La tercera temporada de ‘iZombie‘ sigue su rumbo con sus casos semanales sin dejar de lado la trama general de la temporada y dándonos momentos hilarantes, que es lo que tanto nos gusta de esta serie. Si ya habéis visto a Liv (Rose McIver) en modo zen gracias a su cerebro de la semana vamos a comentar este «Eat, Pray, Liv» porque ha dejado abiertos temas de lo más interesantes para futuros capítulos.
Esta semana el cerebro del menú pertenece a un profesor de «mindfulness» que ha sido asesinado a golpes con un budha en una ironía tan espeluznante como acertada. Major (Robert Buckley) prefiere tomar sucedáneo de cerebro para tener la mente clara y sin aditivos con la intención de encontrar a Natalie antes de que muera y tenga que tomar la cura que probablemente le provocará amnesia. Enfermedad que sí está padeciendo Blaine (Davind Anders), que dice estar transformado en una nueva persona pero que cuyo padre junto a Don. E (Bryce Hodgson) están preparando la inauguración del nuevo (y único) bar para zombies de la ciudad, lo cual pensándolo bien, a pesar de ser bastante reprobable, es un buen negocio.
‘iZombie‘ consigue lo que muy pocas series consiguen a día de hoy: atrapar a un público que generalmente no ve series procedimentales (un caso a la semana) y eso es porque, a pesar de que tengamos más o menos cómo se resolverán los casos, la característica de que Liv cambie de personalidad cada semana según el caso nos divierte como pocas otras series. Incluso si ese caso no tiene la más mínima relación con la trama principal ni tampoco resulta extremadamente interesante como sucede esta semana no deja con el sentimiento de que sobra sino que aporta sensaciones diferentes y es ideal para quien disfrute jugando a descubrir al asesino.
Lo bueno es que normalmente estas investigaciones capitulares sirven para ayudar a avanzar la trama de la temporada. Desde el primer capítulo vimos cómo le pesaba a Ravi (Rahul Kohli) la relación de Peyton (Aly Michalka) y Blaine y en este capítulo explota de manera un tanto cuestionable para posteriormente acostarse con su ex jefa. Sí, esa que está investigando la verdad sobre los zombies y de la que habría que mantenerse lo más alejado posible. ¿Deberíamos considerar adecuada la actitud de Ravi solo porque es consciente de que es una actitud de macho, como el mismo dice? Seguro que más de uno seguís dudando de que Blaine esté amnésico pero si fuera cierto eso no excusaría la manera en la que se ha comportado el chico con alguien a quien dice amar.
Es cierto que Blaine se ha encontrado con su padre, al que creía en una cámara frigorífica, y no ha mostrado signos de reconocimiento pero tras dos temporadas nadie se sorprendería si el dueño de la funeraria estuviera interpretando el papel de su vida. Queda la seguridad de que si sigue recordando su pasado en algún momento volverá a mostrar sus verdaderos colores pero de momento puede estar contento por haberse interpuesto entre Ravi y Peyton porque ahora será muy difícil que la pareja vuelva a reconciliarse.
Lo único seguro en este momento es que a Major se le acaba el tiempo de cumplir su promesa y que es complicado que el serum anti amnesia de Ravi funcione… Al menos sin algún efecto secundario, claro. ¿Qué sería de una serie de zombies con no-muertos rehabilitados? En cualquier caso seguro que encuentran la manera de avanzar respecto a la cura sin dejarnos sin serie y sin zombies. Por lo demás parece que el nuevo pub de moda en Seattle puede darnos momentos interesantes a parte de poner en peligro el anonimato de los zombies pero reconozcamos que eso está a punto de conocerse de todas maneras. ¿A vosotros qué os ha parecido el episodio? ¿Os ha gustado la Liv zen? ¿Pensáis, como Ravi, que Blaine le debe a Major probar el serum antes que él o creéis que sería egoísta? De momento os dejamos con la promo del próximo capítulo que se comenta que va a estar lleno de jugosos cotilleos además de los tradicionales cerebros.