La pasada semana comenzamos con esta nueva temática en nuestra columna semanal (podéis leerla aquí), tratando algo que a cualquier seriéfilo o seriéfila de cuna nos trae recuerdos de todo tipo: esa serie a la que en cierto modo le debemos ser quien somos hoy en día en el mundo de las series. Y en esta ocasión le llega el turno a una servidora, que le concede el premio de la primera vez a una serie tan conocida y tan mítica como es ‘Lost’.
A pesar de todo hay que remontarse tiempo atrás antes de llegar al punto en el que ‘Lost’ se convierte en mi serie de referencia, la que me hace descubrir lo que es ver algo en versión original, la que descubre lo que es el ansía después de un capítulo y el afán por encontrar a gente, sea como sea, con la que poder comentar los capítulos. Si bien ‘Lost’ fue la que despertó esa ¿enfermedad? seriéfila en mi, no fue la primera que vi.
¿Cuántos de los que hemos crecido en los 90 nos hemos pasado horas frente al televisor esperando el capítulo de las series que se emitían por aquel entonces? ‘Compañeros’, ‘Hospital Central’ y ‘Los hombres de Paco‘ fueron las que se llevaron la palma en mi más pronta juventud, antes de que el bombardeo de series del otro lado del charco rellenasen todo tipo de huecos en nuestra parrilla televisiva. Así es como llegaron otras como ‘Lost’, ‘House’ o ‘Anatomía de Grey’. Quizás por la falta de costumbre a este tipo de ficciones, ‘Lost’ supuso algo así como una revolución extraña para quienes tuvimos la suerte de empezar a verla cuando llegó a nuestro país. ¿De qué va esto? ¿Qué es ese humo extraño? ¿De dónde sale ese oso? ¿Qué les pasa a estos personajes? ¿Qué son estos efectos especiales? Probablemente demasiado para una mente joven malacostumbrada a ver ficciones donde el drama era el rey.
Pero ver series es como aprender a montar en bicicleta, una vez aprendes ya no se te olvida nunca, solo que a veces hace falta un empujón para entrar de nuevo en ese mundo, y eso es lo que me ocurrió a mi con ‘Lost’. Tras tres temporadas emitidas alguien me dijo “tienes que verla, yo me pongo el capítulo antes de venir a clase porque no puedo esperar”. Al principio, acostumbrada a seguir las malas programaciones de las cadenas nacionales y verlo todo con anuncios, me pareció quizás algo, no digamos enfermizo, pero sí exagerado. Hasta que lo hice yo. Hasta que busqué la forma de ver esos capítulos aunque fuesen en versión original, algo que no había hecho nunca, y descubrí esta magia de levantarte un día y recordar al rato qué capítulo de qué serie tienes que ver ese día.
Y así, aun sin ser la primera serie que veía, ‘Lost’ se convirtió en mi luz que iluminó el camino en este tenebroso y maravilloso mundo de las series al que pronto se añadieron otras como ‘Dexter’, ‘Prison Break’ o ‘Heroes’, suponiendo muchas de ellas parte del principio de un camino muy largo lleno de series de todo tipo y del cual es imposible ver el fin.
Y vosotros, ¿tenéis aún el grato recuerdo de esa serie que os descubrió este fantástico mundo? ¿Cuál fue vuestra primera vez seriéfila?