El éxito de la televisión catalana ha regresado esta semana con una segunda temporada que promete estar llena de grandes momentos, esperemos que aún mejores que los que tuvo la primera temporada. Si aún no habéis visto el primer capítulo de esta nueva temporada, no sigáis leyendo, esta entrada podría contener spoilers.

El verano ha llegado a su fin y con él, llega el inicio de un nuevo curso en el instituto Angel Guimerà. Los “peripatéticos” tienen que volver a clase y empezar el temido 2º de bachillerato; eso sí: no puede faltar la presencia de su profesor favorito, Merlí (Francesc Orella).

La estación estival trae grandes cambios, especialmente para Bruno (David Solans) quien se ha pasado todo el verano en Roma con su madre, o para Pol (Carlos Cuevas), que no lo ha pasado precisamente bien durante las vacaciones… Además, la llegada de Oksana (Laia Manzanares) revolucionará a toda la clase.

El verano es época de cambios, e imaginaros la de ellos que pueden producirse en la vida de un grupo de adolescentes de entre 16 y 19 años. Bruno sigue igual de implacable que siempre, y manteniendo ese punto egoísta al que parece no haberle puesto remedio. Su salida del armario le ha hecho más seguro, y tras ese breve “rollo” con su mejor amigo Pol, las vacaciones en Roma han terminado, y él ha dejado allí a Nicola, un italiano que parece haberle robado el corazón. Pero el hijo de Merlí parece olvidarse de que no es el único que ha vivido un verano interesante, y así lo demuestra, haciéndole el feo a su amiga Tània (Elisabet Casanovas) cuando esta le cuenta como han ido sus vacaciones.

Pero no todo es frialdad y egoísmo en Bruno. La vuelta a clases está marcada por la ausencia en el aula de Pol, el futuro filósofo de la clase. Merlí se entera por su hijo que Pol ha empezado a trabajar, obligado por su padre, y ha dejado los estudios. Es entonces cuando enfrenta a padre y a hijo, y les deja las cosas muy claras: Pol es un chico muy inteligente, y que podría brillar si siguiese estudiando. Pero es Bruno quien consigue convencer a su amigo de que retome las clases… ¿Acaso los sentimientos de Bruno por Pol siguen ahí, a pesar del italiano?

 

Y el verano no sólo le ha traído amor a Bruno. Joan (Albert Baró) y Mònica (Jùlia Creus), quienes parecían tener sentimientos el uno por el otro, han hecho del verano su nidito de amor, y han afianzado así una relación que, de momento, querían mantener en secreto. En parte para evitarle ningún sufrimiento a Gerard (Marcos Franz), aunque gracias a Oksana, la nueva “peripatética”, tarda muy poco en enterarse, y declararle la guerra a la parejita.

Iván (Pau Poch), por su parte, regresa a clase arropado por el cariño de sus compañeros y, por supuesto, por el de Merlí, con quien se sigue reuniendo fuera del instituto, y teniendo esa especie de terapia que tan bien les sienta a ambos.

 

 

En cuanto a Merlí: sigue igual que siempre. Excéntrico, saltándose las normas, bromista, rebelde sin causa… Pero hemos descubierto que el profe guay también tiene su corazoncito, a pesar de que Bruno intenta autoconvencerse de que no. Pero las cosas no van a ser fáciles para Merlí este año. Ya se ha puesto en contra a Alfonso (Boris Ruiz), el padre de Pol, y, además, la llegada de una nueva jefa de estudios, seguro que marcará mucho sus acciones en este curso venidero…

¿A vosotros qué os ha parecido el regreso de la serie? ¿Os ha gustado? ¿Qué trama os intriga más de todas? ¿Acabará Merlí el curso en el instituto? ¿Conseguirá que Pol tome su relevo filosófico? ¿Sigue Bruno enamorado de su mejor amigo? ¿Qué ocurrirá con el trío Gerard-Mònica-Joan? ¡Animaros a comentar vuestras opiniones con nosotros!

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