‘The Fosters’ está de vuelta después de unas largas vacaciones que no han pasado en balde. Porque si alguien asegura recordar cómo habían quedado las cosas después de tantos meses, lo más probable es que algo se le esté pasando por alto.
Pero que no cunda el pánico, porque aquí estamos para echar la vista atrás y recordar lo que pasó además de para hacer suposiciones sobre lo que está por venir.
Muy raro era que la familia Adams Foster se despidiese de nosotros dejándonos libres de preocupaciones y con la certeza de que, con su vuelta, las cosas estarían más o menos en su sitio. Y así ha sido, pero ha durado poco.
Callie (Maia Mitchell) está cada vez más implicada con su proyecto ‘Foster & Found’ que, lejos de implicarle todas las alegrías que esperaba, parece que le va a complicar la vida más de la cuenta. Acaba de empezar a darse a conocer y ya cuenta con una potencial enemiga y un ‘foster kid’ que promete ser el reflejo de muchos más “clientes” insatisfechos cuyo hobbie es exigir más de la cuenta sin ni siquiera saber qué quieren.
Que la misteriosa mujer que quiere invertir en ‘F&F’ tiene intenciones ocultas lo hemos visto todos y de aquí a 100.000 kilómetros de distancia. Es de suponer que querrá destruir esta prometedora empresa desde dentro, y sus métodos no pueden ser muy limpios si desde un principio no tiene problema en jugar con las aspiraciones y esperanzas de una persona que, no solo lo ha pasado lo suficientemente mal como para meterse en un embrollo así, sino que apenas tiene 18 años. No nos sorprendería que fuese ella quien ha publicado ese mensaje tan comprometedor en la web de Callie, aunque fuese quien fuese, ¿cómo se ha enterado?
Estaba claro que ese “desliz” entre Callie y Brandon (David Lambert) no iba a olvidarse tan pronto, porque los guionistas siguen empeñados en que veamos a los ahora hermanos como los nuevos Romeo y Julieta. Porque no, no habrá muertes de por medio, pero ahora que Callie también se apellida Foster la situación ha pasado de ser muy romántica por la pequeña (muy pequeña) posibilidad de estar juntos a ser incómoda porque, legalmente, son hermanos. Y no hay vuelta atrás.
De todas formas, parece que Callie sí se ha dado cuenta de que la mejor decisión que podría tomar es la de pasar página, porque estaba dispuesta a retomar el contacto con AJ (Tom Williamson). Y digo estaba porque va a ser algo difícil ahora que él se ha fugado con su hermano a Phoenix. Si alguien entiende a este chico que me lo haga saber porque a mí me resulta imposible. Su abuela acaba de morir y ella era la única familia que le quedaba además de su hermano. Vale. Pero lleva toda su vida intentando encontrar una familia con la que encajase y Mike (Danny Nucci) daba bastante la talla. Pero no, él prefiere fugarse con su hermano fugitivo (quien, además, no tiene ni idea de a dónde se dirige) aun sabiendo que fue él el responsable del accidente de los Foster y que es muy probable que la policía dé con ellos y los devuelva a la realidad de un golpe. ¿Quién vota por que será Mike quien los encuentre, se lleve con él a AJ y deje escapar a Ty (Chris Warren), causándole problemas (una vez más) a la buena de Stef (Teri Polo)?
Y lo que menos le conviene a Stef son más preocupaciones, sobre todo ahora que se ha enterado de que sí tiene cáncer. Menos mal que no nos fiamos mucho de ese falso negativo del anterior capítulo, aunque eso no quita que siga siendo una noticia terrible… Stef siempre sale de una para meterse en otra, así que, crucemos los dedos por que lo pase pronto y de la mejor manera posible y por que Lena (Sherri Shaum) le de todo su amor y deje de centrar sus fuerzas en huir de Monte (Annika Marks). Porque no, Monte, a nadie le importan tus paranoias mentales.
Las despedidas y los reencuentros han marcado el capítulo, y prometen volvernos un poco más locos de lo normal. Ahora que Connor (Gavin Macintosh) ha abandonado a su querido Jude (Hayden Byerly), su padre ha visto la luz y tiene miedo de que su hijo haya tirado la toalla con él, ¿no podía haber espabilado un par de semanas antes? Aunque el sufrimiento de ver a nuestro #Jonnor separándose ha merecido un poco la pena solo por ese abrazo entre Jude y el padre de Connor, ¿no os parece?
Lexi (Bianca A. Santos), al contrario que Connor, ha vuelto a hacer acto de presencia, pero nosotros no sabemos cómo sentirnos al respecto. Nunca ha sido un personaje maravilloso, y que decida postular como contrincante de Mariana (Cierra Ramirez) tampoco dice mucho a su favor, ¿nos hará cambiar de opinión o seguiremos encontrándola algo insufrible?
¿Qué os ha parecido la vuelta de ‘The Fosters’? ¿Os habéis acostumbrado ya al nuevo Jesús (Noah Centineo)? ¿Pasarán página Brandon y Callie? ¿Volverá AJ al hogar por voluntad propia o tendrán que ir a buscarle? ¿Le veis futuro a ‘Foster & Found‘?
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