Legends of Tomorrow 1×10: El futuro está escrito

Lo último de ‘Legends of Tomorrow’ está lleno de acción y tantas historias entrelazadas que es difícil recordar cuál era la misión original de la excéntrica liga de superhéroes. En un futuro distópico que estéticamente hemos visto mil veces en el mundo de la ciencia ficción, las Leyendas luchan contra el villano de siempre, pero esta vez también contra alguien más que podría ser responsable de todo lo malo que están intentando evitar. A ver si organizamos los hechos y las líneas temporales (¡¡o al menos lo intentaremos!!)

Progeny” habla sobre un futuro donde todos visten en una paleta de grises elegante a la vez que aburrida, como lo son todos los ricos en el futuro, con eso de es buscan el pragmatismo en todo lo que se refiere a la estética porque HAY COSAS MÁS IMPORTANTES. Como por ejemplo, matar a millones (¿billones?) de personas en el mundo por un problema se sobrepoblación. Todo el planteamiento de lo que nos espera en el futuro produce menos miedo y más desconcierto porque, después de visitar el 2046 hace unas semanas (o décadas, je je), asumíamos que todos los miembros del equipo habían desaparecido de una forma u otra, y sin embargo aquí nos encontramos con que Ray Palmer (Brandon Routh) podría ser el instigador de esta nueva orden mundial.

Ray es el objetivo ideal cuando se trata de las consecuencias humanas y emocionales de viajar en el tiempo, y aunque lo haya sido esta semana también, la mayor preocupación del personaje era el hecho de que pudiera haber tenido hijos sin saberlo. Sí, no tendría sentido según los mundos en los que nos hemos estado moviendo últimamente, pero más preocupante aún sería el llevar la carga de responsabilidad que es el haber creado la tecnología que está ahora controlando al mundo, ¿no? Ah, ¡que él no es el padre! ¡El padre de Rachel (Jewel Staite) es Sydney Palmer! Menos mal, eh, venga, llama a Hawkgirl (Ciara Renée) y a ver si esto os une un poco más. Como siempre, las relaciones en la CW, como esta que nos han metido con calzador y dos años perfectamente orquestados en un par de capítulos, son el foco central del drama. ¿Os gusta que le den tanta importancia? Personalmente, entiendo que la ciencia y la tecnología de esta serie es muy fantasiosa y sin sentido, por lo que tampoco necesito que me expliquen cosas que no podrían ni parecer plausibles. Y aún así, me sobran estos momentos de romantiqueo entre peleas y decisiones trascendentales que acaban aportando poca reflexión productiva. No sé, ¡me encantaría saber vuestra opinión!

Uno de los debates morales que se desencadenan en este capítulo es el de si matar o no al futuro Hitler pelirrojo con cara de Slytherin (Cory Gruter-Andrew). Vayamos por partes. Sí, claramente Sara (Caity Lotz) saldría en su defensa porque ella también es una villana rehabilitada, y si White Canary puede, todos podemos, o algo así dice en el Centro para Ex-Asesinos de Central City que su bisnieta seguro que ha inaugurado en el año al que viajamos. Al fin y al cabo, el niño es eso, UN NIÑO. Un niñito que ha tenido la mala suerte de tener como Dumbledore a una persona muy poco grata, Vandal Savage (Casper Crump). También es cierto que si tu mentor se llama Vándalo Salvaje yo me plantearía muchas cosas, pero cada uno a lo suyo.

El niño será responsable de una masacre universal, y Rip (Arthur Darvill) no sabe que hacer, porque el pobre es más bueno que el pan. Es el más decidido en destruir al niño porque será él quién mate a su mujer y su hijo, entre los millones de otras mujeres y otros hijos, pero como Per Degaton, sabemos que jamás le haría daño a una mosca. El problema quizás esté en que es muy probable que ninguno de los personajes que forman el equipo pudiesen hacerlo. Son un grupo de anti-héroes con muchos traumas, y aunque nos cuenten cuántas cabezas han rodado por su culpa, ni siquiera Mick (Dominic Purcell) podría hacerlo. Ver a Rip acercarse con un cuchillo y más tarde una pistola hacia el niño que le mira desafiante es todo lo que nos ha enseñado la serie: ojalá no dependa el mundo de que éstos maten a alguien porque vamos mal. ¿Cómo termina este dilema? Dejan escapar al niño con la fe flojita de que éste no se convierta en malo, para que acto seguido mate a su padre por su propia mano.

Así que así acaba la trama principal del capítulo, pero que como empezó, qué guay, ¿no? Ha sido maravillosamente entretenido verles interactuar con el nuevo mundo y entre ellos, porque ahí es donde está la clave de la serie, ya sea con Ray haciéndose llamar Hannibal Lecter, o Gideon (Amy Pemberton) desvelando los sueños eróticos de Sara. Es lo que más entretiene y lo que menos nos dan de forma equitativa. Conocemos los pensamientos impuros de White Canary pero aún no conocemos a Jax (Franz Drameh), Martin (Victor Garber) tiene opiniones a veces pero está ahí de fondo ocupando espacio. ¿Cuánto tardaremos en sentirnos realmente cómodos con todos los miembros del equipo de las Leyendas?

Por cierto, ¿¿esto??

¿Qué os ha parecido el capítulo? ¿Os parece que el romance aporta más bien poco a la misión? ¿Ahora que el futuro va a llegar mucho más rápido de lo que creían, qué creéis que pasará? ¡Comentemos!

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