo» y vuelva a ser el de antes.
Por otra parte, la trama compartida entre las dos partes restantes de la familia ha sido muy muy muy floja. Apenas ha habido momentos cómicos para reírnos, que teniendo a Lily ahí, no la han aprovechado… No han sabido sacarle juego a las tramas planteadas, al fin y al cabo, se podrían haber centrado más en la marcha de Alex, y relacionarla con el resto de la familia, y así seguro que habría funcionado mucho mejor.
¿Y a vosotros qué os ha parecido el capítulo? ¿Os ha gustado? ¿Os ha parecido flojo con respecto al primero? ¿Habríais sacado más partido a alguna de las dos tramas? ¡Animaros a comentar el capítulo con nosotros!