¿Qué tiene ‘Legends of Tomorrow’ que no tengan ya ‘Arrow’ y ‘The Flash’ y que justifique su presencia en una parrilla que empieza a acusar la masificación de superhéroes? Pues para nuestra suerte, muchos elementos que hasta el momento echábamos de menos en el resto de series de este género en plena efervescencia. El último episodio nos sirve de ejemplo perfecto para ilustrarlos.
A nadie vamos a sorprender cuando digamos que ‘Legends of Tomorrow’ sigue la estela perfectamente marcada por ‘The Flash’. No solo a la hora de contar una historia de un carácter superheroico mucho más marcado que en ‘Arrow’ sino a la hora de superar conceptos impuestos en el género de las adaptaciones de DC Comics por las adaptaciones de Batman de Christopher Nolan. Hay lugar para el humor, la diversión, las referencias y el buen rollo dentro de los superhéroes. ‘The Flash’ aprendió rápido que la tragedia griega no era su sitio y ‘Legends of Tomorrow’ parte con la lección aprendida.
Uno de los elementos que tiene esta a su favor es que no utiliza a ningún primer espada de la editorial para contar sus historias, por lo que la flexibilidad que tienen a la hora de hacer y deshacer con sus personajes es mucho mayor y por ende la libertad para contar historias nuevas que no se ciñan a adaptar las hechas previamente por algún guionista de renombre en la viñeta. Pueden recordar a estas o extraer conceptos de ellas, pero hasta el momento no hemos tenido ningún supergrupo llamado ‘Legends of Tomorrow’ y por eso esta historia parece tan genuina.
Puede que en un inicio algunos criticasen la propuesta por introducir a personajes ‘random’ cogidos de los diversos rincones de la mitología que han construido hasta el momento las series de The CW, pero ninguna de las dos predecentes – y por supuesto tampoco de la que se suponía que sería su hermana mayor ‘Supergirl’ – ha logrado construir unas dinámicas de grupo y caracterizar un villano de forma tan rápida y tan eficiente como la que ahora mismo tenemos entre manos. Les habíamos visto por separado a casi todos, pero nunca sospecharíamos que juntos funcionarían como una máquina perfectamente engrasada.
Esto funciona en gran parte gracias a su diversidad. No racial o de sexos, que las hay en variadas proporciones, sino algo mucho más importante ya que afecta al corazón de la serie: la heterogeneidad de sus personajes. Tenemos dos ‘geeks’ varones blancos, vale, pero este episodio nos ha enseñado que a su vez estos son muy distintos y sus métodos a la hora de resolver los problemas les hacen diferir enormemente. Gracias a eso, el personaje de Kendra Saunders (Ciara Renée) sigue con vida. Y es una dinámica que se repite a lo largo de todo el episodio, el mecánico con los ladrones profesionales o el viajero en el tiempo con la asesina profesional.
Precisamente esta última, Sara Lance (Caity Lotz), es de los personajes que más protagonismo están cobrando en la serie. Algo que va de la mano de su redescubrimiento como heroína por nombre propio, no como novia y compañera de Oliver Queen (Stephen Amell), como miembro de la Liga de las Sombras o como renacida feral, sino como una mujer de armas tomar con algún que otro problema de temperamento pero con un sentido del humor y una espontaneidad que nos ha sorprendido gratamente. Ya ha pasado por varios momentos con distintos integrantes del grupo y, una vez más, en este episodio junto a Rip Hunter (Arthur Darvill) ha vuelto a ser la robaescenas.
Solo echamos de menos que los saltos temporales sean más radicales. Los setenta y los ochenta tienen su distinto ‘groove’, es cierto, pero sabiendo que hay planes de ir al salvaje oeste y al futuro se nos antoja muy conservador para estos primeros compases de la temporada. También nos gustaría contar con algún que otro villano secundario para no sobrecargar de antagonismo a Vandal Savage (Casper Crump) tan pronto, pero suponemos que con diez episodios por delante tendremos tiempo para ver nuestros anhelos satisfechos.
En el próximo episodio nos vamos a la Guerra Fría, ¿estáis listos?
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