Ya está aquí la cuarta temporada de ‘Homeland’ después de una tercera bastante irregular con un final que más parecía el punto final de la serie y que puso a todos los espectadores en pie de guerra. En este post vamos a comentar cómo nos hemos encontrado la vida de Carrie (Claire Danes) en este comienzo de temporada así que si no has visto el capítulo doble de estreno ten cuidado porque te encontrarás con algún ‘spoiler‘.
Nadie entendía muy bien hacia dónde se dirigiría ‘Homeland’ ahora que uno de sus protagonistas se despidió de la ficción de ‘Showtime’ a final de la temporada anterior. A mí se me mezclaba la curiosidad por ver a hacia dónde se orientaría ahora la serie y la pereza que me daba ver este formato sin Brody (Damian Lewis) y cambiado totalmente de orientación respecto a lo que fueron aquellas lejanas dos primeras temporadas.
La sorpresa llega cuando, sí, la serie es ahora solo un eco de lo que empezó siendo pero a la vez eso le favorece en cuanto a que está empezando desde cero. Puede volver a engancharnos y a acelerar nuestro corazón como lo hacía al principio. Es bueno no saber por dónde van a salir las tramas de esta temporada porque no venimos cansados de los errores anteriores. Para mí este primer episodio doble ha supuesto la recuperación de la fe en esta serie y me he vuelto a enganchar igual que lo hice al comenzar la primera temporada.
Recordemos que Carrie se encuentra en Kabul liderando operaciones desde allí y es en una de estas operaciones realizadas gracias al soplo de una fuente fidedigna de Sandy Bachman (Corey Stoll), el jefe de estación en Pakistán, que bombardean la celebración de una boda por error. Está claro que el informante anónimo de Bachman ha fallado y es entonces cuando todo se precipita. Tanto en Pakistán como en Estados Unidos se buscan a los culpables del fallo mientras Carrie sostiene que no se trataba de una boda.
En este momento conocemos a uno de los nuevos personajes de la temporada, Aayan Ibrahim, un joven paquistaní que se encontraba en dicha boda y que pierde a toda su familia en el bombardeo, que consiguió grabar con su móvil. Aayan es un estudiante de medicina que solo quiere prosperar sin meterse en líos y, ahora, llorar sus pérdidas pero su compañero de piso tiene otras ideas y hace que su primo suba el vídeo a Internet. Desde ese momento la privacidad de Aayan y su entorno es un eco lejano y el chico siente que le han destrozado su vida y motivos para preocuparse no le faltan ya que ahora se encuentra en el punto de mira de ambos bandos.
A raíz de estos acontecimientos una televisión afgana publica la imagen de Sandy Bachman y comienza una persecución callejera hacia el agente de la CIA que acaba finalmente en una violenta muerte que casi arrastra también a Peter Quinn (Rupert Friend) y a Carrie con él. Así se da inicio, pues, al grueso de la trama de esta cuarta temporada que se centrará en buscar al informante anónimo de Bachman e intentar seguir poniendo orden en Afganistán y Pakistán. Porque sí, Carrie volverá a Pakistán por su propia voluntad, ya que la mujer no tiene ningún intención en quedarse en Estados Unidos ni por su hija… Y es que es más bien esto lo que la impulsa a irse.
Que Carrie no estaba en condiciones de ser mamá es algo que todos sabíamos desde siempre y de hecho me sorprendió bastante que decidiera seguir adelante con el embarazo pero, sinceramente, creo que ha cometido un error. Ahora ha impuesto sobre su hermana la carga de cuidar al bebé, que es escalofriantemente igual que Damian Lewis, como si fuera propio cuando el acuerdo inicial es que se lo llevaría con ella a Estambul. No termino de entender por qué Carrie sigue trabajando en lo que trabaja con los problemas mentales que tiene. Cierto es que cuando se enfrenta a su trabajo vemos la versión más cabal de la agente pero creo que eso está haciendo que empeore aún más y tal vez hasta perder su humanidad.
Carrie está acostumbrada a la brutalidad y a presenciar escenas verdaderamente horribles pero es terrorífico apreciar su impasibilidad tras haber visto como una horda de personas arrastraban a su compañero y lo mataban sin ningún tipo de piedad y lo más sorprendente aún es que se pregunte qué le pasa a Quinn. Y es que por muy entrenado que esté el chico hay cosas que no pueden dejar de afectar y me resulta indignante que Carrie no entienda que su compañero no quiera volver a Islamabad después de lo sucedido cuando él fue allí en primer lugar por ella.
Como decía al principio de este post la vuelta de la serie me ha parecido completamente refrescante y prometedora. Ha contado con grandes aciertos como la introducción del personaje de Aayan, que me genera mucha curiosidad, y me invita a seguir viendo la temporada con ilusión y no con pesadez como me temía. No podemos negar tampoco que nadie echa de menos el drama de la familia de Brody, sobre todo el de su irritante hija, y que la trama centrada en Kabul da un enfoque de lo más interesante a la ficción. Espero que ‘Homeland’ consiga resurgir y volver a ser una de las mejores ficciones en emisión.
¿Qué os ha parecido a vosotros este comienzo de temporada? ¿Tenéis tanta fe en que suponga una renovación como yo? Os dejo la promo del tercer capítulo de la temporada y os invito a comentar todo lo que queráis acerca de estos dos primeros episodios. Nosotros volveremos para comentar cómo se van desarrollando los acontecimientos a mitad de temporada.