Otra semana más tenemos ración de las locuras de nuestra familia televisiva favorita y esta vez todo comienza con un simple resfriado. Ten cuidado si no has visto el capítulo porque en este post lo vamos a comentar y te podrás encontrar con ‘spoilers‘.

Mitch (Jesse Tyler Ferguson) vuelve de su luna de miel con Cam (Eric Stonestreet) en Mexico con un constipado que aparentemente contagia a la mayoría de su familia pero cuál es la sorpresa de Phil (Ty Burrell) al ver el vídeo de la boda de estos cuando descubre que él mismo fue estornudando por todos lados en el enlace de la pareja convirtiéndose así en el paciente cero.

Todos sabemos que Phil no es muy seguidor del pensamiento lógico pero yo creía que aquello de taparse al estornudar es un acto reflejo o, al menos, intentar no estornudar en la tarta de boda de un cuñado pero como no estoy aquí para intentar entender al patriarca de los Dunphy me toca comentar lo gracioso que queda el vídeo una vez editado haciendo uso incluso de un croma, muy profesional, aunque no da el pego y la culpa sigue reconcomiendo al pobre.

La que peor está llevando el resfriado es Claire (Julie Bowen), que aunque intenta sobreponerse a la enfermedad acaba con todos los síntomas que han ido sintiendo sus familiares y arruinando una reunión de negocios. Pese a que reconozco que Claire no es ni de lejos mi personaje de la serie favorito en este capítulo me ha hecho bastante gracia y es que todos nos hemos propuesto alguna vez que una enfermedad no nos fastidiara cuando claramente nuestro cuerpo no estaba de acuerdo.

Por otro lado, Mitch está de lo más orgulloso por haberle encontrado a Lily (Aubrey Anderson-Emmons) una niña de su edad tan inteligente como su hija… O tal vez más, y es ahí donde reside el problema porque, como bien dicen posteriormente, los padres primerizos creen que sus hijos son los mejores, los más guapos y los más listos y siempre es duro darse cuenta de que no es así. En inteligencia puede que haya ganado el combate la nueva amiga pero, desde luego, en carisma Lily es el nova-más y creo que sin llegar a ser cruel con la otra niña deberían haber dado más juego con eso.

Siguiendo con las tramas de los hijos excepcionales no sé cómo Gloria (Sofía Vergara) y Jay (Ed O’Neill) no se habían dado cuenta de que Manny (Rico Rodríguez) no sobresale en los deportes pero comprendo al pobre Cameron y su conciencia aunque me parece un sinsentido que se sintiera mal por los padres cuando el propio niño no estaba demasiado emocionado por jugar. Esta es una de las cosas que me están empezando a cansar de ‘Modern Family’, la repetición de las tramas pese a que parecen quedar resueltas al menos una vez en casi cada temporada. A ver cuánto tardamos en volver a ver a Gloria o Jay intentando empujar a Manny a hacer algo que no quiere.

Una de las alegrías más grandes del capítulo ha sido volver a ver a Andy (Adam DeVine), al que mucho echábamos en falta, y zanja mis dudas del post anterior sobre dónde estaba Joe todo el tiempo. Recordemos que Haley (Sarah Hyland) y Andy acabaron la temporada anterior con una relación bastante estrecha que se da, básicamente, porque Haley está coladita por el niñero y yo no me puedo alegrar más porque creo que puede ser lo que le hace falta para sentar la cabeza y terminar de definir su futuro. Por ello me encanta el vuelco que están dando las tornas cuando, tras besarse, es ella la que, efectivamente, se queda «destrozada». El amor puede venir de donde menos se lo espera una pero mira que es bonito (al menos en las series). Me declaro oficialmente fan de esta pareja y no puedo esperar a que vaya a más.

¿Qué os ha parecido a vosotros el capítulo? ¿Os habéis reído o ha sido un capítulo entretenido sin más? A falta de una promo os dejamos a continuación un vídeo que recopila las fotos promocionales del próximo episodio titulado ‘Marco Polo’.